martes, 26 de marzo de 2013

Centro Tecnológico de Yacimientos no Convencionales


25/03/2013
Por inés álvarez - ialvarez@clarin.com
El proyecto del estudio IAG Arquitectos está ubicado en Neuquén y se propone como un novedoso refugio en medio de un paisaje desértico.
CTYNC. Rodeado por los dos cuerpos del edificio, el patio le asegura a los profesionales que trabajen allí buenas visuales y contacto con la naturaleza.
CTYNC. Rodeado por los dos cuerpos del edificio, el patio le asegura a los profesionales que trabajen allí buenas visuales y contacto con la naturaleza.
CTYNC. Rodeado por los dos cuerpos del edificio, el patio le asegura a los profesionales que trabajen allí buenas visuales y contacto con la naturaleza.
Los hidrocarburos de formaciones shale –gas y oil obtenidos con nuevas tecnologías– son una fuerte apuesta del gobierno de Neuquén, que junto con la Fundación Alejandría impulsaron la creación de un Centro Tecnológico de Yacimientos no Convencionales (CTYNC). El proyecto, que estará emplazado en el predio adyacente a un desarrollo inmobiliario en el municipio de Plottier, quedó en manos del estudio local IAG Arquitectos, fundado por Adrián Ibarroule, Oscar Aprea y Gustavo Gradel.

El emprendimiento tendrá por objetivo la investigación y capacitación en la extracción de reservorios no convencionales y será el único de su tipo en Latinoamérica. La planificación se dividió en dos etapas: la primera consiste en la construcción de dos volúmenes, uno destinado a oficinas y salones de capacitación y el otro dedicado a laboratorios de alta complejidad, que ocuparán más del 50% del total de la superficie. La segunda etapa sumará al complejo un auditorio.

El diseño fue el resultado de un análisis del clima de la región y las perspectivas a futuro que tiene el emprendimiento. Uno de los autores, Oscar Aprea, señala: “El ambiente en la Patagonia árida es desértico, con temperaturas muy altas en verano, por lo que intentamos crear un oasis, un espacio que incluya sombras, vertientes de agua, y que funcione como un refugio”. Por esas razones, los proyectistas pensaron en un patio abrazado por los dos volúmenes mencionados, de modo que funcionaran como un pulmón climático y visual para los más de 40 profesionales que trabajarán allí.

Aún rodeado por un ambiente hostil, el propósito fue crear un microclima que recree “las imágenes, olores, sonidos y reflejos del otoño en las chacras”, como dicen los autores.

En el sector norte del complejo edilicio se ubican las oficinas de edilicio se ubican las oficinas de la Fundación Alejandría y el área de laboratorios de dimensiones flexibles, comprendida por cuatro sectores. El primero de ellos, denominado Preparación de Rocas, constituye el área de ingreso de los materiales, donde además las rocas son cortadas y rectificadas en piezas menores. Luego continúan el laboratorio de Geomecánica, de Geología –que concentra casi el 50% de la superficie total de laboratorios– y el de Fractura. Estos tres últimos espacios ostentan grandes superficies vidriadas con vista al patio con el objetivo de otorgarle visuales agradables a los profesionales. En tanto, las áreas de capacitación y las oficinas de Gas y Petróleo de Neuquén se sitúan del lado sur, que al igual que el lado norte, cuenta con vista al patio central para que todos sus habitantes experimenten el mismo confort.

Para diseñar el complejo, los autores tomaron en cuenta la relevancia que el centro de investigaciones tendrá para el mundo científico latinoamericano. En este sentido, se implementaron una serie de medidas sustentables, como las ventilaciones cruzadas en todos los ambientes. También se dispuso una orientación Norte -Sur para las fachadas principales y así se evitó la incidencia del sol del Oeste. Además, las superficies vidriadas interiores fueron protegidas por “cortinas” de árboles y se recurrió al un espejo de agua para evitar el efecto isla de calor.

Aprea explica que la intención original era desarrollar un edificio completamente sustentable pero, como esto significaba un importante incremento de costos, optaron por resolver algunas cosas directamente desde el diseño arquitectónico. Así es como, además de las medidas mencionadas, la piel del edificio se trabajó con paneles de alta aislación térmica y carpinterías de aluminio de alta gama, con doble vidriado hermético para disminuir las pérdidas térmicas y así ahorrar energía.

En cuanto a los materiales, se recurrió a reflectantes y solados de colores claros que contribuirán a la sustentabilidad del conjunto y se incorporaron sistemas solares complementarios con baterías de paneles sobre la cubierta del edificio, en donde también se ubicaron los equipos termomecánicos, pensados desde el inicio del proyecto como un sector integrado a la cubierta para evitar conflictos visuales con el paisaje.

Centro Tecnológico de Yacimientos no Convencionales

Comitente: Fundación Alejandría, Gas & Petróleo de Neuquén. Proyecto arquitectónico: IAG Arquitectos S.A (Adrián Ibarroule, Oscar Aprea, Gustavo Gradel). Inst. eléctricas e iluminación: Ing. Luis A. Grinner. Inst. termomecánicas: Ing. Echevarría, Ing. Romano. Inst. Sanitarias: Estudio Giarini. Sup. terreno: 11.000 m2.

http://arq.clarin.com/arq/

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