viernes, 1 de marzo de 2013

Las iPad ganan presencia en las aulas y el "m-learning" le puso fecha de defunción a los manuales de formación ejecutiva




Cada vez más las universidades y escuelas de negocios le dicen adiós a los libros y le dan la bienvenida a las tabletas. Aunque las trabas al ingreso de estos dispositivos al mercado local ponen un techo al nuevo paradigma educativo en la Argentina
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Última actualización:
01/03/2013 7:03:21 am


Ya a nadie le resulta extraño encontrar alumnos que toman notas en clase asistidos con notebooks, celulares inteligentes o tabletas electrónicas.
No faltan los nostálgicos que reclaman por la era de las bibliotecas, de los pesados manuales e infinitos apuntes hechos a mano en incontables cuadernos. Pero a medida que más cursos incorporan contenidos en soporte digital como apoyo de las lecciones presenciales, la tendencia sólo parece profundizarse.
La novedad, sin embargo, es que ahora son las propias casas de estudio las que brindan los dispositivos móviles a los estudiantes para incorporar definitivamente su uso en el aula.
Así lo entendió, por caso, la Universidad Austral. "Los iPad comenzaron a ser entregados durante 2012 a los alumnos de posgrado de la Facultad de Derecho, y tuvimos un nivel de adhesión del 98 por ciento. Como la experiencia fue exitosa, este año se adjudicarán a los que empiecen a cursar la carrera de Abogacía", dijeron desde esta entidad a Campus-iProfesional.com.
"Buscando la facilidad de uso, de anotación de textos, de portabilidad, así como reducir el costo ambiental del fotocopiado, entre otros beneficios, se trabajó durante dos años con pruebas piloto con diversos dispositivos, realización de encuestas, focus groups, etc. hasta el lanzamiento de este proyecto con iPad 2", recordó Fernando Toller, Director General de Posgrados de esa Facultad.
El caso refleja nada menos que la transición hacia un nuevo paradigma educativo, que transformó el ya tradicional "e-learning" (electronic learning) en un nuevo eslabón, el "m-learning" (mobile learning), el cual implica la utilización de dispositivos móviles y tiene la particularidad de "reconciliar" la tecnología para la enseñanza digital con las clases presenciales.
La idea no es nueva sino que surgió en los países anglosajones y se extendió de a poco a los hispanoparlantes. La Universidad de Navarra, por ejemplo, comenzó en agosto del año pasado a distribuir tabletas entre los estudiantes de su maestría de Derecho. Poco después, la iniciativa cruzó el Atlántico y desembarcó en la Hispanoamericana de Costa Rica, que decidió utilizar iPads en las clases y en la biblioteca, en lugar de los recursos tradicionales.

Pero ya en 2003 el "m-learning" daba sus primeros pasos en la Argentina. Entonces fue la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), que ganó un concurso de la firma Hewlett-Packard (HP) para realizar una experiencia con tabletas y "pocket PC".
"El aparato con el que trabajábamos era un ladrillo pesado, incómodo, y la performance del dispositivo dejaba mucho que desear", recordó Uriel Cukierman, flamante decano de ingeniería en la Universidad de Palermo, quien por ese entonces fue parte del proyecto.
Asimismo, Cukierman participó de una investigación que realizó en 2006 la Universidad Nacional de La Plata para utilizar celulares en la carrera de informática. "En ese entonces, la actividad se centralizaba en el aula, mientras que ahora se utilizan los dispositivos para la enseñanza a distancia", resaltó el ingeniero en diálogo con Campus-iProfesional.com.
Por su parte, en 2009 la Facultad de Estudios a Distancia y Educación Virtual de la Universidad de Belgrano realizó un estudio, como parte de un convenio con la firma Apple, para investigar el uso de los iPod para distribuir material audiovisual a los alumnos. Con la asistencia de la firma de la manzanita, los tutores de la carrera de Hotelería y Turismo desarrollaron el material de estudio.
"Todo el grupo quedó satisfecho con la iniciativa ya que pudieron visualizar las clases virtuales de sus profesores sin necesidad de acudir a las Unidades de Gestión, cuando se trasladan al trabajo en colectivo, y sin necesidad de conexión a Internet", dijeron a este medio desde la UB.
Pero no sólo las entidades educativas aprovechan esta tendencia. De hecho, en esta oportunidad son las empresas las que "hacen punta" y ya pusieron en práctica la nueva modalidad para capacitar a sus empleados.
Para Javier Diez, CEO de la desarrolladora de software Activica, el "m-learning" marca la llegada del concepto del "just in time" (justo a tiempo) en el mundo de la formación de personal.
En este sentido, remarcó que no se trata de traducir los mismos cursos virtuales a dispositivos móviles, sino que, por ejemplo, "una empresa de servicios puede crear contenido para que el equipo que tiene trabajando en la calle lo consulte para resolver problemas prácticos en la medida en que se presentan".
Oportunidades y desafíos
Los promotores de la migración del papel a un modelo electrónico y móvil de educación superior listan numerosas ventajas. "Los beneficios son múltiples: la portabilidad y la reducción de los costos ambientales, la posibilidad de insertar comentarios orales, la facilidad para recuperar la información, la perdurabilidad del formato digital, la facilidad del intercambio", detalló Toller.
Y apuntó que los alumnos de la Austral, además, se quedarán "con todo el material, jurisprudencia, doctrina y legislación" incluso después de graduarse.
Cukierman subrayó otra importante ventaja de entregar los contenidos en formato digital: "El alumno puede no desatender lo que está explicando en el frente el docente y concentrarse en la lección sin perder nada por tomar nota. Por eso pienso que la mayor aplicación de los dispositivos puede darse en el aula, acceder a la red, por ejemplo".
Este último punto es un cambio significativo. Los dispositivos móviles permiten trabajar con información en tiempo real durante la clase. Esto resulta útil, por ejemplo, en los programas que entrenan en finanzas o los que aplican el método de estudio de caso, en los que los datos a utilizar cambian "minuto a minuto".
Para el futuro, se planea inclusive la posibilidad de la enseñanza a través de juegos y actividades que tengan mayores chances de cautivar al público de las nuevas generaciones -acostumbradas desde la cuna al manejo de estas herramientas - que la mera palabra escrita.
No obstante, para instalarse definitivamente como instrumento básico en el aula, los móviles deberán sortear varias dificultades, como el escaso acceso a la red y de conectividad inalámbrica de algunas áreas del país, el costo del desarrollo de las aplicaciones necesarias para incorporar efectivamente la herramienta a las lecciones, así como el valor de los dispositivos en sí.
Según contó Diez a Campus-iProfesional.com, incluso en el "e-learning" aún hay muchos debates por resolver: "Hay una resistencia cultural tecnológica. Por ejemplo, la población de usuarios que tiene que capacitar una empresa que trabaja a nivel nacional es tremendamente grande y heterogénea, tanto desde el punto de vista del manejo de la herramienta como por sus posibilidades de conexión".
Por otra parte, "todavía no se puede tener el mismo nivel de experiencia multimediática en ‘mobile' que en una máquina de escritorio", apuntó el CEO de Activica, que diseña programas de capacitación para firmas como Dell, McDonald's y Tenaris. Esta dificultad se traslada, además, a la etapa de producción de contenidos educativos. "Hay muy pocos programas que permiten acceder remotamente a un Learning Content Management System (LCMS) desde el cual publicar", explicó Diez.
Sin embargo, el futuro se muestra promisorio: "Los lenguajes de programación siguen siendo un limitante, pero es un problema cuya solución está a la vuelta de la esquina", agregó.
Aunque, incluso una vez resuelto el dilema informático, "falta investigación sobre la metodología. No basta con incorporar la tecnología y pensar que el tema está resuelto. Hace falta adaptar la enseñanza para que esa tecnología tenga sentido. Sino, seguimos vendiendo espejitos de colores", sentenció Cukier.
Trabas al nuevo modelo
En la Argentina el "m-learning" tendrá un enemigo extra: las trabas para la importación de artículos electrónicos. Sucede que las populares iPad, así como todos los modelos producidos en el extranjero, desde este mes de enero pagarán una tasa del 35% -el máximo permitido por la Organización Mundial de Comercio- para ingresar al mercado local.
Y si bien el gobierno nacional eliminó recientemente el sistema de Licencias No Automáticas para un centenar de productos, el requisito se mantiene para los de electrónica y se suma al sistema de Declaraciones Juradas Anticipadas que deben presentar los importadores.
"En nuestro caso, por el momento, trabajando de manera organizada con proveedores autorizados hemos logrado entregar los dispositivos en tiempo y forma", contó a Gustavo Schötz, director de la Maestría en Propiedad Intelectual de la Universidad Austral.
Aunque aclaró: "Creemos que un aumento de los aranceles o mayores limitaciones a la importación pueden afectar negativamente el proyecto, ya que no parece posible sustituir proveedores ni desarrollar la fabricación local en el cortísimo plazo, teniendo en cuenta que las clases comienzan en marzo".
"Volver al fotocopiado sería un serio retroceso", sentenció Schötz.
En este marco, los obstáculos que deberá superar el "mobile learning" son de múltiples naturalezas. Pero Diez es optimista, y estima que este nuevo modelo de capacitación seguirá el mismo camino de Internet que pasó de ser casi unidireccional a tener mayor interacción. "Hoy quien produce los contenidos de capacitación los publica en un servidor y los usuarios los consumen. La evolución natural será que los mismos consumidores los retroalimenten con su experiencia", afirmó                                    http://www.iprofesional.com/notas/155267-Las-iPad-ganan-presencia-en-las-aulas-y-el-m-learning-le-puso-fecha-de-defuncin-a-los-manuales-de-formacin-ejecutiva

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