sábado, 16 de marzo de 2013

Los secretos del Central, la escuela modelo


Depende de la Universidad desde 1973

Los secretos del Central, la escuela modelo

Son muchas las voces autorizadas que sostienen que el Colegio Central Universitario es una de las mejores instituciones educacionales de la provincia. Cada año, son miles de chicos los que desean ingresar y sólo unos cien logran hacerlo. Cómo es la dinámica de trabajo, cuáles son los planes que desarrollan. De qué se trata la esencia que a tantos adeptos atrapa. Por Luz Ochoa.


viernes, 15 de marzo de 2013

Los secretos del Central, la escuela modelo
Por Luz Ochoa

El Colegio Central Universitario Mariano Moreno parece ser la joyita de las escuelas en San Juan. Es que el pulso del ‘vox populi’ marca que cada vez son más los chicos y los padres que buscan e intentan ser parte de dicho instituto preuniversitario.

Todos los años, se rinde un examen de ingreso para entrar a una de las escuelas dependientes de la Universidad Nacional de San Juan y es el CCU quien más solicitudes tiene. Si bien es cierto que el cupo de alumnos es menor en comparación con la Escuela de Comercio y la Escuela Industrial, en mayor cantidad, son los primeros puntajes los que definen sus destinos en la institución situada sobre Ignacio de la Roza. 

Fundada en 1965, la escuela que hoy dirige Esther Sánchez siempre mantuvo el mismo sistema de calificación, el cualitativo. Lejos de la exactitud y de lo llano de los números, la escala de valores para evaluar se apoya en letras, en palabras, en conceptos. “Desde el momento de su fundación hasta el día de hoy, la manera de evaluar a los alumnos es mediante letras y nos funciona muy bien. Es la única en la provincia que utiliza este sistema”, cuenta la directora.

Basados en las valoraciones positivas AMS (alcanzó muy satisfactoriamente), AS (alcanzó satisfactoriamente), A (alcanzó) y en las negativas FA (faltó alcanzar), los procesos evaluativos se sustentan en contenidos repartidos en objetivos. “Cada objetivo es un conocimiento básico que el alumno debe tener aprobado. A su vez, las materias están compuestas por varios objetivos que deben ser alcanzados a lo largo del año. Esto acaba con las especulaciones y obliga al alumno a aprender todo lo que se le enseña”, explica Sánchez.

- ¿Cómo describiría el mecanismo del sistema educativo dentro de su establecimiento?
- Tanto la modalidad de trabajo con alumnos, profesores y personal administrativo es democratizado. Todos comparten sus ideas y las discuten. El espacio para el debate sano está dado. Se trata de establecer un lugar importante para el consenso porque es eso en lo que estamos fallando como sociedad.

- ¿Cómo describiría usted a un alumno tipo de su escuela?
- El alumno que asiste es un habitante de la sociedad en la que estamos inmersos. Con sus ideas, sus posibilidades, sus reticencias. Es un alumno normal y corriente al que se estimula bastante. En conjunto, es versátil porque provienen de diferentes realidades y todos conviven bajo un mismo techo. 

- ¿Cuál es el concepto básico con el que se manejan los contenidos?
- Definitivamente, en el de educación versus colegio. Donde todos confluimos sin crear diferencias. Dejamos atrás una visión mecanicista, finita y lineal de la realidad para organizar un mundo multidimensional, de características holográficas y de propiedades infinitas.

-¿Cuáles son los desafíos que se plantean como institución educativa?
- El propósito está en enseñar a que el alumno maneje, procese y manipule la información y no la  acumule para sólo almacenarla.

Así, estructurada y conceptual, quien se encuentra al frente del colegio, acompañada por la doctora María Cristina Hevilla, expresa con vivacidad las capacidades de su establecimiento. Mientras tanto, en la dirección, entran y salen alumnos. Felices, se asoman para avisar que aprobaron para alegría de los directivos.

El ambiente es cálido. Se palpa informalidad y respeto, relación que no siempre se presta en un vínculo tan viejo como único, director-alumno. 
Con orientaciones en Humanidades y Ciencias Sociales, Ciencias Biológicas y Comunicación, Arte y Diseño, el CCU se nutre, según cuenta su directora, del proceder pedagógico que encuadra el enunciado de Enrique Pestalozzi “paso a paso y acabadamente”.
http://www.tiempodesanjuan.com/

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