domingo, 14 de abril de 2013

Goodreads: la nueva red social de Amazon

Goodreads: la nueva red social de Amazon

Con más de 16 millones de usuarios, este punto de encuentro para lectores fue adquirido por la librería virtual más grande del mundo, que pagó US$ 150 millones. El sitio tiene una completa plataforma que permite reseñar, discutir y marcar libros leídos desde una base de datos de más de 520 millones de títulos.
por Nicolás Díaz/ Ilustración: Rafael Edwards

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No cabe duda de que algunos de los sitios más populares de los últimos años se pueden considerar dentro del género de los “catálogos virtuales”, es decir, aquellos que permiten registrar música, películas y todo tipo de contenido favorito para encontrar contactos que tienen gustos similares o, simplemente, descubrir recomendaciones de nuevos títulos o autores. Redes como Last.fm (música), Gomiso.com (TV y películas) o Raptr.com (videojuegos) sirven con estos propósitos.
Los amantes de la lectura tampoco han sido abandonados dentro de estas redes sociales y aplicaciones: Goodreads, el sitio más exitoso para los amantes de la lectura, cuenta ya con seis años de funcionamiento. “Cuando quiero saber qué leer, prefiero consultarle a algún amigo que a una persona cualquiera o a una lista de best-sellers”, señaló su creador, Otis Chandler, en su sitio web.
Bajo esa premisa, y tras algunos meses de trabajo, el sitio se lanzó a la red definitivamente en enero de 2007. Las cifras actuales están lejos de lo que Chandler pudiese haber imaginado en ese entonces: más de 16 millones de usuarios, 525 millones de títulos y 23 millones de reseñas, lo que la convierten en la red social más poblada de este tipo. Su funcionamiento, similar al de muchas otras redes, dista de ser complicado, menos aún si es que se cuenta con un perfil de Facebook.
Para comenzar, sólo basta con entrar al sitio (www.goodreads.com), donde los usuarios son bienvenidos con una serie de categorías de libros por explorar, los cuales se pueden revisar simplemente, pero no guardar ni reseñar en el caso de no tener una cuenta.
En la misma página de inicio, el sitio permite registrarse a través de una cuenta de correo electrónico y contraseña, así como también usando una cuenta de Twitter o Google (Gmail), además de la de Facebook. En el caso de elegir inicio a través de redes sociales, el sitio importará de manera automática aquellos contactos que ya estén usando el servicio, creando una lista de amigos inicial.
Una vez dentro del sitio, la plataforma permite revisar la lista de contactos y ver cada uno de sus libros leídos, indicando también el progreso que hayan hecho en cada uno, lo que se manifiesta a través de actualizaciones de estado similares a las de Facebook, las cuales pueden ser comentadas por los contactos. Cada libro marcado se acompaña de una clasificación de un máximo de cinco estrellas, la cual puede ser complementada con una reseña opcional. Además, al revisar la “línea de tiempo” con cada uno de los últimos libros marcados por sus contactos, éstos pueden chequearse automáticamente en la lista de futuras lecturas.
La ingeniera en biotecnología Natalia Jiménez (26) es una asidua lectora y en Goodreads encontró un lugar ideal para llevar un registro de sus lecturas y, de paso, conocer gente con gustos similares. “Llegué hace casi un año por recomendación de unas amigas con las que tenemos un grupo de lectura, así que decidí probarlo y no me arrepiento, es como el Last.fm de los libros”, cuenta a Tendencias.
Gracias a una aplicación gratuita disponible para dispositivos con sistema operativo iOS o Android, los usuarios también pueden realizar todas estas operaciones desde sus dispositivos móviles, una alternativa que Natalia también ha aprovechado. “También uso la característica de escanear libros, donde lees el código de barra del libro con tu celular y puedes acceder directamente a la calificación del libro y reviews. Aunque la gente se dé vuelta a mirarte cuando suena el bip del celular escaneando”, agrega.
El nuevo recurso de Amazon
También fanático de la aplicación móvil, la que hace más fácil el proceso de registro de los libros (pudiendo anotarse hasta la última página leída), el periodista José Ignacio Silva (32) explica las ventajas de las dos plataformas para usarlo: “En el computador lo utilizo principalmente para escribir reseñas y comentarios, más que nada por la facilidad que entrega el teclado, pero para todo lo demás utilizo la aplicación de iPhone. Muchas veces al rastrear el libro en el buscador, no encuentras la obra específica que lees, sino la edición en inglés. En vez de perder tiempo en eso, escaneas con el teléfono el código de barras del libro y encuentras exactamente la edición que estás leyendo”.
Silva también ha conocido gente de gustos similares a través de la red, una de sus funciones más publicitadas. “Hay personas, claro, que tienen gustos o preferencias parecidas a las propias, pero también es muy bueno cuando alguien que ha leído mucho más que uno te recomienda un libro o un autor desconocido. Yo creo que es la gran gracia de Goodreads, el conocer lectores, autores y libros de los que no tenías mayores noticias, ni tenías muchas posibilidades de enterarte de su existencia.”
Según ha confirmado la compañía, la reciente adquisición del servicio por parte de Amazon en más de US$ 150 millones no significa un cierre inminente o su inserción como un servicio dentro del sitio web de la tienda, sino que más bien sirve para limpiar la imagen del gigante de la venta en línea tras acusaciones de que la compañía eliminaba reseñas negativas de las fichas en su sitio web, un escándalo que se comprobó durante el año pasado, así como también la existencia de incentivos por parte de autores para ingresar puntajes positivos en sus obras dentro del sitio o en redes sociales.
Muchas prácticas que, por las dimensiones del sitio, no podían haber sido reguladas de manera eficaz, pero que gracias a Goodreads se realizan de manera más clara a través de los puntajes promedio generados sobre la base de sus millones de usuarios.
La adquisición también puede deberse a la creación de Bookish (www.bookish.com), la más nueva de las redes sociales para lectores e implementada por tres de las editoriales más grandes del mundo: Hachette, Simon & Schuster y Penguin. La plataforma debutó en febrero pasado y hasta ahora cuenta sólo con un poco más de 217 mil libros y un número aún no revelado de usuarios, aunque algunos de sus primeros análisis, como uno realizado por el diario electrónico The Huffington Post, reveló que algunos de los libros más destacados son, coincidentemente, los publicados por algunas de estas tres editoriales. Con nombres fuertes como los que están tras Bookish y el nuevo respaldo de Amazon, los próximos meses podrían ver una nueva batalla para ganarse a todos los “ratones de biblioteca” de la red.

Otras plataformas sólo para aficionados a la lectura

ANOBII: creada en 2006, está apoyada por gigantes de la industria editorial como Random House. Tal como Goodreads, permite llevar un registro de los libros leídos y compartirlos con otros usuarios a través de redes sociales, así como encontrar nuevos contactos basados en los gustos. También tiene aplicaciones para iOS y Android (www.anobii.com).
BOOKLAMP: se especializa en hallar las más certeras sugerencias de libros, gracias a un sistema llamado “Story DNA”, que analiza los libros y halla referencias y datos para cruzarlos con otros y mostrarlos con un nivel de compatibilidad según los temas que se traten en él. Así, los usuarios pueden navegar entre los géneros de cada uno de los libros de manera sencilla (www.booklamp.org).
SHELFARI: fue una de las primeras incursiones de Amazon en el género de las reseñas literarias (adquirida en 2008). Se enfoca más en el descubrimiento de nuevas obras y autores que puedan gustar a sus usuarios, ofreciendo categorías específicas y menús de navegación para hallar contenido de manera fácil (www.shelfari.com).
LIBRARYTHING: enfocada más al archivismo, esta red social permite recopilar información avanzada sobre su biblioteca personal a través de una serie de datos. Hoy tiene más de 80 millones de fichas y entre sus fuentes se cuentan la Biblioteca del Congreso (EE.UU.), la Biblioteca Británica y la Universidad de Yale, entre otras fuentes internacionales (www.librarything.com)
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