Publicado en 8 de abril de 2013
por grupodurga
Desde su posición privilegiada en EE UU, Jose Merlo nos alerta de un artículo reciente del Library Journal (Skills for Leading Libraries of the Future: Leading From the Library, by Steven Bell) sobre las cualidades que deben adornar a los líderes bibliotecarios del futuro. Desde Durga, siempre que leeemos la palabra “futuro” nos lanzamos a leer y glosar, que no pueda decirse que descuidamos el camino hacia 2029. Dicho esto, ahí va nuestra idea del mentado artículo.
Steven Bell, vicepresidente y presidente electo de ACRL, bibliotecario académico y bloguero, reflexiona en el artículo sobre las condiciones de los buenos gestores bibliotecarios del futuro. Bell homenajea de este modo al recientemente fallecido Joe Branin, un gran gestor y modelo para bibliotecarios académicos de todo el mundo. Branin, fallecido en diciembre del año pasado, solía quejarse de la escasez de artículos sobre liderazgo que recibía como editor de College & Research Libraries. Le preocupaba que los bibliotecarios no estuvieran preparando apropiadamente a los que han de dirigir las bibliotecas del futuro. Para Branin un buen gestor bibliotecario debería “ser capaz de construir una visión de futuro de la biblioteca, ser capaz de pilotar el cambio, moverse con acierto entre las autoridades políticas, hacer de la biblioteca el corazón del campus y crear consenso en la importancia de llevar a cabo una dirección estratégica.”
En un momento de constante transformación en el panorama académico, la biblioteca universitaria debe estar preparada para asumir ese cambio y ser, de este modo, parte fundamental de ese viaje emprendido por la educación superior. Algunos de los cinco requisitos básicos que se han identificado como fundamentales para el liderazgo empresarial en 2020 pueden aplicarse fácilmente a los gestores bibliotecarios. Bell suma a las propuestas de Branin esas cinco cualidades generales de liderazgo que Brandt se había molestado en adaptar a los gestores universitarios de cara al futuro:
- Creer firmemente en la colaboración
- Crear equipos
- Dominar la tecnología
- Tener una visión global y actualizada del entorno académico en todas sus facetas
- Centrarse en el futuro
Trasladando toda esta teoría a nuestro entorno más inmediato y mirándonos al espejo convendría, por lo tanto, identificar cuáles son nuestras ventajas y nuestros puntos débiles. Para adquirir esas capacidades de patronear nuestras naves, los bibliotecarios estamos bien pertrechados con el hábito de la autoformación, bien a través del propio esfuerzo, del mirar alrededor, como de la formación ofrecida por distintas asociaciones profesionales. Como “deberes” quizás tengamos ahora que reflexionar sobre nuestra capacidad para la toma de decisiones y, sobre todo y como afirma Bell, centrarnos en la formación de aquellos que seguirán nuestros pasos a partir de 2020 y más allá. Bibliotecarios del futuro: tomen decisiones, fórmense, sean parte del contexto. Pero, sobre todo, no pierdan el timón del liderazgo
.http://bibliotecas2029.wordpress.com/
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