sábado, 1 de junio de 2013

Letras del corazón

Madre e hija unidas por la escritura

Letras del corazón

Gabriela De Nápoli y María Celina Quiroga De Nápoli comparten comidas, alegrías, contratiempos y también su pasión por escribir. Ambas fueron premiadas en el Primer Concurso Literario de San Juan “Jorge Leonidas Escudero”. Por Jorge Balmaceda Bucci.


viernes, 31 de mayo de 2013
Letras del corazón
Por Jorge Balmaceda Bucci
Cada relación entre padres e hijos -al igual que cada familia- es un mundo, como se dice habitualmente y tan fiel queda reflejado día tras día en la sociedad. Hay quienes comparten horas de fútbol, otros encuentran el común denominador en la cocina y otros –tal vez los menos-, como Gabriela y María Celina, refuerzan su vínculo sanguíneo en el amplio y atractivo mundo de la literatura. Madre e hija depositan su pasión en la esfera de la escritura, una rama artística que días atrás les retribuyó con un premio a tantas horas de inspiración y expresión.

Fue aproximadamente cinco años atrás cuando mamá Gabriela, artista plástica e incansable exploradora y consumidora de manifestaciones creativas, animó a su pequeña María Celina, por entonces con 9 años, para compartir un taller literario en el Centro Cultural Amadeo Conte Grand. Fue el punto de partida. Allí madre e hijas se empaparon de herramientas y caminos que, desde entonces, les permiten sacar el máximo provecho a los suspiros de inspiración que fueron -y van- apareciendo en sus vidas.

María Celina, que ya a sus 6 añitos había escrito su primera poesía (ver recuadro), cursa actualmente el tercer año en el Colegio Central Universitario. Los primeros compases de su relación con la escritura giraron alrededor de la poesía, pero en la actualidad es el género narrativo el que le despierta mayor intereses, el que le provoca mayores retos. Fue precisamente en esta vertiente literaria donde encontró el reconocimiento con la obtención del segundo puesto, en la categoría adolescente, del Primer Concurso Literario de San Juan “Jorge Leonidas Escudero”. Su cuento “Una mudanza insospechada”, que narra la historia de su protagonista principal dentro de un mundo fantástico envasado en un árbol, recibió muy buena crítica del jurado. A eso hay que sumarle un datito por demás importante: fue la escritora más joven de todos los premiados.

La entrega de Gabriela también tuvo su premio en el mencionado concurso. La esposa de Roberto Quiroga y madre también de Lucas, María, Ana Laura y Lucía –María Celina es la benjamina del quinteto hereditario-  se quedó con la tercera posición en el Género Poesía, categoría adultos. “Hacia abajo” se llama la obra que premió el jurado y que le demostró a “Ela” –ese su seudónimo- que su inclinación por la rama poética de la literatura es todo un acierto.

“Me encantó ver a Celina recibir su premio. Lo disfruté mucho más que al mío. Como madre me siento muy orgullosa. Es apasionada como yo por la escritura y siempre está creando cosas nuevas”, indicó Gabriela, a la que su hija definió como” una de mis principales fuentes de inspiración. Fue ella la que me animó a empezar a explorar este mundo y siempre me está animando para que siga”.

Ambas sostienen que la escritura, tanto de poesías como de cuentos, es su pasatiempo preferido y la manera más apasionada y divertida de exteriorizar los sentimientos que experimentan. “Cecé” –así firma María Celina- ubica a María Elena Walsh y Adela Basch el trono de sus referentes literarios, mientras que Gabriela opta por Olga Orozco, Julio Cortázar y el sanjuanino Álvaro Olmedo.

Sus futuros tienen obviamente la escritura como compañera de viaje. Cecé tiene en “pause” un libro de cuentos que, a la espera de disponer del tiempo suficiente para terminarlo, ya ocupa el espacio de 30 páginas. “Ele”, en tanto, tiene asumido que la hora –hora y media- que le queda todos los días libres cuando “recolecta” a toda su tropa seguirá siendo su momento de goce literario. El tiempo en el que, café de por medio, la escritora que lleva dentro asume todo el protagonismo.
“El sol que brilla,
los pájaros vuelan
y la luz en mi alma me espera”
(Primera poesía de María Celina con 6 años)
Devoradora de arte
Gabriela consume arte por doquier y en todas sus expresiones. Su relación directa con las artes plásticas le sirve de fuente de inspiración para su faceta literaria. La música, el cine y demás vertientes artísticas le dan pie a nuevas ideas, a nuevas creaciones. Últimamente es el arte de la vitivinicultura la que estimula su vida, al punto que sus cuadros están coloreados con vino, la sangre de la vid
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