En
referencia a cómo la biblioteca escolar puede dar acceso a los recursos
digitales hay que centrar la acción de la biblioteca en la realización
de tareas de filtro y redistribución de recursos pero focalizados en
proyectos concretos. ¿Qué necesitamos?: ¿una biblioteca digital escolar
pensada como colección o una plataforma que aglutine entornos virtuales
para el aprendizaje?
Es importante considerar que la selección de recursos es desde la biblioteca y no para la biblioteca. Es un servicio para facilitar el acceso, no un servicio para explotar una colección. La información digital fluye y no la podemos retener en contenedores cerrados sino solo expandir desde repositorios flexibles y abiertos adecuados a las edades de las personas que deben consultarlos. El objetivo es administrar o gestionar entornos informativos de aprendizaje a través de una plataforma virtual propia. Para ello las herramientas 2.0 están a nuestra disposición.
Es importante considerar que la selección de recursos es desde la biblioteca y no para la biblioteca. Es un servicio para facilitar el acceso, no un servicio para explotar una colección. La información digital fluye y no la podemos retener en contenedores cerrados sino solo expandir desde repositorios flexibles y abiertos adecuados a las edades de las personas que deben consultarlos. El objetivo es administrar o gestionar entornos informativos de aprendizaje a través de una plataforma virtual propia. Para ello las herramientas 2.0 están a nuestra disposición.
La biblioteca escolar con los recursos digitales ha de llevar a cabo una
labor de filtro y redistribución. Es una labor de gran valúa ya que
tiene un grado importante de dificultad porqué la acción de filtrado
implica valoración y selección. Y la acción de distribución implica
dispensar y repartir. ¿Sobre qué criterios y para qué realizaremos esa
labor?
No es cuestión solo que los contenidos que se seleccionen sean
relevantes sino que sean realmente pertinentes. Que sean útiles para
aquello que se precisa. Esta es la clave de los criterios o de la
política de gestión de contenidos. Si el objetivo es tener un "corpus
bibliotecario", una "colección", necesitamos recursos relevantes. Pero
si lo que queremos es focalizar en proyectos o demandas concretas
procedentes de las aulas, lo que necesitamos son recursos pertinentes,
es decir recursos que respondan a una necesidad informativa concreta que
haya sido planteada.
- En primer lugar se precisa disponer de unos criterios muy claros y estrictos de filtro y selección (una política de gestión de contenidos propia) que incluya por un lado aspectos concretos de la etapa educativa (el nivel) y aspectos concretos del contexto social y cultural donde está el centro. Hay un tipo de recursos generales que pueden ser para todos los centros de una misma comunidad autónoma pero otros recursos están más vinculados a aspectos concretos: provincia, municipio...
- En segundo lugar se precisa una concreción muy exacta de las necesidades que se quieren cubrir: los contenidos específicos de las áreas o de los proyectos. Es más fácil empezar por los proyectos porque es más concreto..... (aquí se requiere la colaboración del profesorado o un conocimiento propio del tema...)
- En tercer lugar se precisa escoger la herramienta o herramientas digitales en función de dos premisas: que sea adecuada a la etapa educativa que la ha de utilizar ( la edad de los chavales...) y que las herramientas que disponga para recuperar la información sean útiles e intuitivas (con lenguaje natural y uso de etiquetas).
http://bibliotecaescolarinfo.blogspot.com.ar/2013/05/selecionar-recursos-digitales-desde-la.html
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