Un premio que ayuda a potenciar la salida laboral de la gente cieg

Los alumnos de la escuela Braille ganaron un concurso organizado por la Fundación Banco San Juan y obtuvieron máquinas e insumos para el taller en el que producen elementos de limpieza. Daiana Kaziura - Diario De Cuyo

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El avance es muy importante para ellos. Ahora podrán lijar rápidamente, atornillar sin problemas, mejorar la calidad de sus productos y ya no van a tener que renegar con máquinas que se rompen por tantos años de uso. Se trata de los alumnos de la escuela Braille, que son ciegos o disminuidos visuales y ganaron un premio de la Fundación Banco San Juan integrado por maquinarias para su taller de construcción de elementos de limpieza, a través del cual aprenden un oficio.

Ayer, los 70 alumnos recorrieron el taller y conocieron sus nuevas máquinas. Algunos de ellos estaban muy emocionados. Desde hace 10 años, los chicos y adultos que asisten a la escuela aprenden a hacer lampazos, cepillos, escobas, escobillones y bolsas que venden a empresas y particulares. “Siempre se piensa que la persona ciega sólo puede salir a vender tarjetas o a pedir dinero. Con la intención de cambiar eso decidimos iniciar el taller”, comentó Mario Vega, el profesor que dicta las prácticas. Y agregó que “es difícil lograr que los chicos se familiaricen con los espacios, las máquinas y la tarea. Pero notamos que logramos nuestro objetivo, porque muchos adultos que aprendieron el oficio acá ya están trabajando afuera”.

Según las autoridades de la escuela, parte del dinero recaudado con las ventas se usa para comprar insumos y el resto se reparte entre los alumnos. El profesor aseguró que, si bien las ganancias no son importantes, sirven como incentivo para que los chicos sigan avanzando.

Ahora, la tarea será más fácil para los alumnos. Es que, la escuela participó en el curso “Produciendo en la escuela” y obtuvo un premio de 51.000 pesos en máquinas y materia prima. Entre otras cosas, recibieron un taladro de banco, lijadoras orbitales, destornilladores a batería, una máquina soldadora de polietileno y una balanza. “Para nosotros todo esto es muy importante, porque acelerará el trabajo y ayudará a que los alumnos aprendan a usar nuevas máquinas. Además, permitirá aumentar y mejorar la producción. Por eso estamos tan contentos y agradecidos”, comentó la vicedirectora de la escuela, Zulma Olivera
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