lunes, 15 de julio de 2013

Vecinos en guerra por una biblioteca popular


La Fray Justo Santa María de Oro

La comisión directiva de la Unión Vecinal Larman se quebró por diferencias internas y en el medio quedó, tironeada, la biblioteca popular que armaron hace más de 30 años, a pulmón. Dicen que cerró en septiembre del 2013, sin destino por ahora. Por Ernestina Muñoz.


domingo, 14 de julio de 2013
Vecinos en guerra por una biblioteca popular
Las fundadoras de la Fray Justo, custodiando la humilde y querida colección de libros
Por Ernestina Muñoz
Canal 13

Los estantes enclenques, los libros recostados, la mesa de humilde madera. Es poco lo que se puede cotizar de la Biblioteca Popular Fray Justo Santa María de Oro. Pero tiene tanto valor para los vecinos que no dudaron en pelar por “la niña mimada”.

Desde hace unos años, las bibliotecas populares cobran una subvención nacional. Es por eso que deben tener un presidente que se haga responsable del cobro y de los libros. Los vecinos de Larman desconocieron esto hasta septiembre pasado, cuando les anunciaron que debían cerrar por no tener esta situación resuelta. Aparentemente ese es el motivo por el que una parte de la comisión directiva se separó, consiguió personería jurídica y se apropió de la colección de libros.

Tiempo de San Juan intentó comunicarse con la comisión directiva en pugna, pero prefirieron no dar explicaciones por este conflicto. Ester Balmaceda, del triunvirato normalizador de la biblioteca, cortó abrupta y unilateralmente la comunicación al ser consultada; excusándose en que debía consultarlo con sus pares.

“Se aprovecharon de que nosotros estábamos ocupados en la normalización de la unión vecinal para moverse a nuestras espaldas. Nos quitaron la hija mimada, la biblioteca que tanto  costó armar”, acusó Marta Susana Fernández de Carrizo, del otro lado de la vereda. 

Una fuente calificada del área indicó que desconocían el cierre de la biblioteca en septiembre pasado, hasta la consulta periodística. Luego pidieron tiempo para reunir a las partes, con la esperanza de que limaran asperezas.

Las fundadoras de la Unión Vecinal Larman manifestaron un profundo dolor al hablar de la inminente pérdida de la biblioteca.  No se resignan a perder la Fray Justo, construida ladrillo por ladrillo por algunos de ellos cuando corría la década del 70. Las villas Libertador, Antonia, Ruiz, María y Maurín decidieron agruparse y darle nombre a la unión de voluntades. Lo primero que hicieron fue la biblioteca con el objetivo de que sea un centro de contención y de reunión para los vecinos. Ahí todos empezaron a guardar las donaciones que obtenían y los libros que compraban con lo recaudado en rifas y tómbolas en las que ellos mismos sacaban de sus casas elementos para que sean premios.

“Los bronces hablan”, dijo Marta señalando una plaquita con los nombres de los pioneros. Bety Varela, Nely Fernández, Cecilia Brandani, César Ocampo, Josefa de Espejo “la principal que luchó y luchó, a ellos jamás se los destacó por su trabajo desinteresado”, agregó. “Si se levantaran, yo no sé qué se armaría acá por la quita de la biblioteca”, apunta.

Atrás quedaron los tiempos en los que los vecinos se conocían y se daban una mano para construir identidad. “Tenemos mil necesidades, soñamos con un SUM en el predio de enfrente que está inhabitable”, cuenta Gladys.  Faltan socios que activamente quieran donar sus fuerzas. "Para esto, para estar sentados acá contando este drama, no tienen tiempo. Hoy, para la gente, no deja de ser un problema la actividad social”, finalizó Gladys.
http://www.tiempodesanjuan.com/notas/2013/7/14/vecinos-guerra-biblioteca-popular-35989.asp

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