martes, 25 de noviembre de 2014

Sarmiento en la Recoleta

25/11/2014 REALIDAD

Sarmiento en la Recoleta

Luis Eduardo Meglioli (*)

        
Una vez más surge la propuesta de trasladar los restos de Domingo F. Sarmiento a San Juan. Es bueno que los legisladores nacionales no se olviden del prócer sanjuanino más universal y, desde la lógica, RESULTA atinado pensar que todo ser humano sueña con descansar definitivamente en su tierra natal, salvo raras excepciones. Pero los sanjuaninos necesitamos que las cenizas de un hombre clave de la historia Argentina, considerado Maestro de América desde la Conferencia Interamericana de Educación del 11 de septiembre de 1943, permanezcan en Capital Federal y en el cementerio de la Recoleta, entre otras cosas porque el mausoleo que guarda sus restos es el más visitado por argentinos y extranjeros, sólo precedido por el de Evita. Y, sobre todo, porque en una carta citada en su Obras Completas, y dirigida al amigo que le dona un terreno donde hoy se levanta su sepulcro, Sarmiento expresa: "Ya tengo un lugar donde descansen mis huesos+. Es más, en tiempos en que algunos porteños (incluidos ciertos dirigentes políticos nacionales, como el ministro de Educación y algunos notables candidatos de la oposición), no tienen claro quién fue este sanjuanino, porque se quedan en las anécdotas y en las frases estrafalarias del autor de "Facundo+ que no se callaba nada, es aconsejable no alejar el sitio de su reposo final. Los restos de Sarmiento en San Juan podrían provocar un olvido mayor del personaje, y reducirían a la mínima expresión los visitantes. Al mismo tiempo, la lejanía de Capital Federal podría restarle acento al halo de prócer nacional que se ganó a pulso. En la necrópolis porteña de la Recoleta la tumba del Padre de la Educación, diseñada por él mismo, está ubicada en las calles internas de la sección 17, cerca de la de Facundo Quiroga, y en su cripta se puede observar un altar dentro del cual descansan los restos. Cada tanto, desde 1888, se habla en San Juan de traer sus despojos mortales, y las propuestas formales estuvieron a cargo de los exsenadores Leopoldo Bravo y César Gioja. El proyecto que más lejos llegó fue el de Bravo, en 1988, centenario de la muerte de Sarmiento, ya que el Congreso Nacional sancionó una ley autorizando el traslado a San Juan de sus restos para depositarlos junto a los de su madre, Doña Paula Albarracín, sin concretarse. Por otra parte, la exdiputada nacional Margarita Ferrá de Bartol, gran mujer de lucha inclaudicable desde Buenos Aires por dar a Sarmiento su legítimo lugar en la Historia Argentina, buscó declarar a San Juan Capital de la Educación Popular (idea surgida en la 1ª Fiesta de la Educación de la Ciudad de San Juan en 2008), y disponer feriado nacional cada 11 de septiembre. Precisamente la diputada Daniela Castro prometió insistir con estos últimos proyectos junto al resto de sus pares sanjuaninos en el Congreso. Ahora es el diputado nacional Eduardo Cáceres quien formula la proposición de traer los restos desde Recoleta. Y su intención es comprensible. Pero el tema concreto del traslado ya se calificó como "no aconsejable+ por parte de especialistas en anteriores ocasiones. Y a ello habría que sumar que necesitamos tener una presencia fuerte de la FIGURA del prócer en Buenos Aires ante tanta diatriba inconsistente. Además, vale recordar que cada 11 de septiembre, el acto más importante en honor de Sarmiento en Capital Federal tiene como escenario el Cementerio de la Recoleta. 

Con el respeto correspondiente, y como ciudadano, yo le diría al diputado nacional Cáceres que no cesemos en explicar la vida y obra de Sarmiento en el resto del país, con el único fin de enarbolar la verdad, lejos de fanatismos o chauvinismos. Pero paralelamente a estas consideraciones, hay que consultar a los investigadores. Y para eso están los historiadores: el Departamento de Historia y el Instituto de Historia Argentina y Regional "Héctor D. Arias+, ambos de la FFHA de la Universidad Nacional de San Juan, y la Junta de Estudios Históricos de San Juan. Además, está demostrado que los gobiernos de turno (o la oposición) de cada país o región del mundo, no deben inmiscuirse en los revisionismos históricos porque resulta perjudicial para el esclarecimiento científico de la verdad. Y al margen de todo lo señalado, hay que ver también que el traslado de los restos de don Domingo ni profundiza ni mejora la opinión general sobre el prócer sanjuanino. Pero resulta reconfortante que estemos atentos a su reivindicación, porque es un hombre irrepetible que sólo buscó educación y progreso para todos, sin excepciones de ningún tipo. Vale la pena también recordar que cuando diseñó el mausoleo que guarda hoy los restos de su madre, doña Paula, y que Juan Mariel Erostarbe explica en detalle en un trabajo personal suyo publicado por la Municipalidad de la Capital, nunca expresa que allí habría de descansar también él en su momento postrero. 

http://www.diariodecuyo.com.ar/home/new_noticia.php?noticia_id=648229

(*) Periodista.

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