jueves, 21 de febrero de 2013

Protagonismo de Belgrano en Salta


20/02/2013 EDITORIAL


Con la capacidad que lo caracterizaba libró una de las batallas decisivas dentro de la guerra de la Independencia.



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Se conmemora hoy el Bicentenario de la Batalla de Salta. En ese combate flameó por primera vez la bandera celeste y blanca que Manuel Belgrano había hecho jurar unos días antes en la ribera del río Pasaje, hoy Juramento.

Hay que recordar a esta batalla que frenó el avance de las tropas realistas sobre el territorio argentino. Se trató de un enfrentamiento armado, librado el 20 de febrero de 1813 en los campos de Castañares, en la provincia de Salta, en el curso de la guerra de independencia de la Argentina.

El Ejército del Norte, al mando del general Belgrano, derrotó por segunda vez a las tropas realistas del brigadier Juan Pío Tristán, a las que había abatido ya en septiembre anterior en Tucumán. La rendición incondicional de los realistas garantizó el control del gobierno rioplatense sobre buena parte de los territorios del antiguo Virreynato del Río de la Plata y permitió a los patriotas recuperar, provisoriamente, el control de la región. La batalla constituyó un hito importante en la historia argentina porque a partir de la misma se consolidó definitivamente la frontera Norte.

¿Qué valor tiene resaltar la figura de Belgrano en la actualidad? Son muchas: vivió honradamente porque no concebía ser de otra forma. La libertad era para él, cumplir con su deber, al frente de un ejército victorioso o derrotado. Se preocupó por la educación pública y de las mujeres.

Cuando Belgrano ganó la batalla de Salta, en 1813, dispuso donar el premio que le otorgaron, que eran 40.000 pesos fuertes de su época, cifra que no ha sido actualizada oficialmente, para construir escuelas en Tarija, Jujuy, Tucumán y Salta. Murió en el lecho de dolor y en la pobreza. A él, que había sido rico, le tocó vivir las deudas de un gobierno que se hacía el distraído y no le pagaba sueldos atrasados ni le devolvía aquellos gastados en dar de comer a sus tropas. Cabe sospechar que no es irreverente pensar que en las penosas vísperas de su final pudo haber dudado: Dios mío, ¿valía la pena esto de la Patria?

En tiempos de desánimo, esta es una pregunta que se suele filtrar en el alma. En tiempos de globalización, también. Pero, ¿qué es la Patria? El poeta Marechal dijo alguna vez que "la patria es un dolor que aún no tiene bautismo''.

Es preferible decir: la patria es una esperanza construida día a día. Entre todos. Belgrano nos ha enseñado como hacerlo.

http://www.diariodecuyo.com.ar/home/new_noticia.php?noticia_id=560825

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