Debemos comprender un lenguaje que los jóvenes dominan y que nos permitirá comunicarnos con ellos
1. ¿Podría definirnos a su entender qué son las TIC?
Las llamadas “tecnologías de
la información y la comunicación” no son otra cosa que las nuevas
tecnologías (con Internet a la cabeza y sus mil posibilidades: redes sociales,
blogs, acceso inmediato a la información, contacto con los generadores
de contenidos, etc.) que están al alcance de cada vez más gente, en lo
que vendría a ser la democratización de la información. Esto tiene
matices que van desde lo educativo —por ejemplo, la posibilidad de un
alumno del Perú de comunicarse y compartir intereses y conocimientos con
otro estudiante de Indonesia— hasta lo político, como en los casos de
las grandes protestas sociales en Egipto coordinadas a través de Twitter
y Facebook.
2. En su experiencia como docente, ¿qué herramientas digitales ha incorporado para enriquecer su trabajo en el aula?
El uso de Internet es cada vez
más importante (solo hace dos días compartía con mis alumnos de
“Español 3″ un video de una de las más famosas canciones infantiles de
María Elena Walsh —autora argentina recientemente fallecida—, que nos
servía muy bien para el estudio del pretérito). En la institución en la
que trabajo estamos avanzando (empezamos efectivamente el próximo año)
hacia el denominado sistema “1:1″ (del inglés, “one to one” o “una
laptop para cada alumno”) que hará mucho más efectivo (y compulsivo) el
uso de las herramientas digitales
(sobre todo video, “postcast”, blogs). Evidentemente, el uso de la
tecnología tiene un aspecto económico. En el grupo A/B (por usar
estándares de medición del nivel socioeconómico) casi todos los jóvenes
tienen y manejan una computadora, lo que en definitiva no sucede en el
grupo C/D. Igual pasa en el aspecto institucional: habrá colegios que
podrán adquirir más máquinas y otros donde la computadoras serán un lujo
lejano a sus posibilidades (lo que, desgraciadamente, aumenta la
llamada “brecha tecnológica”).
3. ¿Considera que es importante para los docentes las nuevas tecnologías en la actividad educativa?
Los docentes deben estar al tanto de las nuevas tecnologías que implican una nueva forma
de aprendizaje por parte de los estudiantes. Nosotros somos hijos de la
cultura lectora y nuestros alumnos lo son de la cultura digital. En
estas circunstancias, o entendemos cómo es que ellos aprenden o los
perdemos como alumnos.
4. ¿Qué les diría a aquellos docentes que desconocen o se resisten a usar las nuevas tecnologías en el aula?
La resistencia al cambio es común en todos los aspectos de la vida; tenemos lo que se ha dado en nombrar como “la zona de seguridad”
o “zona de comodidad”, y somos reacios a alejarnos de ella. Un temor
generalizado en los maestros (comprensible pero, a mi entender,
infundado) es que se pretende reemplazarlos por las máquinas. La máquina
puede proveer a nuestros estudiantes de información pero no es capaz de
educarlos, no puede enseñarles a discriminar entre lo que es un
material original que aporta conocimiento y cultura, reflexión y
profundidad, de lo que es la basura repetitiva (y muchas veces
desinformante) que abunda en la red. Cuando los maestros (y los
directivos y los padres) entiendan que la máquina es una herramienta
(herramienta, sí, que conlleva un estilo de vida, con sus beneficios y
sus riesgos) y que la labor formativa de los adultos es indispensable,
la resistencia se convertirá en entusiasmo por comprender un lenguaje
que los jóvenes dominan y que nos permitirá comunicarnos con ellos.
5. En comparación con Europa y Estados Unidos, ¿en qué posición ve al Perú y a América Latina respecto al uso de las TIC en el aula?
Vivo desde hace cinco años fuera del
Perú, pero gracias a las giras que realicé como escritor visitante a
muchas escuelas en varios departamentos del país (años 2008 y 2009) pude
observar la presencia cada vez más amplia de estas herramientas en las
clases, sobre todo —hay que
decirlo— en los colegios particulares. La brecha que existe entre el
Perú (y casi todos los países de Latinoamérica) y los Estados Unidos o
la mayoría de los países de Europa, es muy grande. No manejo las
estadísticas pero, como dato referencial, puedo decir que hay colegios
en Norteamérica en los cuales las computadoras de uso individual forman parte de la vida escolar
diaria desde hace casi dos décadas. Sin embargo, en nuestro medio,
también hay un gran salto entre el uso de copias en mimeógrafo o el
proyector antediluviano que usábamos en los ochenta a la realidad de las
aulas actuales. Lamentablemente me refiero a la escuela privada, porque
en el caso de los cientos o miles de colegios estatales (y cuanto más
alejados de Lima, peor) la problemática está mucho más allá de las TIC y
pasa por aspectos más elementales como la higiene, la infraestructura,
la desnutrición de los alumnos o la nula formación de los docentes.
6. ¿Qué retos, limitaciones u obstáculos ha encontrado en su labor como docente al incorporar las actividades TIC en el aula?
El mayor riesgo es la suposición, de algunos padres de familia
y directivos, de que todo debe hacerse utilizando las nuevas
tecnologías. Habrá momentos en que la tecnología vendrá en ayuda del
maestro y momentos —muchos más de los que se cree— en que el centro de
la actividad en el aula será el talento del profesor, esa vieja y aún no
superada función de animar a los alumnos e inspirarlos a perseguir el
conocimiento y madurar como seres humanos. Otro asunto de carácter
práctico es el manejo del aula, es decir, cómo permitir que la
tecnología esté presente sin que se convierta en un factor de
distracción permanente.
7. ¿Qué rol considera que tienen los padres de familia en el uso de las TIC para mejorar el aprendizaje de sus hijos?
Resulta evidente que los roles variarán según una serie de condiciones, en las que el nivel socioeconómico
jugará un papel esencial. Muchos padres de familia temen a las nuevas
tecnologías porque las desconocen. Si bien es cada vez mayor el número
de padres con hijos en edad escolar que domina las TIC, es cierto
también que hay un número importante de padres que por razón de su
propia vida laboral (y muchas veces por limitaciones que van desde falta
de tiempo hasta escasez de recursos) ignoran por completo el mundo de
las nuevas tecnologías y se sienten atemorizados a la hora de
enfrentarlo. En todo caso, es necesario zanjar que existe una diferencia
abismal entre lo que es la información y la formación, la acumulación
de datos y la adquisición de cultura, la capacidad de manejar máquinas
complicadas y la madurez para hacerlo responsablemente. El rol de padres
y maestros (formativo, no informativo) no varía según varíen las TIC,
aunque el conocimiento de las nuevas tecnologías les permitirá, como ya
se ha dicho, conocer y comprender mucho mejor el mundo en el que se
desenvuelven sus hijos y alumnos.
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* Bachiller en Derecho y Ciencias
Políticas (Universidad Nacional Mayor de San Marcos), con un Diplomado
en Educación y otro en Filosofía. Actualmente estudia el Máster en
Libros y Literatura Infantil y Juvenil, en la Universitat Autónoma de
Barcelona.
Articulo publicado en http://www.colgadodelalectura.com/maestros-articulos/debemos-comprender-un-lenguaje-que-los-jovenes-dominan-y-que-nos-permitira-comunicarnos-con-ellos/
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