El misterio se transforma en miedo cuando se dan cita antagonistas (seres maléficos, fantásticos o sobrenaturales) que causan angustia y ansiedad a los personajes y que suponen una seria e inquietante amenaza para ellos. El lector también reconoce este peligro como tal, lo experimenta de una forma directa y cobra intensidad frente a él, al sentirse implicado en la acción.
En la narrativa de miedo y terror el autor busca despertar la ansiedad del lector y provocar en él inquietud o desasosiego, ya sea procedente de la violencia, de un terror psicológico o de un miedo sobrenatural.
¿Qué valoramos en estas obras?
- Las amenazas: que surjan de forma gradual para percibir los riesgos y consecuencias y que crezcan en intensidad para dar tensión al relato.
- Los acontecimientos: que las situaciones de terror se sucedan con altibajos, con crestas y mesetas respecto al conflicto y no de una manera plana.
- La tensión narrativa: que el enfrentamiento de las
fuerzas en pugna tenga la tensión e incertidumbre suficiente para no
decantarse de antemano hacia un lado y que los progresos de unas y otras
estén justificados y no sean gratuitos.
- El ambiente o atmósfera: que la acción y los
personajes estén envueltos en una atmósfera oportuna que aporte
intensidad al devenir de los acontecimientos: ambientes propicios al
miedo, que despierten en el lector sensaciones y sentimientos acordes a
la acción.
- Las circunstancias: que los escenarios y contexto en el
que se mueven los personajes refuercen la sensación de abandono,
debilidad, confusión o pérdida de la seguridad que les convierten en
víctimas y resulte verosímil la amenaza que cae sobre ellos.
- La implicación del lector: que el autor provoque
inquietud y desasosiego en él, despierte su ansiedad; que sea hábil y le
ofrezca pistas pero que deje, a la vez, espacio para que éste observe y
especule.
- Articulo publicado en http://www.lecturalab.org/story/Pautas-para-reconocer-y-valorar-una-novela-de-terror-para-nios-y-jvenes_3012
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