martes, 16 de septiembre de 2014

“La calidad de la educación es una construcción colectiva y una responsabilidad compartida”

“La calidad de la educación es una construcción colectiva y una responsabilidad compartida”

Entrevista con Mariela Leones, Coordinadora Nacional del Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación (LLECE) para Argentina.
Mariela ha estado vinculada al LLECE desde 1997, año en que fue implementado el primer estudio que mide el aprendizaje en educación primaria en América Latina, el PERCE, de igual forma que con la segunda versión de la evaluación, SERCE en 2006; en ambas ocasiones, Mariela fue miembro del equipo pedagógico del Ministerio de Educación Nacional.
Actualmente, coordina la implementación de los estudios del LLECE como jefa del Departamento de Evaluación de la Calidad Educativa de la Dirección Nacional de Información y Evaluación de la Calidad Educativa (DiNIECE) del Ministerio de Educación de Argentina.
¿Cómo evalúa su experiencia como coordinadora nacional del LLECE hasta ahora?
Con la reciente aplicación del TERCE en el año 2013, pude valorar la riqueza del intercambio de experiencias desarrolladas en otros países de la región, con los que compartimos una historia atravesada por dificultades educativas propias, que requieren de un trabajo mancomunado y sostenido en el tiempo.
¿Ha contribuido el LLECE al desarrollo de la evaluación educativa en su país?
A lo largo del tiempo el LLECE ha aportado conocimiento técnico riguroso y experiencia al desarrollo de la evaluación latinoamericana. Además, para los equipos técnicos de los países que participaron de la evaluación, estos conocimientos han estado marcados por una visión común y cooperativa en el diagnóstico de los problemas educativos.
¿Cómo se organiza la evaluación educativa en su país y cuáles son su enfoque y objetivos?
La calidad de la educación es una construcción colectiva y una responsabilidad compartida por todos los involucrados en el hecho educativo y su evaluación debe asumir, entonces, un carácter eminentemente formativo. Un proceso de evaluación con carácter formativo, además de exhibir resultados, enfatiza la interpretación y comprensión en torno a los mismos, en términos de qué transmiten y qué muestran esos resultados, y acciona en consecuencia para la mejora educativa.
Es así que el Ministerio de Educación, a través del Departamento de Evaluación de la DiNIECE, tiene entre sus funciones coordinar y organizar el Operativo Nacional de Evaluación (ONE) así como la implementación de las evaluaciones internacionales TERCE y PISA.
Hace 20 años que se llevan a cabo los ONE, aplicados a una muestra de alumnos de tercer y sexto año de la educación primaria, a una muestra de segundo/tercer año y último año de la educación secundaria. A partir del 2010, se realiza un estudio censal en el último año de la educación secundaria. El Consejo Federal de Educación, en 2010, decidió una periodicidad trienal de la aplicación de las evaluaciones nacionales.
En el ONE se administran pruebas estandarizadas dentro de un enfoque de evaluación formativa de criterios, cuyo referente es el currículo nacional: núcleos de aprendizaje prioritarios. El enfoque se centra en la descripción de una escala de desempeños de los estudiantes y se informa el porcentaje de los alumnos que hay en cada nivel. Esto favorece el diálogo pedagógico necesario para repensar las hipótesis, reformular alternativas de solución, y dinamiza la reflexión del docente sobre sus propias posiciones metodológicas en la elaboración de estrategias de enseñanza y en el análisis de las respuestas de los alumnos.
Los criterios de evaluación son aprobados a partir de un proceso de consenso nacional previo a la aplicación piloto de las pruebas. Nuestros equipos técnicos dedican gran parte del tiempo de trabajo cuidando que los contenidos curriculares estén bien representados en las preguntas que se aplican en las pruebas nacionales.
En el último ONE, realizado en 2013, fueron evaluadas más de 10.000 escuelas, alcanzando a más de 400.000 alumnos del nivel primario y secundario. Las áreas evaluadas fueron matemática, ciencias sociales, ciencias naturales y lengua/escritura; la evaluación a gran escala de una producción escrita de los estudiantes es una experiencia pionera en el país.
Se aplican, además, cuestionarios de contexto destinados a los alumnos, docentes y directores de la educación primaria y secundaria. La finalidad de tales cuestionarios ha sido proporcionar información útil para profundizar el conocimiento sobre los factores que explican el nivel y las desigualdades en el desempeño de los estudiantes.
Con el análisis de los resultados se elaboran informes y recomendaciones metodológicas para la enseñanza destinados a los docentes. Asimismo, se convoca a todas las jurisdicciones a elaborar proyectos de uso de la información del ONE, promoviendo así la reflexión, la apropiación de los resultados y la mejora educativa de acuerdo a los contextos locales.
En particular, la devolución de los resultados del ONE Censal de la Educación Secundaria es confidencial y solamente se le entrega al director de cada escuela evaluada, a través de un sitio en internet. Cada director de escuela, mediante una clave, accede a los resultados de su escuela con un informe pedagógico sobre los desempeños de los estudiantes de la institución educativa.
Por último, antes de la aplicación de las evaluaciones nacionales e internacionales, se desarrollan programas de sensibilización y capacitación destinados a docentes, directivos y supervisores de las escuelas, a fin de explicitar los criterios de evaluación y acompañar a la institución educativa en el proceso de evaluación.
¿Cómo piensa usted que el TERCE pueda apoyar a la mejora de calidad educativa en su país?
El TERCE será una herramienta valiosa en la medida en que todos los involucrados nos apropiemos del sentido y de la importancia de sus resultados para repensar la calidad de los aprendizajes de la educación primaria en la región y, desde aquí, repensar la calidad educativa en todas sus dimensiones y complejidades.
En primer lugar, es deseable dimensionar cabalmente el sentido y la importancia que tiene el estudio para cada país en sí mismo y, luego en el marco de una evaluación comparada, para explicar e iluminar la actual situación educativa latinoamericana y poner en perspectiva con la anterior edición del estudio (SERCE, 2006).
En nuestro país, como en la mayoría de los países de la región, la educación primaria cuenta con el logro, más que aceptable, de indicadores cuantitativos (acceso y egreso del nivel). Pero los indicadores cualitativos (calidad de los aprendizajes) no han sido lo suficientemente interpelados y abordados por todos los actores educativos; esto último requiere de un mayor esfuerzo y trabajo sostenido en el tiempo. Sin dudas, un indicador no es sin el otro y juntos lograrán una plena inclusión con calidad y justicia social, en todas sus dimensiones económica, cultural, afectiva y política.
Es así que el TERCE contribuye a explicar e iluminar la calidad de los aprendizajes de los niños y niñas de la región en función de los contextos locales. Comprender en profundidad lo que saben y son capaces de hacer nuestros alumnos, en un determinado recorte de saberes evaluados, y, a su vez, potenciar esta información con otros estudios cualitativos, puede posicionar al país y a la región en un renovado debate sobre las prácticas pedagógicas y las estrategias de enseñanza y de aprendizajes, a fin de definir las políticas públicas educativas más acertadas para el nivel en el actual contexto educativo.
¿Cuál es el estado de situación de la educación en su país? ¿Cuál es el mayor desafío actual?
En los últimos años Argentina ha priorizado promover el desarrollo económico con inclusión social y la mejora educativa con inclusión escolar.
Esta prioridad de la educación se ha visto reflejada en la inversión creciente del sector público argentino que, desde la puesta en marcha de la Ley de Financiamiento Educativo en 2006, ha permitido el 6,5% de inversión en la educación como porcentaje del PIB.
En este contexto, en 2014 el gasto en educación aumentó en $5.809,0 millones de pesos argentinos, un alza de 11,1% interanual.
Cabe mencionar también las asignaciones correspondientes al Fondo Nacional para la Educación Técnico-Profesional, así como la política salarial docente sostenida en el tiempo. Asimismo, el Programa Nacional de Formación Permanente “Nuestra Escuela”, que abarca al millón de educadores de distintos niveles y modalidades de gestión estatal y privada.
Durante los últimos años el Estado ha hecho entrega también de 67 millones de libros. Asimismo, ha hecho un constante aporte a la infraestructura edilicia escolar de todos los niveles. También este año el Programa Conectar Igualdad continuará con la entrega de computadoras portátiles, después de repartir 3,5 millones de netbooks el año pasado.
Con relación a la educación superior, se ha gestionado la creación de universidades nacionales y los más de 1,8 millones de estudiantes universitarios.
Parte del desafío está en amplificar y sostener en el tiempo éstas y otras acciones de inclusión social y escolar. Es decir, continuar trabajando con políticas educativas integrales que posibiliten su implementación efectiva para todo el alumnado, en pos de reducir la brecha de las desigualdades sociales, lograr la calidad en las condiciones de partida y democratizar la enseñanza.
En tanto, los nuevos desafíos que se pretenden alcanzar están vinculados con la extensión de la jornada extendida en zonas socioeconómicamente vulnerables, la obligatoriedad de la sala de cuatro años, mejora de las condiciones de permanencia y egreso de la escuela secundaria, profundizar el uso de las TIC en las prácticas pedagógicas y potenciar la formación y capacitación docente.
http://www.unesco.org/new/es/santiago/press-room/newsletters/newsletter-laboratory-for-assessment-of-the-quality-of-education-llece/n14/mariela-leones/

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