jueves, 25 de julio de 2013

Laboratorios digitales y makerspaces: innovar haciendo, crear compartiendo


¿Cómo pueden ayudarnos las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) a ser más creativos, enseñarnos nuevas habilidades e incluso a encontrar nuevas posibilidades laborales? El ejemplo a través de un proyecto impulsado en las bibliotecas públicas de los Estados Unidos de América, que también puede replicarse en estas tierras.
El portal educ.ar estuvo presente en la 45.º Reunión Nacional de Bibliotecarios. Celebrada en la ciudad de Buenos Aires en 2013, hubo una presentación que nos invitó a la reflexión y ejemplificó cómo la creatividad —en combinación con las nuevas tecnologías— puede ayudar al desarrollo social y a la mejora de las condiciones de vida.

En esta conferencia, la especialista norteamericana Anne Johnson presentó un proyecto que se está extendiendo en las bibliotecas públicas de los Estados Unidos de América: la creación de laboratorios digitales de aprendizaje y «makerspaces».
Anne Johnson, de pie con un micrófono, y Graciela Spedalieri, sentada y manejando una computadora, realizan su exposición en una pantalla gigante.
Anne Johnson junto a Graciela Spedalieri, durante la conferencia.

A manera de disparador, comentó que el impacto de las nuevas tecnologías en la sociedad modificó la relación de los usuarios con la información: hoy ya no somos consumidores estáticos (que solo reciben lo que alguien les ofrece), sino que también podemos ser creadores de contenidos, protagonistas en la construcción del conocimiento.

¿Qué son los laboratorios digitales de aprendizaje?

Son espacios instalados dentro de las bibliotecas, que promueven el aprendizaje y la exploración con las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC). Para ello se ofrecen cursos y talleres, se prestan equipos y dispositivos electrónicos (¿se imaginan poder llevarse en préstamo a casa dos libros de papel, 1 DVD y una cámara digital?) y se entrega software para realizar producciones en video, audio y fotografía, sin mencionar el diseño de sitios web, juegos y aplicaciones.

La Biblioteca Pública de Chicago, por ejemplo, creó en 2006 un centro de medios digitales para jóvenes llamado YouMedia. Computadoras, sintetizadores, cámaras digitales, pizarras digitales interactivas: el silencio de la escucha y el sonido de las conversaciones conviven con las ganas de aprender de los jóvenes que visitan la biblioteca.
Coordinadores y adolescentes trabajando en ronda, en la sala de una biblioteca pública con sillones y alfombras. En color.
Bibliotecarios de Chicago, junto a tutores de Digital Youth Network, coordinando talleres para chicos.
youmediachicago.org

Makerspaces: lugares para hacer haciendo

Los makerspaces (del inglés «maker»: fabricante, y «spaces»: espacios) permiten hacer y probar lo que nosotros diseñamos: desde obras artísticas hasta microemprendimientos comerciales.

También conocidos como hackerspaces, hacklabs o hackspaces, son espacios de gestión comunitaria donde las personas con intereses comunes (en tecnología, ciencia o arte digital, entre otros) se juntan y colaboran para construir y llevar a la práctica sus ideas.

Johnson destacó la importancia que tienen para apoyar los aprendizajes en ciencia, tecnología, ingeniería y matemática a través del desarrollo de habilidades prácticas. También subrayó que permiten fomentar el juego y la exploración. Aquí las tutorías entre pares y el intercambio de ideas son algo común, y todo el tiempo se alienta a que la gente experimente, pruebe y se equivoque… y vuelva a probar.
Estructura metálica en medio de una sala de una biblioteca pública. Allí funciona un Makerspace . En color.
Makerspace en la Biblioteca de Westport, Connecticut, EE. UU.
www.makerlibrarian.com
Consultada sobre qué deberían tener en cuenta las bibliotecas escolares que quieran dar sus primeros pasos en la creación de sus propios makerspaces, ella explicó que primero deben definir los propósitos y las metas, para luego recién decidir la dinámica de funcionamiento.

Por ejemplo: si la meta es explorar y producir con los estudiantes nuevos materiales, solo se necesitarán unas pocas herramientas digitales básicas. Si la meta, en cambio, es mejorar las habilidades y los conocimientos tecnológicos, será necesario tener una currícula más formal y un coordinador con conocimientos apropiados.

También está la opción de conformar un «laboratorio digital de aprendizaje» (con software para diseño gráfico y composición musical, entre otras variantes), proyecto que puede resultar muy atractivo para los adolescentes que un makerspace propiamente dicho.

Festivales Conectar: makerspaces itinerantes

En la Argentina, educ.ar y el Programa Conectar Igualdad organizan los Festivales Conectar en ciudades y localidades de todo el país. Estos festivales constituyen una mirada innovadora para experimentar el arte digital y el aprendizaje con nuevas tecnologías en la escuela.
Johnson nos sugirió algunas actividades innovadoras para los jóvenes y los adolescentes que podrían incorporarse para mejorar aún más la creatividad y la innovación en eventos de este tipo:
«Si se desea promover el uso de las computadoras, son recomendables las actividades que incorporen habilidades informáticas crecientes combinadas con concursos (de fotos, dibujos y videos). Los chicos disfrutan de los concursos y de mostrar lo que hacen a sus pares». 
En ese sentido, educ.ar promovió y sigue promoviendo diversas convocatorias y concursos para estudiantes. «Los eventos se ven muy creativos», continuó. Un aspecto importante para tener siempre en cuenta es tratar de ofrecer la última tecnología disponible, lo realmente nuevo, algo con lo que los adolescentes puedan entusiasmarse e interactuar».

Makerspaces e inclusión social

Durante las últimas décadas, el estado de Míchigan —históricamente uno de los corazones del cinturón industrial estadounidense— experimentó un aumento crítico de la tasa de desempleo. Muchos desempleados y subempleados encontraron contención, ayuda y asesoramiento en una propuesta de Tom Root y Dale Grover llamada Maker Works. Se trata de una combinación entre un makerspace y una pyme que ayudó a generar nuevas oportunidades laborales para la comunidad.
Tutores y aprendices del Maker Work utilizando una impresora 3D. En color.
Tutores y aprendices del Maker Work de Míchigan utilizando una impresora 3D .
blog.makezine.com

Oportunidades laborales

Johnson también se refirió al papel que los makerspaces y los laboratorios digitales de aprendizaje pueden desempeñar para integrar a grupos de desempleados y a sectores sociales en situación de riesgo:
«Dado que los makerspaces están disponibles —de manera libre— en algunas bibliotecas públicas, cualquier miembro de la comunidad puede usar el equipamiento o tomar clases gratuitas para aprender a utilizarlo. Estos espacios pueden transmitir nuevas habilidades a las personas sin trabajo, que les permitan obtener puestos en los que necesiten usar equipos similares. También puede inspirarlos a diseñar un nuevo producto que podrían crear y vender ellos mismos.

Algunas bibliotecas también ofrecen clases sobre cómo redactar un currículum vítae (CV), cómo encarar una entrevista de trabajo, cómo buscar empleo y adaptarse al mundo laboral. También pueden crearse incubadoras de innovación o talleres para el desarrollo de pymes que, junto con la adquisición de nuevos saberes, ayudarán a las personas encontrar mejores trabajos».
* El portal educ.ar agradece a la especialista Anne Johnson, agregada regional para servicios de información de la Embajada EE. UU. en la Argentina. También extendemos nuestro agradecimiento a Graciela Spedalieri, integrante de I-Space (espacio de información, innovación e inglés), que ayudó con la interpretación y traducción del inglés.

http://www.educ.ar/sitios/educar/blogs/ver?id=118757

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