martes, 23 de julio de 2013

Quino se tiró a “una pileta de afecto” en la Feria Infantil


Por Julieta Roffo

El autor de Mafalda firmó unos 300 libros a sus lectores. Vuelve mañana a las 15.
23/07/13
Hay abuelas, hay madres, hay tíos y hay hijos. Hay un grupo de brasileñas, en la Feria del Libro Infantil y Juvenil, que hablan poquísimo español, que no entienden lo que pasa hasta que reconocen a la nena-caricatura en el stand de Ediciones De la Flor, y a su autor, y compran un ejemplar porque el propio está en casa, y deletrean su nombre en una hoja para que Quino, el dueño de todas las miradas, les firme el libro.
Ayer, el autor de Mafalda firmó unos 300 ejemplares: una hora antes de que llegara al stand ya había cola y a medida que sus lectores llegaban a la mesa, Quino los recibía afectuoso, con marcador en mano y el reglamentario vaso de cerveza fría a su derecha.
“¿Cómo te llamás?”, “¿Dónde te firmo?”, “¿Cómo encontraron la Feria este año?”, “¿De qué origen es tu apellido?”: Quino pregunta, indaga. Prefiere –se le nota en la sonrisa– a los más chicos y tiene un por qué: “Sé que los libros se los compran los padres, pero igual da una sensación de permanencia que es muy linda cuando los que se acercan son los chicos”, explica. Es que esos encuentros “ son como tirarse a una pileta de afecto; porque el trabajo es muy solitario, estás encerrado, mandás la página a la revista o al diario. No conocés a tus lectores hasta que los ves en estas situaciones”.
Sus lectores traen libros pero también historias: una treintañera llora cuando le cuenta a Quino que su novio, durante el exilio en París, sólo tenía Mafalda para leer en castellano y le pide que firme “para Federico”. Una madre, que también llora cuando él le agarra la mano, le presenta a sus dos hijas, le cuenta que todas –ella en primer lugar– aprendieron a leer gracias a sus cuadritos. Ese agradecimiento por convertirse en la primera lectura se reproduce una, dos, cincuenta veces. Y todas las veces él responde: “Gracias a ustedes”.
En la cola, los más contentos son los adultos. Pero ojo, que la joven guardia también pisa fuerte, como Facundo, de 7 años, que le dice a Quino: “Sos el mejor autor del Universo”. “No exageremos”, responde él. Tírese a la pileta de afecto, maestro, que sobra el agua.
http://www.clarin.com/sociedad/Quino-pileta-afecto-Feria-Infantil_0_961103941.html

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