domingo, 21 de julio de 2013

Revalorizar los sitios turísticos


21/07/2013 EDITORIAL


Nuestra provincia cuenta con complejos turísticos tradicionales que forman parte de un rico patrimonio histórico.



   
La reciente declaración de monumento histórico nacional del hotel Termas de Villavicencio, en Mendoza, así como también de los complejos turísticos de Chapadmalal, de la provincia de Buenos Aires, y de Embalse Río III, Córdoba, representa un importante respaldo para la conservación y desarrollo de estos sitios, con el objetivo de continuar con su aprovechamiento turístico, con fines sociales, o apuntando a sectores más selectos.

La existencia en San Juan de atractivos tradicionales caso de Pismanta, en Iglesia, en plena actividad, y otros como la Hostería de Agua Hedionda, en Jáchal, que a pesar de estar en las inmediaciones de la Cuesta de Huaco, nunca fue habilitada y también la Hostería de Barreal, en Calingasta, forman parte de un patrimonio que merece políticas tendientes a promover su actividad. Recordemos que se considera monumento histórico nacional a las realizaciones arquitectónicas, lugares u obras que por su interés y valor gozan de una protección jurídica específica para su preservación, enriquecimiento y exhibición.

En el caso del hotel Termas de Villavicencio, la Secretaría de Cultura de la Presidencia de la Nación tuvo en cuenta, como antecedente para declararlo monumento histórico, el hecho de que este complejo fue construido en las primeras décadas del Siglo XX, a partir de la difusión de las propiedades curativas de las aguas termales que dispone y que se convirtió en un ícono de la provincia de Mendoza, al aparecer su foto en los envases de una de las aguas minerales más conocidas. También se tuvo en cuenta que está enclavado en un área de más de 67.000 hectáreas declaradas reserva natural.

Pismanta, por su parte, comparte el privilegio de ser una fuente de aguas termales reconocida a nivel mundial, al igual que Agua Hedionda, que además está en un ámbito natural único, a 32 kilómetros de San José de Jáchal, y a 192 de nuestra ciudad. Entre 2004 y 2005 estuvo a punto de convertirse en un centro de medicina tibetana, al conocerse el interés por parte de un grupo de monjes budistas de adquirir el complejo por el poder energético detectado en el lugar. Este proyecto como otros tantos, quedó sin efecto y la situación persiste hasta la fecha.

Promover un mayor aprovechamiento o impulsar el desarrollo de estos sitios turísticos debe ser un objetivo prioritario. Seguramente en este marco figura la idea de concesionar Agua Hedionda expresada en estos últimos días por el Gobierno provincial.
http://www.diariodecuyo.com.ar/home/new_noticia.php?noticia_id=582228

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