domingo, 17 de agosto de 2014

Las máximas del Libertador

17/08/2014 EDITORIAL

Las máximas del Libertador

El legado de San Martín fue la Patria y la libertad, también dejó un modelo ético para las nuevas generaciones.

        
El general José de San Martín es el padre de la Patria no sólo de la Argentina, sino reconocido y admirado como tal en los países a los que les dio la independencia, considerado en el mundo como un gran libertador de los pueblos gracias a sus dotes de militar, estratega y político. Una figura de la historia universal que perdura por su colosal campaña emancipadora, pero también por sembrar enseñanzas de moral, decencia, disciplina y en favor de los derechos fundamentales.

A 164 años de su tránsito a la gloria, la herencia ética del gran Libertador sigue vigente, tanto en el ámbito militar como civil. Señaló las virtudes de la prudencia, la justicia, la fortaleza y la templanza que hizo comprender a sus efectivos en las gestas del subcontinente, al ordenar a los oficiales avanzar con órdenes que no lesionaran lo ilícito y con una obediencia irrestricta a los objetivos perseguidos respetando a la población.

Y, concluida su campaña apoteósica, el Gran Capitán se volcó a plasmar esos valores en una guía para la formación de su hija Mercedes. Las Máximas, redactadas en Bruselas en 1825, para que pudiera recibir en Europa la mejor educación sobre los mismos principios que defendió su padre, también tenían mucho sentido para las nuevas generaciones de los pueblos recientemente liberados, pero jamás pudo pensar que tuvieran vigencia hoy, a casi dos siglos de haberlas escrito como consejos de padre.
http://www.diariodecuyo.com.ar/home/new_noticia.php?noticia_id=635459
El mensaje contiene mandamientos que lo hacen inmortal por una actualidad que lleva a respetarlos como persona de bien. Actuar inspirados en el amor a la verdad, la confianza y amistad, la caridad con los pobres, el respeto sobre la propiedad privada, el desprecio por el lujo, la dulzura con los pobres y viejos y proceder inspirados en el amor por la Patria y por la libertad, son algunas de las premisas que alcanzan a las conductas individuales de todos los tiempos.

San Martín pasó casi toda su vida ejerciendo un liderazgo político y militar en el rol de uno los libertadores más admirados en el mundo entero, pero su lado humano nunca estuvo opacado por esa actividad tan activa, a la que dedicó todo su esfuerzo pensando en el bien común y EL FUTURO de una independencia irreprochable. Por eso su personalidad se enaltece ya que pese a la distancia de su hogar y sin tener un trato cotidiano con su hija, el prócer dejó sentado por escrito consejos de padre que la historia ha transformado en un mensaje señero para los progenitores y, en particular para la reflexión de los políticos que alcanzan el poder.

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