viernes, 29 de agosto de 2014

Más allá de la pura vanguardia

Más allá de la pura vanguardia

Cuentos. ”Calles y otros relatos”, el primer libro de Stephen Dixon traducido al español, presenta a una rara avis de la narrativa estadounidense.

POR MARGARA AVERBACH

Como pasa con algunas colecciones de cuentos, el libro de Stephen Dixon apela a más de un grupo de lectores. El cuento es un género fragmentario y aquí hay dos estilos de escritura que podrían dividir aguas entre los que se acerquen a Calles y otros relatos .
La mayoría de los textos es claramente experimental, una literatura interesada en explorar los límites del lenguaje, del pensamiento expresado en palabras y muy alejada de cualquier descripción del mundo fuera de lo lingüístico. Lo que buscan es causar un efecto demoledor específicamente en un lugar más bien intelectual y estético de la mente. Dixon es un artesano cuidadoso y lo consigue siempre, ayudado por la excelente traducción de Martin Schiaffino. Para algunos lectores, ese tipo de relato es apasionante; para otros, termina en irritación. Como bien decía Umberto Eco, todo arte elige a quién está dirigido.
Desde el punto de vista de una lectora que pertenece más bien al segundo grupo de lectores, tal vez el mejor de los relatos “experimentales” sea “Adiós al adiós”, donde se cuentan varias versiones de una escena de separación amorosa. Antes de contar cada una, el narrador en primera persona trata de borrar la anterior diciendo: “No fue eso lo que pasó, por supuesto. Pasó lo siguiente”, y después, empieza de nuevo. Es evidente que está intentando contar lo imposible y el tema es siempre el mismo pero los detalles van cambiando. Es un juego muy interesante pero hay un problema: para quienes vemos siempre una relación con el mundo fuera del lenguaje, leídas en conjunto, las versiones parecen una defensa de la violencia masculina como medio de seducción… Eso arruina el experimento, por lo menos cuando lo lee una mujer. Para las mujeres, no hay duda de que “Adiós al adiós” es revulsivo y de que ese efecto es intencional, la forma que elige Dixon de comunicarse con su público.
El segundo grupo de cuentos es mucho menos frecuente que el anterior: “Historias del 14”, “Corte” y “Hora de irse”; tal vez también algunos como “Un tipo enamorado”, en los que el narrador tiene una reacción frente a algo y la repite tanto que la convierte en locura. En estos relatos, Dixon demuestra su capacidad para escribir más allá de la pura vanguardia. Por ejemplo, “Historias del 14” empieza con un disparo y se abre en abanico hacia todo lo que provoca ese disparo a su alrededor, como una piedra que dibuja círculos en un charco tranquilo. Ese cuento y “Corte”, con una estructura similar, tienen un alto voltaje emocional, además de intelectual y lúdico y por lo tanto establecen una comunicación muy diferente con los lectores. Para quienes disfrutamos mucho más de ese tipo de literatura, esos cuentos muestran a Dixon como un escritor trascendente que escribe, eso sí, desde una ideología pesimista, desesperada y ligada a la violencia, como gran parte de la literatura masculina de escritores blancos en su país.
La colección, editada por Eduardo Berti y prologada por Rodrigo Fresán es una buena oportunidad para acercarse a un autor estadounidense importante y hasta ahora muy poco conocido en Argentina.
http://www.revistaenie.clarin.com/literatura/resenas/alla-pura-vanguardia_0_1198680165.html

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