El legado del gran médico-UN HOMENAJE A GUILLERMO RAWSON

SOCIEDAD / UN HOMENAJE A GUILLERMO RAWSON

El legado del gran médico

Su colega, el doctor Arnaldo Doisembant, escribió un libro sobre la vida y la obra del sanjuanino, padre de la higienismo en la Argentina. Al Gobierno de San Juan le interesó y editó el trabajo para repartirlo en escuelas y bibliotecas.

Paulina Rotman. Foto: Colaboración Nilda Ferreyra Subdirectora de la Casa de San Juan en Buenos Aires

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Muchos pero muchos años después de que el sanjuanino Guillermo Rawson falleciera (el 2 de febrero de 1890 en París), el médico porteño Arnaldo Doisembant redescubrió su legado y quiso plasmarlo para que al menos todo profesional que abrasara el cuidado de la salud valorara los logros de quien fuera considerado como "el padre de la higiene pública argentina''. De hecho, así lo hizo y con creces ya que el Gobierno de San Juan, interesado en su trabajo, acaba de publicar su libro, el que repartirá en escuelas y bibliotecas de la provincia. Doisembant ya era médico y ejercía la profesión desde los consultorios del Hospital de Clínicas y también en sus clases de Medicina Interna en la UBA, cuando se adentró en el mundo de Guillermo Rawson. Fue cuando llegó a sus manos un libro que hablaba del accionar de Rawson como ministro de Mitre y destacaba su permanente actitud moral y ética para encarar el día a día. Pese a reconocer con sorpresa "que ese ejercicio no debería llamarnos la atención pero desgraciadamente no es algo común en nuestros días'' -según reconoce Doisembant desde Capital Federal- eso lo que lo cautivó para seguir investigando. "Gracias a Rawson conocí San Juan. Vine aquí a recabar más datos de los que había conseguido para mi tesis de doctorado, que fue justamente no sólo sobre su obra asistencial e higienisista, sino como hombre que supo ser un modelo para el país. Creo que la historia argentina está en deuda con este personaje porque más allá de algunos hospitales como el que tienen en San Juan, algunas calles, escuelas o la cuidad capital de Chubut que le debe su nombre a sus gestiones por instalar en esta zona de la Patagonia a la primera colonia galesa del país, desconocemos su accionar en pos de una patria mejor. Ni siquiera en la carrera médica se lo reconoce por sus aportes'', dice convencido este médico que sin mayores herramientas como historiador logró un interesante libro donde no sólo hay datos de Rawson, sino además de su contexto histórico y de la realidad paralela que se vivía a cada momento en el mundo entero. Por ejemplo, cuando cuenta que Rawson fue quien detalló como debían ser las cloacas en Buenos Aires o cómo debían ponerse los adoquines, también remite a cómo era el sistema de cloacas en esa época en diferentes lugares del mundo o explica cuál fue la primera calle pavimentada en su ciudad. Página a página Por gestiones de los directores de la Casa de San Juan en Buenos Aires, en el 2011, la Cámara de Diputados local le dio el primer aval al borrador de "Guillermo Colesby Rawson: el padre de la higiene pública argentina y su modelo de país'', al declararlo de Interés Histórico, Cultural y Educativo. Tuvieron que pasar dos años hasta que la obra se vio plasmada en papel. De hecho, fue el Gobierno de San Juan, a través de la Secretaría de Cultura, el que imprimió 300 ejemplares para repartir en escuelas y bibliotecas, en un principio de la provincia. "Hay mucho por aprender de Guillermo Rawson, un hombre que aplicaba la honestidad en su vida cotidiana y que tenía un gran amor a la ciencia. Esos conceptos los tenemos que aplicar e imitar, grandes y chicos'', resume su experiencia, el escritor, que hasta ahora sólo se había dedicado a la redacción de materiales vinculados a la medicina pero con Guillermo Rawson se animó a desafiar los límites de la literatura y de la historia. Entre muchísimos otros datos, Doisembant rescata que Guillermo Rawson fue Presidente de la Sociedad Científica Argentina, "en un momento en que no había tecnología pero sí muchos avances científicos. Él sí tenía en cambio tiempo para estudiar y gracias a su dedicación tuvo grandes resultados. Por ejemplo, siendo estudiante secundario en Buenos Aires descubrió los principios básicos del telégrafo, cinco años antes de que Morse transmitiera su primer mensaje. A esta travesura que en realidad fue un gran invento se la contó al Padre Gomila, su profesor, en una clase de electricidad. Le planteó que mediante la transmisión de descargas eléctricas que tuvieran un significado convencional se podrían transmitir palabras a grandes distancias y que así él podría conversar con su padre, que estaba en San Juan, le dijo textualmente. O a fines de 1870 en una conferencia de esta sociedad planteó una ley de rotación de esferas solares y planetarias, lo que hoy conocemos con la teoría del Big-Bang. También representó a la Argentina en el primer congreso de Climatología, donde habló de cómo incidía la temperatura del ambiente en la salud de la gente. El propuso un código sanitario panamericano y dio pie a lo que años más tardes fue la Organización Mundial de la Salud. Fue un gran precursor no solo de la ciencia médica'', detalla y remite que Guillermo Colesbery Rawson fue un médico, higienista y político argentino, que se desempeñó como legislador en San Juan, como diputado del Congreso Nacional, como senador en 1862 y como ministro del Interior durante la presidencia de Bartolomé Mitre (entre 1862 y 1868). Además, fue el impulsor -junto a Toribio Ayerza- de la creación de la Cruz Roja Argentina. Fue el hijo de un afamado médico de origen estadounidense (pero con raíces de nobles ingleses), Amán Rawson, y la sanjuanina Justina Rojo, era el hermano menor de Benjamín Franklin, un destacado pintor que trascendió -como Guillermo- las fronteras de San Juan .http://www.diariodecuyo.com.ar/home/new_noticia.php?noticia_id=579245