martes, 16 de julio de 2013

Murió Ernesto Schoo, mítico crítico, periodista y escritor


Por Susana Reinoso

Columnista de La Nación hasta el fin, se destacó por su extensa y prestigiosa trayectoria iniciada en los ‘50.
16/07/13
A los 87 años murió ayer el crítico, ensayista y escritor Ernesto Schoo. Hace dos semanas había sufrido un ACV que lo mantuvo internado en el Cemic hasta su deceso.
Exponente de una generación formada en un periodismo de ideas y culturalmente muy sólida, su ascendente carrera en el mundo de la cultura y el pensamiento se remonta a los años 50. Su despido intempestivo de La Nación, junto con Tomás Eloy Martínez, por escribir reseñas que cuestionaban la calidad de algunas producciones hollywoodenses, los llevó a despegar con la revista Primera Plana. Eran tiempos difíciles, y el cine de la industria tenía un peso enorme en las secciones de Espectáculos.
Primera Plana se convirtió en un semillero de plumas destacadas en una década de experimentación. Las críticas y opiniones de Ernesto Schoo pudieron leerse, además, en Sur, Vea y Lea, Panorama, así como en los diarios Convicción, La Opinión, Tiempo Argentino, la Gaceta de Tucumán, La Nación y La Razón, donde fue convocado por Jacobo Timerman como jefe de Espectáculos. Trabajó en La Nación hasta sus últimos días.
Nacido el 12 de octubre de 1925, recibió muchos reconocimientos. Entre otros el Premio Cóndor de Plata a la trayectoria, el Premio Konex 1987 en la categoría Comunicación y Periodismo, el Konex de Platino 2004 en la categoría Memorias y Testimonios y había sido ganador de la beca Guggenheim. En 2012 fue declarado personalidad destacada de la cultura por la Legislatura de Buenos Aires, y en el exterior recibió dos prestigiosos galardones: la Orden de Caballero de las Artes y las Letras del gobierno francés, y la Orden al Mérito de la República italiana.
En 1983, Schoo dirigió la revista Argumento político, fundada por Dante Caputo, que fue en los albores de la democracia la revista cultural democrática por excelencia. Allí compartió la redacción con Luis Gregorich, Hugo Murno y otros.
Su extensa carrera lo llevó a conducir un programa que los memoriosos aún recuerdan: “Las musas”, en la TV por cable, junto al crítico Jorge Luis Montiel, por donde pasaron las figuras de la cultura y las artes de la Argentina y el exterior. El material forma parte de un acervo valioso del Centro de Documentación del Teatro General San Martín (TGSM), creado por Josefina Delgado. Precisamente en dicho complejo teatral Schoo fue, entre 1996 y 1998, Director General y Artístico.
Miembro emérito de la Academia Nacional de Periodismo Argentino y de la Asociación de Cronistas Cinematográficos de la Argentina, su muerte ha recibido numerosas expresiones de pesar en las redes sociales. Montiel, su colega en “Las musas”, dijo a Clarín: “Fue un amigo, un padre, un maestro de vida. Lo conocí hace 30 años, me abrió las puertas de la cultura y la historia. Desde su corazón, pródigo de afecto, no dudó en igualar el cariño que siente un padre por su hijo”.
También el director de teatro Alejandro Ullua dijo: “A los 19 años, cuando aún no sabía que haría con mi vida, Ernesto me abrió literalmente las puertas del teatro y de la ópera, con sabiduría y lejos de la solemnidad. Fue Ernesto quien me vaticinó que sería director de teatro y regisseur de ópera”.
Muchos lo comparaban con Manuel Mujica Lainez, quizá porque fue el co-guionista de la película “De la misteriosa Buenos Aires”, basada en el libro Misteriosa Buenos Aires de Manucho Mujica Lainez, que filmaron Oscar Barney Finn, Alberto Fischerman y Ricardo Wullicher en 1981. Barney Finn y Schoo también co-escribieron en 1992 “Cuatro caras para Victoria” sobre la vida de Victoria Ocampo, protagonizada por China Zorrilla, Nacha Guevara, Julia Von Grolman y Carola Reyna.
Habitué de los estrenos de teatro y cine, a las tertulias literarias, “un dandy”, como lo describen muchos amigos y colegas, Ernesto Schoo comenzó su vida de escritor en 1976 con Función de gala (Sudamericana), dedicado a su amigo Raúl Alvarez Pontiroli.
Su segunda novela, en 1978, cuando buena parte de La Opinión lo siguió al diario Convicción, fue El baile de los guerreros, una saga entre rosistas y antirosistas. En 1989 llegó “Coche negro, caballos blancos”, publicado por Ediciones De La Flor, pero antes había publicado “El placer desbocado”, que recibió el Premio del Club de los XIII a la mejor novela del año.
En los 90 llegaron Ciudad sin noche y Pasiones recobradas. Y ya en 2001 escribió el primer tomo de su autobiografía Cuadernos de la sombra, donde abordó su infancia. Deja inconclusa la historia de una vida rica en vivencias y recuerdos que se repartirán ahora entre sus amigos más queridos                  .http://www.clarin.com/sociedad/Murio-Ernesto-Schoo-periodista-escritor_0_956904353.html

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