http://www.lanacion.com.ar/1666901-la-economia-robotica-ya-es-una-realidad
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Los impactos de la nuevas tecnologías en la economía son muy variados y complejos, y en el presente incluyen la aparición de nuevos servicios como Facebook, innovadoras formas de distribución como iTunes o Amazon, nuevos productos como los smartphones, monedas virtuales (o criptomonedas, como se las conoce) como los Bitcoins y, principalmente, los avances en el campo de la robótica aplicada al trabajo.
Google ha adquirido recientemente ocho empresas distintas de robótica, mientras que Apple lleva invertidos más de 10 billones de dólares en robots y láser. Pocas dudas quedan acerca de hacia dónde se dirigen las empresas en términos de empleo: robots automatizados que aumenten la productividad y bajen los costos al mismo tiempo.
La naturaleza del trabajo y la economía están transformándose, como ya sucedió otras veces en la historia humana, habilitando con ello un nuevo paradigma.
La naturaleza del trabajo y la economía están transformándose, como ya sucedió otras veces en la historia humana, habilitando con ello un nuevo paradigma
Miles de profesiones serán llevadas a cabo por máquinas y aquellos países que acompañen este proceso imparable de manera exitosa podrán prosperar en términos económicos, mientras que muchos otros tendrán que soportar fuertes crisis y aumento en las tensiones sociales existentes.
Analizaremos a continuación a qué nos referimos cuando halamos de robótica, cuáles son las profesiones que se encuentran en riesgo para las próximas décadas y en qué aspectos se concentrarán los gobiernos de los países para facilitar o trabar esta nueva dinámica de transformación.
ENTENDIENDO A LOS ROBOTS
Los robots industriales son quizá los más conocidos, pero claramente no son los únicos. Cada vez más, los robots de servicios comienzan a ganar mercado y a comercializarse en los países más desarrollados.
Mientras que un robot industrial puede ser definido como una máquina programable en tres o más ejes multipropósito, controlado automáticamente y reprogramable, definir a un robot de servicios suele ser un poco más complejo.
Según la Federación Internacional de Robótica (IFR) http://www.ifr.org/ un robot de servicio es aquel que funciona parcial o totalmente de forma autónoma y que realiza servicios útiles en beneficio del ser humano (excluyendo procesos de fabricación), siendo capaz de actuar y tomar decisiones de forma autónoma en ambientes reales e impredecibles en lo referido al cumplimiento de determinadas tareas.
Los robots de servicio pueden clasificarse de acuerdo a su uso en dos categorías: profesionales y personales o domésticos.
La demanda de los mismos se concentra hoy en día en entretenimiento, asistencia a personas con discapacidad, tareas domésticas, transporte automatizado, seguridad y vigilancia doméstica.
Según el sitio gurús blog, dentro de poco tiempo todos los productos se diseñarán pensando puramente en los robots. Cuando compremos un electrodoméstico vendrá con un manual de instrucciones para robots, es decir, el software para que nuestro robot sea capaz de utilizarlo correctamente. Más que electrodomésticos serán periféricos para los robots.
Quizás, el horno ni siquiera pueda ser utilizado por un humano, no tendría botones, ni indicador alguno, excepto quizás para señalar si el horno está caliente y es peligroso tocarlo, ya que el robot podrá comandar al horno inalámbricamente y no precisará de ninguna interfaz humana. Sería tan absurdo como querer tener una impresora con teclado, por si la queremos usar como las antiguas máquinas de escribir.
El factor diferenciador de una sociedad robotizada es que los conocimientos y habilidades (el "know how") se podrán transmitir por Internet. Ahora, cuando un particular o una empresa necesita un especialista (para realizar una reparación, por ejemplo) o se desplaza la persona o se desplaza el aparato a reparar. Por contra, en un futuro simplemente se podrán enviar los conocimientos de reparación por Internet a un robot local para que realice el trabajo.
ESCLAVICEN A LOS ROBOTS Y LIBEREN A LOS POBRES
En una c olumna escrita por Martin Wolf y aparecida en el periódico Financial Times el pasado 12 de febrero, llamada Enslave the robots and free the poor (Esclavicen a los robots y liberen a los pobres), su autor realiza un análisis exhaustivo del tema y cita un estudio realizado recientemente por Carl Frey y Michael Osborne de la Universidad de Oxford, que indica que el 47% de los trabajos en los Estados Unidos están en riesgo debido a la posibilidad de automatización de los mismos.
El research de estos especialistas afirma que en el siglo XIX, las máquinas reemplazaron a los artesanos, mientras que en el siglo XX las computadoras sustituyeron a los trabajos de medianos ingresos, construyendo un mercado laboral polarizado. En las próximas décadas, siempre según los autores del estudio, la mayoría de los trabajadores en los sectores de transporte y logística junto con los empleados que realizan tareas administrativas serán reemplazados por robots.
Entre las profesiones que podrían desaparecer en un futuro cercano se incluyen, por ejemplo, a los empleados de los servicios sanitarios, conductores de camiones y taxistas.
Computadoras inteligentes también desplazarán trabajos de rutina, tales como la carga de datos (data entry o cálculos, entre otros) que representan hoy en día una de las principales fuentes de empleo del sector servicios.
Los trabajos que requieran menos habilidades (y por ende peores pagos) serán reemplazados por robots, mientras que los de mayor calificación y mejores pagos serían más difícil de sustituir, lo cual podría hacer que crezca aún más la desigualdad y empeore la distribución del ingreso.
Más aún: los dueños de los robots aumentarán enormemente sus márgenes mientras que las personas de bajos recursos podrían quedar desempleadas fácilmente.
LOS ROBOTS Y LOS GOBIERNOS
Frente a este panorama: ¿cómo se la arreglarán las sociedades para lidiar con la caída del empleo y los problemas en la distribución del ingreso que este escenario provocará en la población global?
Para contestar esto, hay que tener en cuenta un aspecto importante en lo referente al cambio en la producción de riqueza: con el avance de la robótica, la mayor parte de los bienes no serán en forma de capital, ni de plantas de producción, sino que serán "propiedad intelectual".
Los dueños de los robots aumentarán enormemente sus márgenes mientras que las personas de bajos recursos podrían quedar desempleadas fácilmente
Como ya está sucediendo en el presente, introducir un nuevo producto en el mercado requerirá mucho menos tiempo y capital, ya que la suma de fábricas flexibles (donde el hardware de los robots puede ser utilizado para la fabricación de productos variados simplemente cambiando el software) e Internet harán que los emprendedores puedan concentrarse más en su producto y menos en la gestión (que estará automatizada). La inversión en infraestructura y personal será mínima.
Los empresarios tendrán como principal capital la propiedad intelectual, con la cual gestionarán pequeñas y medianas empresas en un ámbito globalizado y facilitado por la web.
Frente a esto, la legislación sobre la propiedad intelectual cobra relevancia, ya que si la misma coarta los incentivos a inventar, la burocracia puede impedir el acceso de la gente y emprendedores al control de las nuevas tecnologías.
Al mismo tiempo, los Estados tendrán que legislar para que esta "nueva ola" no deje en sus orillas al retirarse unos pocos ganadores y un vasto grupo de personas sin trabajo ni esperanza. El rol de los gobiernos para redistribuir un ingreso que puede volverse más regresivo con el avance de la robótica sin dudas será uno de los mayores desafíos de esta nueva era..
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