Los bits de inteligencia son unidades de
información, tarjetas de información visual que constituyen un método
de estimulación temprana, basado en la visualización (y escucha)
repetitiva de dichos bits.
El “creador” de los bits de inteligencia
(aunque estoy segura de que este método era frecuentemente usado con
anterioridad como juego) fue Glenn Doman, fisioterapeuta estadounidense,
y los definió como:
“Unidades de información que se
presentan a los niños de una forma adecuada. Su realización concreta se
encuentra en la utilización de una ilustración o dibujo muy preciso o
una fotografía de buena calidad acompañado de un estímulo auditivo, que
consiste en enunciar en voz alta lo que representa”
Son muy útiles para estimular el
cerebro, el aprendizaje y la memoria del niño, especialmente en el
periodo de 0 a 6 años, ya que esta etapa es crucial en el desarrollo del
niño.
Ayudan a adquirir nuevos conocimientos, a
desarrollar y ampliar el lenguaje, a desarrollar el hábito y la
capacidad de atención, a desarrollar la memoria visual y auditiva, a
fomentar la curiosidad y el interés, etc.
Los Bits se agrupan en categorías
referentes a un tema y se muestran a los niños durante un segundo cada
uno. Durante cinco días seguidos se repiten tres veces al día los mismos
Bits por lo que cada colección de 10 bits se muestra 15 veces, en este
tiempo. Entre sesión y sesión diaria debe haber intervalos de media hora
como mínimo. Es recomendable trabajar con categorías muy variadas e ir
aumentando la cantidad de bits.
Estas tarjetas pueden ser elaboradas por
nosotros mismos de manera muy sencilla, aprovechando dibujos o fotos de
revistas, de envases, con procesadores de texto e imagen, o simplemente
con un folio o cartulina y rotuladores para dibujar. Además, existen
generadores de fichas personalizadas que se pueden emplear como bits.
Algunas fichas simplemente están
formadas por el dibujo o fotografía, que han de ser sencillos, sin
detalles pequeños, fácilmente reconocibles, y otras se acompañan de la
palabra escrita. Lo que importa es que el adulto que le muestra las
tarjetas al bebé (o que lo deja manipularlas) le vaya diciendo qué
nombre recibe lo que aparece en cada tarjeta.
Se suelen agrupar por temas o
categorías, los hay dedicados a los animales, las prendas de vestir, los
alimentos, los números o hasta las señales de tráfico (aquí ya entra en
juego el lenguaje simbólico)…
Lo que triunfa de este “método” es la
conjunción de dos términos tan valorados en la actualidad, estimulación e
inteligencia, y que a veces lleva a pensar que nuestros hijos serán
genios precoces. Y, aunque no sea así, los bits de inteligencia sí
conllevan algunos beneficios, que no son exclusivos de los bits (se
pueden lograr con otros métodos):
Los bits de inteligencia ayudan a
mejorar la atención y concentración de los niños en las tareas, además
de ayudar a desarrollar y estimular el cerebro, la memoria y el
aprendizaje. También contribuyen al desarrollo visual y auditivo del
niño y al aprendizaje de vocabulario.
Según su “creador”, el mejor momento
para poner en práctica este método, es cuando el niño no supera los seis
años de edad. Habría que repetir la presentación de las mismas diez
tarjetas tres veces al día (en sesiones separadas entre sí), durante
cinco días seguidos, o parar antes si observamos que el niño se cansa.
Es muy importante dejar la actividad antes de que el niño se canse.
http://actividadesinfantil.com/archives/2780
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