A 50 AÑOS DE SU DESCUBRIMIENTO
La Momia del Cerro El Toro cumplió las bodas de oro
Cinco décadas han pasado desde que Antonio Beorchia Nigris y Erico Groch encontraron los restos del chasqui inca en la montaña sanjuanina. El explorador italoargentino recordó con Tiempo de San Juan aquel momento y compartió fotos inéditas del hallazgo. Por Jorge Balmaceda Bucci.
VIERNES, 21 DE FEBRERO DE 2014
Foto inédita
Por Jorge Balmaceda Bucci
Unos cinco siglos llevaba reposando a 6.300 metros de altura hasta que Beorchia Nigris y Erico Groch la rescataron del silencioso y gélido anonimato. Fue el 26 de enero de 1964, en una precumbre del Cerro El Toro, cuando ambos montañistas divisaron bajo un despejado cielo lo que para ellos era un huevo de avestruz y que realmente terminó siendo el cráneo del histórico descubrimiento: la Momia del Cerro El Toro.
Cincuentas años se cumplieron semanas atrás de uno de los hallazgos arqueológicos de alta montaña más importantes que ha tenido lugar en San Juan, pero para Beorchia Nigris, por la frescura y nitidez con la que recuerda aquel momento, pareciese que fue ayer: “Fue de manera casual porque creíamos que el Cerro El Toro, que en realidad es un nevado no un cerro, era virgen. Aunque, todo hay que decirlo, Don Erico ya tenía, como dicen los italianos, una “infarinatura”, es decir que sabía o intuía que algo podía haber porque él había estado allí un año antes con Juan Schobinger, el primer arqueólogo profesional de alta montaña”.
“Había una plataforma ceremonial, de 12 x 7 pasos y con el eje mayor norte-sur, al lado un círculo hecho con 9 piedras grandes y en el medio lo que los creíamos que era un huevo de avestruz. Don Erico me dijo: “Mire, levante esa cosa”. Yo lo tiraba y no venía, entonces saqué algunas piedras, me tiré de panza y vi a un indio que me miraba. ¡Mierda! Me agarró como una corriente eléctrica. Fue una experiencia única”, comentó Antonio haciendo memoria, quien no quiso olvidarse que, además Grocj y él, la expedición también la integraban Gino Job (que no estuvo en el momento exacto del hallazgo por culpa de una indisposición y Adán Crispín Godoy (que los esperaba unos metros más abajo recuperándose del gran esfuerzo físico).
Continuando con el relato de aquel momento histórico, Beorchia Nigris, inmigrante italiano que llegó al país con 19 años y el próximo mayo cumplirá 75 pirulos, dijo: “Ahí me puse a trabajar -si hasta me acuerdo que me destrocé los guantes de lana que llevaba- para sacarla, pesaba unos 18 kilos y, según se estudió después, podría haber sido un chasqui inca de unos 20 años que fue sacrificado a los dioses. Estaba envuelta en un fardo funerario y entre las manos tenía un ratoncito chiquitito degollado, que los incas solían poner junto a los muertos a modo de ofrenda. Y debajo de los pies estaba todo el ajuar, que fue lo que recogimos nosotros en la tercera expedición. En la primera solo bajamos algunos testimonios para demostrar el descubrimiento y en la segunda, que impulsó Diario de Cuyo, bajaron la momia”.
Cincuentas años se cumplieron semanas atrás de uno de los hallazgos arqueológicos de alta montaña más importantes que ha tenido lugar en San Juan, pero para Beorchia Nigris, por la frescura y nitidez con la que recuerda aquel momento, pareciese que fue ayer: “Fue de manera casual porque creíamos que el Cerro El Toro, que en realidad es un nevado no un cerro, era virgen. Aunque, todo hay que decirlo, Don Erico ya tenía, como dicen los italianos, una “infarinatura”, es decir que sabía o intuía que algo podía haber porque él había estado allí un año antes con Juan Schobinger, el primer arqueólogo profesional de alta montaña”.
“Había una plataforma ceremonial, de 12 x 7 pasos y con el eje mayor norte-sur, al lado un círculo hecho con 9 piedras grandes y en el medio lo que los creíamos que era un huevo de avestruz. Don Erico me dijo: “Mire, levante esa cosa”. Yo lo tiraba y no venía, entonces saqué algunas piedras, me tiré de panza y vi a un indio que me miraba. ¡Mierda! Me agarró como una corriente eléctrica. Fue una experiencia única”, comentó Antonio haciendo memoria, quien no quiso olvidarse que, además Grocj y él, la expedición también la integraban Gino Job (que no estuvo en el momento exacto del hallazgo por culpa de una indisposición y Adán Crispín Godoy (que los esperaba unos metros más abajo recuperándose del gran esfuerzo físico).
Continuando con el relato de aquel momento histórico, Beorchia Nigris, inmigrante italiano que llegó al país con 19 años y el próximo mayo cumplirá 75 pirulos, dijo: “Ahí me puse a trabajar -si hasta me acuerdo que me destrocé los guantes de lana que llevaba- para sacarla, pesaba unos 18 kilos y, según se estudió después, podría haber sido un chasqui inca de unos 20 años que fue sacrificado a los dioses. Estaba envuelta en un fardo funerario y entre las manos tenía un ratoncito chiquitito degollado, que los incas solían poner junto a los muertos a modo de ofrenda. Y debajo de los pies estaba todo el ajuar, que fue lo que recogimos nosotros en la tercera expedición. En la primera solo bajamos algunos testimonios para demostrar el descubrimiento y en la segunda, que impulsó Diario de Cuyo, bajaron la momia”.
La expedición del descubrimiento (fines de enero 1964)Erico Groch (montañista y jefe de expedición)
Gino Job (montañista)
Adán Crispín Godoy (montañista)
Antonio Beorchia Nigris (montañista)
Justo Paredes (baquiano)
Justo Marinero (baquiano)
Gino Job (montañista)
Adán Crispín Godoy (montañista)
Antonio Beorchia Nigris (montañista)
Justo Paredes (baquiano)
Justo Marinero (baquiano)
Las otras expedicionesSegunda (Rescate de la momia – mediados de febrero 1964)
Juan Schobinger (arqueólogo)
Erico Groch (montañista)
Bernardo Rázquin (meteorólogo)
Roy Kirby (periodista)
Antonio Lago (fotógrafo)
Rogelio Díaz Costa (periodista)
Juan Schobinger (arqueólogo)
Erico Groch (montañista)
Bernardo Rázquin (meteorólogo)
Roy Kirby (periodista)
Antonio Lago (fotógrafo)
Rogelio Díaz Costa (periodista)
Tercera (Rescate del ajuar – finales de febrero 1964)
Sergio Fernández (montañista)
‘Pachacho’ Varas (montañista)
Antonio Beorchia Nigris (montañista)
Sergio Fernández (montañista)
‘Pachacho’ Varas (montañista)
Antonio Beorchia Nigris (montañista)
Data para visitarla
Instituto de Investigaciones Arqueológicas y Museo “Prof. Mariano Gambier”
Ruta 40 – Lateral Este (entre calle Progreso y Calle 5), Rawson.
Lunes a Viernes: 8:00 a 14:00
Sábados, Domingos y Feriados: CERRADO
Teléfono: (0264) 4241424
Correo electrónico: iia@ffha.unsj.edu.ar
Foto inédita
Antonio Beorchia Nigris sostiene en sus brazos a la momia instantes después de encontrarla en la precumbre del Cerro de El Toro (26 de enero de 1964). La imagen fue tomada por Erico Groch, el otro montañista que participó del hallazgo.
Instituto de Investigaciones Arqueológicas y Museo “Prof. Mariano Gambier”
Ruta 40 – Lateral Este (entre calle Progreso y Calle 5), Rawson.
Lunes a Viernes: 8:00 a 14:00
Sábados, Domingos y Feriados: CERRADO
Teléfono: (0264) 4241424
Correo electrónico: iia@ffha.unsj.edu.ar
Foto inédita
Antonio Beorchia Nigris sostiene en sus brazos a la momia instantes después de encontrarla en la precumbre del Cerro de El Toro (26 de enero de 1964). La imagen fue tomada por Erico Groch, el otro montañista que participó del hallazgo.
http://www.tiempodesanjuan.com/notas/2014/2/21/momia-cerro-toro-cumplio-bodas-51097.asp
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