Los adolescentes argentinos

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En  la Argentina, según un estudio hecho a escala mundial, sólo tres de cada diez chicos tienen padres al tanto de sus tareas. Ocupados en sus propios trabajos o cuestiones, esos adultos tratan a sus hijos con demasiada permisividad, tanto que la mitad de ellos no saben qué hacen los jóvenes en el tiempo libre. Este dato surge de la Encuesta Mundial de Salud Escolar que en nuestro país fue hecha por los ministerios de Salud y Educación conjuntamente, y de la que participaron más de 28.000 chicos escolarizados de entre 13 y 15 años, de 250 escuelas de todo el país. El mencionado estudio se hace en todo el planeta e indaga sobre las conductas de comportamiento alimentario y sexual, higiene, consumo de alcohol, tabaco y drogas, violencia, salud mental y actividad física.

El informe compara los números de la anterior encuesta, de 2007, con la actual, de 2012, y muestra variables que se modificaron significativamente. Incluso algunos resultados pueden leerse ahora a la luz de los aportados recientemente por las pruebas PISA. Por ejemplo, a la pregunta de si se hacen la rata de la escuela, el 31% de los chicos dijo que sí. Para los expertos en educación, es un dato preocupante, pues si bien en todas las épocas hubo estudiantes que faltaban a clase, por transgresión o por una mal entendida travesura, hoy esta actitud está principalmente ligada a la desvalorización de la escuela, y relacionada también con una falta de proyectos o una mirada negativa del mundo, al que no se le encuentra sentido y que produce depresión.

Esto se corresponde por lógica con la ausencia de un control por parte de sus padres o tutores.

En cuanto a las conductas sexuales, con respecto a la encuesta de 2007, el debut sexual es cada vez más temprano en la Argentina. El rango etario de iniciación creció del 26 al 36,9%. Ahora, cuatro de cada diez jóvenes se inician en el sexo antes de los 15 años, cuando cinco años antes lo hacía sólo uno de cada cuatro adolescentes. El aumento se manifestó más entre las mujeres que en los varones: el 31% de las jóvenes dijo que ya había mantenido alguna relación el año pasado, mientras que el 19% de las adolescentes había dicho lo propio en 2007.

Otros datos presentan un panorama más favorable: por ejemplo, disminuyó levemente el consumo de tabaco, porque, en comparación con 2007, en que fumaba el 21% de los encuestados, ahora sólo el 18,8% dijo haber fumado uno o más cigarrillos en los últimos 30 días. Entre otras variables favorables está el mayor consumo de frutas y verduras y más actividad física, aunque la tendencia al sobrepeso creció cuatro puntos porcentuales (del 24,5 al 28,6%), y también la obesidad (de un 4,4 a un 5,9%), aunque está también dentro de la tendencia mundial.

Es alentador el hecho de que el gobierno nacional haya decidido seguir participando en este tipo de encuestas: los funcionarios de la cartera de Salud encargados de presentar algunos de los resultados señalaron que el estudio permitirá profundizar y discutir la agenda común entre educación y desarrollo social, dos ítems fundamentales y en los cuales la Argentina muestra grandes debilidades. A la luz de estos resultados, es necesario que las autoridades refuercen o desarrollen nuevas políticas públicas de salud escolar, y que los padres, docentes y todos aquellos relacionados con los jóvenes en los ámbitos públicos y privados asuman la importancia fundamental de su presencia activa junto a los adolescentes, para dar el ejemplo, dialogar, preguntar sin perseguir e interesarse verdaderamente por ellos, por sus metas y por los valores que sustentan..