En Internet, todo lo viejo resulta nuevo otra vez
Tribuna. Si los medios publican notas de la no-noticia, los lectores las consumen con agrado.
- Umberto Eco FILOSOFO Y ESCRITOR ITALIANO
- Articulo publicado por http://www.clarin.com/opinion/Internet-viejo-resulta-nuevo-vez_0_1165683461.html
Me encontré con una historia publicada en varios periódicos europeos: que en los suburbios de París, un profesor había llevado a un grupo de estudiantes a creer que el mundo es controlado por una secta oculta, los Illuminati.
Después de examinar la noticia con detenimiento, creo que había surgido de una sola fuente: un periodista, presuntamente corto de material, que se había cruzado con una clase que devoraba informes en línea de una supuesta conspiración mundial por parte de los Illuminati.
Los Illuminati también han aparecido en un artículo sobre las teorías de la conspiración que se están extendiendo como reguero de pólvora en las escuelas; y los resultados de una encuesta muestran que 1 de cada 5 personas en Francia cree en la existencia del grupo. En última instancia, estos artículos parecen volver a dos puntos fundamentales: primero, que hay una gran cantidad de material en Internet dedicado a los Illuminati; y segundo, que un gran número de personas leen este tipo de material. ¿Es éste un material de periodismo contundente?
Es cierto que, mientras que en el pasado los teóricos de la conspiración tenían que consultar libros, además de otras anticuadas formas de medios de comunicación para investigar acerca de los presuntos centros de poder oculto, hoy sólo tienen que navegar por la Web. Allí, van a encontrar una gran cantidad de sitios dedicados a potenciales conspiraciones globales, de los Illuminati a los Sabios de Sión, e incluso el Foro Económico Mundial.
Gran parte de la literatura sobre el tema es viejo. Sin embargo, en Internet todo lo viejo es nuevo otra vez. Y en una época en que el populismo está disfrutando de un renacimiento, tal vez sea natural para los teóricos de la conspiración tratar de incitar a las masas mediante la invocación de los Illuminati, quienes supuestamente son culpables de todos los males del mundo.
Tal vez siempre habrá algunos periodistas que prefieren acceder a una historia irrelevante que admitir que no tienen nada realmente sensacional que reportar.
Lo que es notable es que los lectores no sólo aceptan esas notas de la no-noticia, sino también las consumen con agrado. Y esto nos lleva a una conclusión triste: en el vasto océano en línea, t odos y cada uno de los bits de información (no verificada) puede ser compartida. Además, Internet se presta a este tipo de “hechos” informados con un cierto aire de atemporalidad, como si estuvieran recién reportados.
Y así, un periodista perezoso puede visitar un sitio web al azar y utilizarlo como base para un artículo con un título así: “Estudiosos descubren que César fue asesinado en los idus de marzo”. Internet puede ser un paraíso para los periodistas perezosos que presentan informes sobre conspiraciones o hacen resurgir hechos establecidos como impactantes primicias. Corresponde a los lectores rechazar este tipo de periodismo, para exigir más que el status quo. Después de todo, ¿no es eso lo que harían los Illuminati?
Copyright Umberto Eco/L’Espresso, 2014.
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