Por Stephen Goldsmith. Este artículo apareció originalmente en GovTech
En abril, una conferencia
auspiciada por la Liga Nacional de Grandes Ideas para las Ciudades
reunió a algunos de los alcaldes más innovadores del país, con el objeto
de abordar los problemas que les quitan el sueño.
En muchos casos la violencia resultó ser la mayor preocupación.
El alcalde Michael Nutter de Filadelfia calificó la tasa de homicidios de la ciudad y el enorme impacto que tiene sobre la población afro-americana masculina como una crisis de salud pública. La pregunta es: ¿Qué datos y herramientas técnicas podrían ayudar a la ciudad a enfrentar esta crisis?
En su discurso,
Nutter hizo un repaso de las cifras: en 2013, el 77 por ciento de las
víctimas de homicidio en Filadelfia fueron afro-americanos. De estas 191
víctimas, 179 fueron de sexo masculino.
“En cualquier otro conjunto de
circunstancias – bajo cualquier otro parámetro de medición – esto se
consideraría una crisis de salud pública”, dijo Nutter. “La causa número
uno de muerte para hombres y niños afro-americanos de entre 10 y 24
años es el homicidio”.
Nutter recordó el avance en la tecnología de seguridad vehicular, desde los cinturones de seguridad, pasando por bolsas de aire,
hasta los sistemas de freno automático para conductores que manejan
distraídamente. Planteó la interrogante de por qué no ha habido una
respuesta tecnológica integral de características similares para la
epidemia de violencia con armas de fuego.
Aún no existe una solución
tecnológica de gran alcance basada en el uso de datos que aborde todas
las facetas de la crisis identificada por Nutter, pero hay iniciativas
prometedoras en el área de seguridad pública que están logrando que muchos barrios sean más seguros para todos.
Durante dos décadas, los departamentos de policía
han sido pioneros en el uso de datos para mejorar su rendimiento.
Comenzando con el uso de CompStat en la ciudad de Nueva York, los
departamentos de policía de todo el país han estado utilizando el
análisis estadístico para identificar lugares de alta incidencia
criminalística y responder a patrones de comportamiento criminal.
Avances tecnológicos más recientes
que involucran el uso de sensores le permiten a la fuerza policial
contar con información sobre distintas situaciones en tiempo real. Por
ejemplo, ShotSpotter proporciona alertas instantáneas a las fuerzas
policiales cuando el sistema detecta disparos de armas.
Pero tal vez las verdaderas revoluciones tecnológicas serán aquellas impulsadas por una combinación de software y hardware. El análisis predictivo generalmente ofrece mejores enfoques para abordar problemas complejos y sistémicos.
En estos últimos años, el Departamento de Policía de Santa Cruz, California, ha puesto en funcionamiento un programa predictivo de control policial
que utiliza fórmulas matemáticas para estimar la probabilidad de
futuros delitos en áreas de hasta 150 metros cuadrados. Con el énfasis
puesto inicialmente en delitos contra la propiedad, el programa ha
resultado ser altamente exitoso: en los primeros seis meses, permitió reducir la incidencia de robos
en un 14 por ciento. A medida que el departamento vaya ampliando el
programa para analizar la actividad de pandillas y los delitos
callejeros, puede convertirse en un modelo para desalentar la violencia
delictiva en las calles de cualquier ciudad.
Utilizado en combinación con la política policial de acercamiento a
la comunidad, el análisis predictivo incrementará en gran medida la seguridad pública. Esto puede observarse en Chicago, donde el análisis de redes ha ayudado a las fuerzas policiales ir más allá de la detección de “zonas calientes” del crimen,
logrando la identificación de “personas en riesgo”, o individuos con
mayor probabilidad de involucrarse en futuras situaciones de
delincuencia. De esta manera, los oficiales de policía pueden tomar
contacto con los individuos más peligrosos y los más vulnerables para
desalentar la violencia.
El programa predictivo de libertad condicional de Filadelfia puede
ser un ejemplo a seguir. Un pronóstico basado en aprendizaje automático
por parte del programa le asigna a cada uno de los individuos bajo
libertad condicional un nivel de riesgo
de cometer un delito violento. A partir de este pronóstico la ciudad se
encuentra en mejores condiciones para asignar personal y otros
recursos.
Mientras los actuales modelos predictivos de Santa Cruz y Chicago
proporcionan las herramientas para identificar lugares y personas de
interés, en el futuro futuro estas herramientas apoyará la toma de decisiones en el terreno.
En marzo,
el Jefe de Policía Bill Bratton anunció un programa piloto para
entregar a los oficiales del Departamento de Policía de Nueva York unos tablets conectadas a su Sistema de Vigilancia de Dominio (Domain Awareness System).
Este sistema les permite a los oficiales tener en tiempo real y en el
lugar donde se encuentran datos como arrestos, transcripciones de
llamados al 911 y licencias para portación de armas. Esto transforma a los oficiales en terreno en sensores y a la sede policial en un sistema nervioso central más ágil.
La epidemia de violencia en nuestro país será difícil de solucionar,
pero el uso de análisis predictivo a iniciativas de seguridad pública y a
servicios sociales representa un punto de partida.
Stephen
Goldsmith es Profesor de la Cátedra Daniel Paul de Gobierno y Director
del Programa de Innovaciones en el Gobierno en la Escuela Kennedy de la
Universidad de Harvard.
articulo publicado en http://blogs.iadb.org/sinmiedos/2014/07/08/tecnologia-para-prevenir-violencia/
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