22/07/2014 REALIDAD
Formas del camino incaico
http://www.diariodecuyo.com.ar/home/new_noticia.php?noticia_id=631969
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Señala el ing. Baca en sus investigaciones que una parte del tramo observado está situado en los departamentos de Iglesia y Calingasta, desde el lugar denominado Tocota al sud, atravesando los llanos de Leoncito hasta el río Castaño, en una extensión de 40 kilómetros, para seguir por Calingasta e internarse en Mendoza por Uspallata.
Al norte de Tocota se puede ver la senda india en varios puntos: en La Puntilla, 12 kilómetros de Tocota a Bella Vista, como a 300 metros al poniente del camino Iglesia Calingasta, frente a las ruinas de un pueblo indio; en el Refugio, 21 kilómetros de Tocota, como a 3 kilómetros al poniente del camino ya indicado y frente a ruinas de otro pueblo indio; en los campos de La Patria y Guañizuil, a la altura del Retiro, etc.
La senda observada es bien visible, de un ancho medio de 2,50 metros, con largos alineamientos rectos y sin vegetación en su trocha, salvo en pequeñas extensiones que por arrastres aluvionales modernos se modificó la antigua superficie, creciendo en este caso algunos arbustos.
La posta o tambo observada está ubicada en el cañadón de Tocota, situado a 37 kilómetros oeste-sud del pueblo de Bella Vista del departamento de Iglesia, medido sobre el camino provincial Iglesia-Calingasta. Poco antes de llegar a los primeros cultivos de Tocota el camino indio corta normalmente al camino provincial, y a 50 metros al norte y bajando la barranca se encuentra el cañadón de Tocota. Al fondo del cañadón y como a 10 metros al naciente de una división de piedras de antiguos cultivos, se encuentran restos, en ruinas, de dos grupos de viviendas indias, separadas entre sí como unos 30 metros, lo que constituye el llamado Tambo de Tocota.
Con el objeto de un mejor control de nuestras propias deducciones, de la apreciación de las obras visibles y de la información recogida, llevóse el problema al Instituto Cuyano de Cultura Americana del que formamos parte. Aceptado en principio y con gran interés, se realizaron algunas excursiones preliminares para corroborar de viso la aceptabilidad del estudio y las posibilidades atribuibles a estas obras de carácter Incaico. Asistieron a estas excursiones los miembros del Instituto, César Guerrero, Antonio de la Torre y Rogelio Schpaner, observándose en Tocota la senda india, la posta o tambo y requiriéndose información detallada de los pobladores conocedores. Una segunda excursión se realizó bajo el auspicio de la presidenta del Instituto María Sara L. de Castorino, los socios ante nombrados y 2 técnicos distinguidos, el arqueólogo Carlos Rusconi y el geólogo Manuel Telechea. Se examinó en Tocota la senda india y el tambo, recogiéndose trozos de cerámica alrededor de las ruinas. Estudiado estos elementos por los técnicos, se llegó a la conclusión de su indiscutible origen incaico.
Salimos así convencidos de que estábamos en realidad en presencia de un camino de los Incas, y que con los datos comprobados y con los nuevos por verificar, permitiría determinar el desarrollo total de la red caminera.
Causa verdadera emoción observar cómo resulta tan visible la senda, a través de tantos siglos de existencia y sin ninguna clase de conservación. El camino tiene un ancho de dos metros y medio, construido con largos alineamientos rectos, atravesando directamente el terreno sin tener en cuenta las pendientes exageradas. El ancho y las pendientes adoptadas nos aparta de suponerlas como camino de carruajes, pues además de que no se nota huellas de rodados en las partes blandas, tampoco toca zonas pobladas que pudiera servir.
Debe descartarse la posibilidad de que fuese senda de cabalgadura, pues estas, como en el caso de Tocota de terreno blando, nunca se construyeron en grandes alineamientos rectos y sí en zig zag, siguiendo las modificaciones del terreno.
Las ruinas del Tambo de Tocota tienen características indias por su distribución, confirmándose, además, el carácter incaico por la existencia de cerámicas de aquel origen.
La característica del camino, ya comentada, unido a la existencia de cerámicas peruanas y a los datos biográficos que nos informa que también en estas zonas se construyeron caminos incaicos, nos afirma en la convicción de que estamos en realidadfrente a los caminos incaicos.
Al norte de Tocota se puede ver la senda india en varios puntos: en La Puntilla, 12 kilómetros de Tocota a Bella Vista, como a 300 metros al poniente del camino Iglesia Calingasta, frente a las ruinas de un pueblo indio; en el Refugio, 21 kilómetros de Tocota, como a 3 kilómetros al poniente del camino ya indicado y frente a ruinas de otro pueblo indio; en los campos de La Patria y Guañizuil, a la altura del Retiro, etc.
La senda observada es bien visible, de un ancho medio de 2,50 metros, con largos alineamientos rectos y sin vegetación en su trocha, salvo en pequeñas extensiones que por arrastres aluvionales modernos se modificó la antigua superficie, creciendo en este caso algunos arbustos.
La posta o tambo observada está ubicada en el cañadón de Tocota, situado a 37 kilómetros oeste-sud del pueblo de Bella Vista del departamento de Iglesia, medido sobre el camino provincial Iglesia-Calingasta. Poco antes de llegar a los primeros cultivos de Tocota el camino indio corta normalmente al camino provincial, y a 50 metros al norte y bajando la barranca se encuentra el cañadón de Tocota. Al fondo del cañadón y como a 10 metros al naciente de una división de piedras de antiguos cultivos, se encuentran restos, en ruinas, de dos grupos de viviendas indias, separadas entre sí como unos 30 metros, lo que constituye el llamado Tambo de Tocota.
Con el objeto de un mejor control de nuestras propias deducciones, de la apreciación de las obras visibles y de la información recogida, llevóse el problema al Instituto Cuyano de Cultura Americana del que formamos parte. Aceptado en principio y con gran interés, se realizaron algunas excursiones preliminares para corroborar de viso la aceptabilidad del estudio y las posibilidades atribuibles a estas obras de carácter Incaico. Asistieron a estas excursiones los miembros del Instituto, César Guerrero, Antonio de la Torre y Rogelio Schpaner, observándose en Tocota la senda india, la posta o tambo y requiriéndose información detallada de los pobladores conocedores. Una segunda excursión se realizó bajo el auspicio de la presidenta del Instituto María Sara L. de Castorino, los socios ante nombrados y 2 técnicos distinguidos, el arqueólogo Carlos Rusconi y el geólogo Manuel Telechea. Se examinó en Tocota la senda india y el tambo, recogiéndose trozos de cerámica alrededor de las ruinas. Estudiado estos elementos por los técnicos, se llegó a la conclusión de su indiscutible origen incaico.
Salimos así convencidos de que estábamos en realidad en presencia de un camino de los Incas, y que con los datos comprobados y con los nuevos por verificar, permitiría determinar el desarrollo total de la red caminera.
Causa verdadera emoción observar cómo resulta tan visible la senda, a través de tantos siglos de existencia y sin ninguna clase de conservación. El camino tiene un ancho de dos metros y medio, construido con largos alineamientos rectos, atravesando directamente el terreno sin tener en cuenta las pendientes exageradas. El ancho y las pendientes adoptadas nos aparta de suponerlas como camino de carruajes, pues además de que no se nota huellas de rodados en las partes blandas, tampoco toca zonas pobladas que pudiera servir.
Debe descartarse la posibilidad de que fuese senda de cabalgadura, pues estas, como en el caso de Tocota de terreno blando, nunca se construyeron en grandes alineamientos rectos y sí en zig zag, siguiendo las modificaciones del terreno.
Las ruinas del Tambo de Tocota tienen características indias por su distribución, confirmándose, además, el carácter incaico por la existencia de cerámicas de aquel origen.
La característica del camino, ya comentada, unido a la existencia de cerámicas peruanas y a los datos biográficos que nos informa que también en estas zonas se construyeron caminos incaicos, nos afirma en la convicción de que estamos en realidadfrente a los caminos incaicos.
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