lunes, 30 de septiembre de 2013

Copyright vs. Internet


2009. Polémica criolla. Demandan a un profesor por subir textos de Derrida, gratis, a la Web.


En septiembre de 2009 Horacio Potel, profesor de filosofía de la Universidad de Lanús, fue procesado y embargado por la Justicia. Su crimen: subir textos de Nietzsche, Heidegger y Derrida a la web, tarea que llevaba a cabo desde fines de los 90. La Cámara Argentina del Libro, por pedido de la Embajada de Francia, lo demandó por infringir la ley 11.723 de propiedad intelectual. Le exigían que bajara los textos de Derrida de su sitio, y hasta pudo ir preso. El fiscal decía que Potel violaba los derechos de autor, las viejas normas que lo consagran. El profesor contestaba que antes de la aparición de Internet era fácil privatizar el conocimiento: “Ciertos señores eran dueños de máquinas, obreros y recursos, necesarios en aquellos momentos para producir un libro, una película, un disco...”. El famoso choque cultural de viejas y nuevas tecnologías no impidió que Les Édicions de Minuit, la editorial de Derrida, evocara esa letra agonizante: “Nadie puede subir esos textos a un sitio para que se bajen gratuitamente sin el acuerdo del autor”. Potel se defendió y lo defendieron: “Nunca tuve la intención de lucrar. Estos sitios son mi mejor obra”, decía entonces. Y meses después teorizaba: “El conocimiento no es una mercancía”. El caso provocó una masiva protesta en Internet. Potel, devenido héroe de la libertad de expresión, de la libre circulación de las ideas, fue sobreseído el 17 de noviembre de 2009. “Si el caso no hubiera tenido repercusión me habrían condenado”, dice ahora Horacio, a cuatro años de aquella pesadilla. “…La insignificante afectación que podría resultar al patrimonio del titular de la obra, no habilita al severo reproche de esta justicia represiva”, dijo aquel fallo. Lo que no dijo es que el concepto de derecho de autor está en crisis, que sus leyes se estrellan frente a una nueva realidad. Los sitios de Potel siguen vivos, con diseño vintage, casero. “Biblioteca pública de filosofía. Este sitio difunde cultura sin fines de lucro”, avisa. ¿Alguna ley podrá negárselo? Potel cree que sí, y sigue pidiendo ayuda.
http://www.revistaenie.clarin.com/ideas/tecnologia-comunicacion/Copyright-vs-Internet_0_1001299953.html

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