lunes, 30 de septiembre de 2013

El libro electrónico, sus riesgos y oportunidades


2007. Se lanza el Kindle. Mientras se debaten sus ventajas y defectos, los e-book siguen ganando usuarios.


El Kindle es el primer libro que te lee a ti mientras que tú lo lees a él. Si uno usa ese dispositivo legalmente –es decir, conectado a la red, consumiendo libros de Amazon.com, y utilizando sus servicios (como el respaldo de tus anotaciones en sus servidores) estás bajo vigilancia. El Kindle también es el primer libro que sólo puedes leer después de firmar un contrato. Como todos estos contratos que hoy en día firmamos sin pensar (como para abrir una cuenta en una red social o cualquier servicio online gratis) el del Kindle parece inocuo. Pero no lo es. Tu no eres el dueño de los libros digitales que compras en el sitio de Amazon.com, simplemente has licenciado un permiso para leerlos. No se pueden prestar. Tus hijos no los heredarán. Y Amazon reserva el derecho de cambiar y modificar sus contenidos sin tu permiso. El Kindle es parte del emergente Panóptico Digital. El truco de un panóptico es que nunca sabes cuando estás siendo observado, pero sabes que en todo momento puedes estar siendo observado. En el mundo del Panóptico Digital resignamos la privacidad por la comodidad. Las consecuencias a largo plazo de este trueque, para el individuo y la sociedad, están por verse. Dicho esto, el Kindle –y dispositivos parecidos– también tienen algo que fomenta la libertad que sólo pueden dar los libros. En la Argentina de hoy, por ejemplo, es difícil, sino imposible, importar libros extranjeros (tanto por los precios como por las restricciones comerciales). El Kindle resuelve este dilema. También es cierto que se puede usar el Kindle offline y en un espíritu anticapitalista. Hace poco ocurrió un milagro y mi sobrino descubrió la lectura. Le regalé un viejo Kindle mío cargado con casi 200 textos de clásicos bajados legalmente del sitio gutenberg.org. Comprar estos libros hubiera costado miles de dólares; encontrarlos hubiera llevado semanas. Si los lee tendrá una educación digna de Borges. El eBook no es ni bueno o malo en sí mismo. Es un reflejo del mundo actual, con sus enormes oportunidades y sus nuevos sistemas de vigilancia digital, juntos.
http://www.revistaenie.clarin.com/ideas/tecnologia-comunicacion/libro-electronico-riesgos-oportunidades_0_1001299932.html

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