Editorial II
Luces y sombras educativas
Un estudio revela importantes logros en términos de alfabetización y de avance de la mujer, que contrastan con bajos rendimientos en el nivel medio
Articulo publicao en http://www.lanacion.com.ar/1673363-luces-y-sombras-educativas
Los cambios registrados en la primera década del siglo actual en cuanto al analfabetismo, losniveles educativos de la población adulta, el panorama comparativo entre la educación urbana y la rural, y la población que no asiste a la escuela fueron tema del estudio de la Campaña Argentina por el Derecho a la Educación (CADE) "La situación educativa en la Argentina".
El citado trabajo reconoce los méritos acumulados por el país desde las últimas décadas del siglo XIX, que le permitieron alcanzar tempranamente en el continente altos índices de alfabetización. Hoy la cifra de iletrados en sentido general es menor al 5 por ciento, aunque persisten algunos bolsones de analfabetismo en Chaco, Formosa, Corrientes, Misiones, Salta y Jujuy, concentrado en departamentos de esas jurisdicciones donde gravita la pobreza. En esas áreas los índices exceden el 5%. En cambio, en las restantes provincias argentinas los porcentajes están por debajo de la citada cifra y en la Capital Federal es del 0,5%.
Al tomar en cuenta la situación educativa según géneros, se advierte que la mujer ha avanzado positivamente en el proceso de alfabetización. Las mayores diferencias se observan en las mismas jurisdicciones mencionadas, en donde existen grupos de 30 años o más que nunca concurrieron a la escuela. Las diferencias también se presentan entre la población urbana y la rural. Aquí median dos determinantes que obstaculizan la asistencia infantil a la escuela: las distancias y los obstáculos de los caminos de acceso a recorrer en el medio rural, y el trabajo en el campo al cual los chicos tempranamente son llevados por las familias, por lo cual pierden días de clase; por ejemplo, en tiempos de cosechas. Aún así, los índices de analfabetismo han bajado de 7,8 a 5,1%.
Al considerar la evolución seguida en la enseñanza media y terciaria por adolescentes y jóvenes de 20 y más años, la publicación señala el aumento de alumnos que completaron el secundario, con el 4% más entre 2001 y 2010, y en el nivel superior, con un 3% más de graduados en igual lapso. Cabe agregar que más de la mitad de los estudiantes que terminaron la escuela media continuó luego estudios terciarios y que las mujeres superaron en cantidad de graduados a los varones en estudios secundarios y superiores, incluso universitarios.
Corresponde anotar progresos en el sistema respecto de la financiación educativa y en la Asignación Universal por Hijo para la economía familiar. En el tiempo que ha mediado entre un censo y otro, las mediciones muestran, pues, progresos cuantitativos en los distintos niveles considerados, un mérito indudable, pero todavía insuficiente para que la obligatoriedad del nivel medio sea una realidad que se cumpla satisfactoriamente.
Los datos referidos a la enseñanza media muestran bajos rendimientos en los estudios y altos porcentajes de repetidores y de abandonos, razones sobradas para estimar que debe volcarse el mayor esfuerzo para elevar la calidad de los aprendizajes del secundario, meta todavía distante. Si se necesitase alguna evidencia de esta aserción bastaría considerar los pésimos resultados de las pruebas PISA, hace poco analizados.
En síntesis, las diferencias apreciables en distintas áreas del interior, en lo que concierne a brechas de desigualdad cuantitativas y cualitativas, que emergen cuando se analiza la escolaridad de la totalidad del país, dan cuenta de cuáles deben ser los objetivos de las políticas educativas en el corto y el largo plazo..
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