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Tradicionalmente la ciencia ha
considerado que el cerebro era incapaz de cambiar y que una vez
desarrollado en las primeras fases de la infancia sufría un proceso de
degeneración que continuaba hasta la muerte. Esta creencia se sustentaba
fundamentalmente en el hecho de que los pacientes con daño cerebral
rara vez se recuperaban por completo, así como nuestra incapacidad para
observar la actividad microscópica del cerebro vivo [Norman Doidge
2008].
Pero esto ha cambiado en los últimos
años con el desarrollo de tecnologías más avanzadas en el campo de la
Neurociencia que facilitan a los científicos estudiar el comportamiento
del cerebro vivo en distintas actividades, lo que ha permitido demostrar
que el cerebro es capaz de cambiar su estructura y su función a través
de la actividad y el pensamiento, lo que se denomina neuroplasticidad.
Este nuevo descubrimiento está
suponiendo una verdadera revolución en todas las disciplinas
científicas, y como no podía ser de otra manera, también en las Ciencias
de la Información y Documentación, lo que ha dado origen a lo que desde
la Fundación Ciencias de la Documentación hemos denominado
Neuroinformación.
La Neuroinformación es un campo de
investigación científica multidisciplinar que integra los conocimientos
de la Neurociencia (estudio científico de la evolución, estructura y
funcionamiento del sistema nervioso, con un enfoque especial sobre el
cerebro y su papel en el comportamiento y las funciones cognitivas
humanas) a las Ciencias de la Información y Documentación con el
objetivo de mejorar los procesos con la información contenida en los
documentos (creación, gestión, almacenamiento, búsqueda y transmisión)
para su aplicación en las unidades de información (archivos,
bibliotecas, centros de documentación), generando conocimiento que
produzca cambios en los individuos y la sociedad.
Así mismo, la Neuroinformación busca
aportar los conocimientos de las Ciencias de la Información en técnicas
de visualización de datos, recuperación de información, gestión de
ficheros, mejora de la calidad y usabilidad de documentos en el campo de
la Neurociencia.
La Neuroinformación entra, por tanto, en
relación directa con la Neurobiología (estudio biológico del sistema
nervioso), la Neurología (es la especialidad médica que trata los
trastornos del sistema nervioso), la Neurocognitiva (que hace referencia
a las facultades humanas para procesar la información), la
Neuroinformática (se centra en la aplicación de los descubrimientos
neurocientíficos a las tecnologías de la información), o la
Neurosociedad (que es el estudio de la influencia social del desarrollo
neuronal).
CÓMO PROCESA LA INFORMACIÓN EL CEREBRO
Desde que a principios del siglo pasado
el Premio Nobel español Santiago Ramón y Cajal descubriera que en el
tejido nervioso existían unas células especiales denominadas neuronas,
la ciencia ha avanzado mucho en este campo, permitiendo hoy en día saber
que las aproximadamente 100 billones de neuronas del cerebro se
comunican unas con las otras utilizando diferentes señales eléctricas y
componentes químicos (neurotransmisores), formando circuitos de
distintos tipos, dependiendo de la región del cerebro donde se produzca
[Aberdeen 2010], siendo esta actividad de las neuronas en los circuitos
cerebrales los que producen el comportamiento y el conocimiento, aunque
todavía los científicos no tienen claro cómo se producen de forma
concreta.
NUESTRO CEREBRO NO ES UN COMPUTADOR
De lo que nadie tiene dudas es de que el
cerebro es un excelente procesador de información procedente de
estímulos exteriores que impactan en los millones de neuronas de nuestro
cerebro [Emilia Currás 2000]. Pero frente a la concepción tradicional
que comparaba al cerebro con una computadora que procesa información en
forma de bits, los científicos están descubriendo que el cerebro y el
computador mantienen importantes diferencias de grado y de tipo.
1. De grado en
procesos de gestión (centralizado vs descentralizado), entrada
(secuencial vs paralela), salida (exclusiva vs superpuesta-multifuente) o
almacenamiento (por dirección vs conexiones) [Whitworth 2008].
2. De tipo en la
información con la que trabajan (estructurada vs no estructurada). El
cerebro trabaja con distintos tipos de información, una que podemos
llamar estructurada – la cual puede ser reducida en principio a bits -, y
otra que podemos llamar no estructurada – la cual los ordenadores
actuales no son capaces de procesar hoy en día.
Además, estos tipos de información se
procesan en distintos niveles en el cerebro, correspondiendo los dos
primeros al tipo estructurado y los dos últimos al no estructurado:
1. Nivel molecular:
comprende las actividades moleculares dentro de la neurona en base a la
información almacenada en el ADN (genes, proteínas).
2. Nivel neuronal: comprende las redes de neuronas y las sinapsis entre neuronas (neurotransmisores).
3. Nivel
fenomenológico [Draganescu 1990]: comprende la experiencia, entendida
esta como colección de acontecimientos que constituyen nuestra vida
mental consciente.
4. Nivel
psicológico: es el nivel más alto y puede ser visto como un nivel
macroscópico, el cual comprende la conducta, las actividades
intelectuales, el pensamiento y los sentimientos.
MEJORAR LOS PROCESOS CON LA INFORMACIÓN
Como hemos visto, uno de los objetivo de
la Neuroinformación es mejorar los procesos con la información
contenida en los documentos en base a la aplicación de los
descubrimientos neurocientíficos a las Ciencias de la Información y
Documentación.
Así por ejemplo, si está demostrado que
las personas acceden al conocimiento por asociaciones, se ve necesario
diseñar interfaces que accedan a la información de la misma forma, como
enlaces de hypertexto que unan el elemento de un conocimiento con el
siguiente [Whitworth 2008].
CONCLUSIÓN: NUEVO CAMPO EN LAS CIENCIAS DE LA INFORMACIÓN
Visto todo esto a modo de presentación,
lo que quisiera dejar en “la mente” de los lectores de este artículo, es
que los profesionales de las Ciencias de la Información y Documentación
tienen por delante un nuevo campo de trabajo, con gran futuro y
proyección, tanto en empresas privadas como públicas, que amplía sus
capacidades profesionales de servicio social unido a conocimientos
científicos que exigen nuevas habilidades unidas al campo de la
Neurociencia, así como desarrollo de otras siempre necesarias como el
dominio de idiomas y procesos documentales en entornos digitales.
BIBLIOGRAFÍA
Aberdeen Neuroscience. How the brain processes information; from ion channels to circuits to behavior. 2010.
Currás, Emilia. El metabolismo neuronal
de la información. En Tratado sobre Ciencia de la Información. UNR
Editora: Rosario (Rep. Argentina), 2000.
Doidge, Norman. El cerebro se cambia a sí mismo. Santillana Ediciones Generales, S.L.: Madrid, 2008.
Drâgânescu, Mihai. The brain as an information processor. Romanian Academi. NOESIS, XXV, 2000, p.9-20. http://www.racai.ro/~dragam/The_brain_as_an_information_processor.htm [Consultado: Septiembre 2010].
Whitworth, Brian. Some implications of
comparing brain and computer processing. Proceedings of the 41st Hawaii
International Conferences on Sytem Sciences, 2008. http://brianwhitworth.com/brainhci.pdf [Consultado: Septiembre 2010] http://www.documentalistas.org/wp-content/themes/academica/images/logo.png
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