sábado, 20 de abril de 2013

Conservación y Restauración de grabados, documentos y similares en Papel [Parte 4]

Laminación manual.

Pegar trozos rotos o cerrar tajos.

Se coloca el grabado al revés encima de una mesa de luz. En el sitio donde el papel está roto ponga debajo un trozo de entretela. Corte a mano una tira de seda japonés para que quede con pelusas. Aplique pegamento (el recomendado es Alcasit al 2% en agua) sobre el papel japonés desde el centro hacia afuera y se coloca sobre el tajo. Saque el sobrante cuidadosamente con un trocito de entretela. Luego coloque entretela sobre el tajo y sobre éste un vidrio con una pesa de plomo forrado con lino encima, de modo de hacer presión y que penetre el papel japonés puesto como refuerzo sobre la obra. Así debe dejarse por unos dos días, después de los cuales se sacan pesa y vidrio, esperando que termine de secarse.

Cómo fabricar esquinas que faltan.


Hongos surgidos a raíz de la humedad directa. © El Museo Canario
Busque primero un trozo de papel que se asemeje al papel original. Con un bisturí chico raspe la orilla del papel nuevo más o menos 1 cm. Raspe también en el papel viejo 1 cm en el lugar donde se va a juntar con la parte nueva. Si fuera muy difícil hacer el borde, puede  marcar la forma con un lápiz. La juntura debe quedar muy bien, evitando la formación de aglomeraciones en el lugar de la unión.  Los trozos se pegan como se explico más arriba. Si enciende la mesa de luz podrá ver si calza bien el faltante. (si calza mal verá un rayo de luz). Trate de probar estas técnicas antes en un papel ordinario y luego aplíquelas en la restauración de una obra de arte.
Si el tono del pape nuevo no es igual al del antiguo, píntelo con lápices de colores cuidadosamente.
Las manchas de agua en un grabado salen con un lavado en agua tibia destilada que no puede durar más de 20 minutos.
Las manchas de hongos se pueden tratar con ácido oxálico al 5%, que es bueno para manchas de oxidación u hongos fuertes. Este ácido sólo se puede aplicar por espacio de unos pocos minutos, después de lo cual la obra debe lavarse muy bien.

Blanqueado total de una obra.

Sólo se puede hacer si la obra no es muy ácida. Primero se sumerge la obra en una solución de hipoclorito de sodio al 10% en agua, durante no más de 15 minutos. Luego se enjuaga en agua destilada por 5 minutos, colocar  en un baño de hiposulfito de sodio al 2% en agua que sirve para neutralizar el proceso. Finalmente se enjuaga bien el documento en un balde alargado donde un grifo de agua corriente renueve el agua constantemente. El chorro de agua no puede impactar a la obra. Esto se realiza por 30 minutos.
Todo lo anteriormente detallado se puede efectuar si la obra sobre papel no destiñe. El blanqueado se usó mucho hace un tiempo, pero ahora se usa menos y sólo cuando se desea una hoja blanca por razones estrictamente estéticas. Es preciso trabajar con guantes y delantal, con un reloj cerca que permita controlar los tiempos.

Cómo sacar manchas de una obra sobre papel.

Las recetas dadas por Paola Mujica, restauradora de papel con amplio conocimiento en esta materia son:
  • Cinta Adhesiva: éter sulfúrico y cloroformo (1:1), éter sulfúrico, nafta y tolueno.
  • Adhesivos vegetales y colas (cualquiera de las siguientes posibilidades): agua caliente, alcohol etílico y amoniaco y agua (en partes iguales).
  • Ceras, grasas: bencina, éter de petróleo, benceno, percloro etileno, dicloro etileno, tricloro etileno, dioxano, piridinacloroformo, sulfuro de carbono, tetracloruro de carbono, xileno, tolueno, alcohol metílico y éter de petréleo.
  • Óxido de hierro: ácido oxálico al 3%.
  • Pintura al aceite: piridina, alcohol y benceno, trementina, dimetil formamida.
  • Resinas naturales: alcohol etílico, alcohol metílico.
  • Tintas de rotulador: alcohol etílico, acetona polietienglicol 200-600, alcohol con agua.
  • Tinta bolígrafo: polietienglicol 200-600, dietienglicol, dimetil formamida, alcohol.
  • De polvo o uso: goma de borrar no grasa, lápiz de fibra de vidrio.
  • Tintas de máquina de escribir y tintas grasas: ácido acético.
  • Lisapol y alcohol: tensoactivos que disminuyen la tensión superficial en beneficio de una mejor penetración.
  • Ceras y velas: gasolina.
  • Moscas: agua oxigenada.
  • Sangre: agua oxigenada.

Papier maché.

El “Papier maché” es una mezcla de papel con engrudo que se seca a altas temperaturas, para embarnizar posteriormente. Esta técnica fue muy usada en los siglos XVIII y XIX; se forraban maderas o metales con esta pasta. El “Papier maché” se reconoce al tocar su superficie suave, lisa cubierta de laca y pintura al óleo. En general se le pintaban flores y se doraba; después de 1825 se le incrustaba nácar. La mayor parte de de estos trabajos es en colo negro. A veces se imitaba el mármol usándose para objetos de escritorio, cajitas o candelabros. El “Papier maché” se limpia con lustramuebles y un paño suave, teniendo cuidado de no dañar el decorado.
Los tajos se pueden pegar con resina epóxica. Trozos que se hayan soltado, por ejemplo en un respaldo de silla, se pegan con cola fría repintando el faltante con pintura al óleo. Es importante dar en el tono negro exacto del original para que la restauración sea de buena calidad. En objetos chinos es difícil retocar, porque siempre se va a notar el arreglo.
En caso de termitas, insectos que gustan este tipo de material, use Phospoxin, haciendo el tratamiento en una bolsa plástica bien sellada. Recuerde que el Phospoxin es un gas muy tóxico.
Los faltantes se tratan igual que el papel en general. Nunca se debe colocar agua caliente sobre la superficie puesto que se daña el barniz. También el nácar reacciona con el calor y con cualquier objeto oxidado que se deposite sobre él.
El “Papier maché” es delicado para la humedad, la luz y los insectos, de modo que trátelo con mucho cuidado, siguiendo las indicaciones dadas anteriormente en estas publicaciones.
Fuente: Theile Bruhms, J. M. (1991). El A.B.C. de la conservación: guía práctica para la conservación y restauración de objetos y obras de arte (1ª ed.). Santiago, Chile: Arrayán Editores.

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