martes, 30 de abril de 2013

El encuentro con el libro, una tarea difícil pero no imposible

Feria del Libro / Paradojas de un paseo


La estructura de la Feria y las múltiples actividades que ofrece son obstáculos imprevistos entre el lector y los libros
Por   | LA NACION

Una investigación de Cerlac-Unesco señala que el 55% de los argentinos lee por lo menos un libro por año. La misma encuesta apunta que la población lectora consume un promedio anual de 4,5 libros, más o menos uno cada dos meses y medio. La cifra coloca al país en el primer puesto de América latina en cuanto a la masa de lectores, y en el segundo, detrás de Chile, en la cantidad de títulos leídos.
De acuerdo con el resultado de la encuesta, todo indica que al argentino medio le interesa y le gusta leer. Quizá por eso resulta paradójico que en la Feria del Libro, el mayor evento nacional dedicado a la cultura letrada, haya que recorrer un camino tan largo y sinuoso hasta topar con los volúmenes más atractivos que ofrece semejante supermercado cultural.
 
El papa Francisco también está presente, en forma de imagen en tamaño real. Foto: LA NACION / Maxi Amena
"La cultura exige esfuerzo", dice el lugar común, y en la Feria esa frase se convierte en una imprevista rutina aeróbica. Y es que, para que se produzca el ansiado encuentro entre el lector y su objeto literario de deseo, el paseante debe tener muy en cuenta su condición atlética. Si ingresa por el acceso principal, en la avenida Santa Fe, antes que nada se verá obligado a recorrer el inmenso Pabellón Ocre, que reúne a la representación de las provincias. Con cada edición de la Feria, el diseño de esos stands mejora y se enriquece, pero eso aún no alcanza para atrapar al público. "Vine los últimos cinco años y cada vez que entro a los stands de las provincias salgo un poco decepcionada", dice Hilda Porta, profesora de francés de 37 años, de paso por el espacio dedicado a Catamarca. "Fijate este libro, Sinopsis de las asteráceas de la provincia de Catamarca . ¿Con este tipo de libros se pretende atraer a la gente?" Poco más allá, en el stand de Mar del Plata, la pregunta deja de ser pertinente porque ni siquiera hay un solo libro. Siempre en el enorme Pabellón Ocre, el paseante puede reclutarse en la Policía Metropolitana (stand 3042), conocer los servicios de Alcohólicos Anónimos (3039) o admirar la historia del club Huracán (3064). Lo único que no puede, por lo menos no allí, es buscar los 4,5 libros que le alegrarán el año, que entre ofertas y carteles publicitarios lo esperan en algún lugar de los pabellones Amarillo, Azul o Verde. "Vengo con mi hijo para pasear, me parece importante que esté en contacto con los libros", señala Horacio Saldívar, de 52 años, empleado de una cafetería en Lomas de Zamora, acompañado por su hijo adolescente. "A mí me gustan los ensayos sobre la Segunda Guerra Mundial, pero en general son caros. El poco presupuesto que tengo lo gasto en el paseo, lo que comemos por acá y algún libro de historietas para el chico."
Saldívar dice que lleva "unos cuantos" años con ganas de comprar las Obras c ompletas, de Jorge Luis Borges, varios volúmenes "todos muy caros" que no se puede permitir. "Se los quiero regalar a mi hijo porque es algo que lo va a acompañar toda la vida. Todavía tengo tiempo, por ahora el chico no está para leer a Borges. ¡Pero no sé por qué me parece que cada año estoy más lejos de comprarlos!", concluye, en broma quizás. En el Pabellón Amarillo, esas Obras c ompletas se exhiben a un precio que va de los $ 250 a los 550, en el stand de la librería Cúspide (1506), entre otros. Si Saldívar quisiera comprar el primer tomo de Auge y caída del Tercer Reich , de William Shirer, sin moverse de ese mismo pabellón, gastaría $ 239. Como toda historia de amor, el encuentro entre el lector y su libro deseado no es sencillo y está plagado de inconvenientes.
Otro de esos obstáculos es la caminata que impone la estructura de la Feria, si bien es cierto que, como ventajas colaterales, el rigor físico produce endorfinas y combate el estrés. Alguien en la organización del evento debe haber tenido esto en cuenta, ya que a mitad del pasillo que conecta los pabellones aparecen unas jóvenes rubias que regalan jugos de frutas. Ya un poco más descansado, al final de esa galería, el lector tiene varias opciones. Una es entrar al Pabellón Azul, donde puede encontrar una larga serie de libros prácticos, como Manual de calefacción (editorial Orfeo, stand 330) o Astrología para salir de la crisis (El Túnel, stand 222). Otra es asumir que la Feria es un evento más cultural que exclusivamente libresco, lo que le abre la puerta a dos de las atracciones estelares de esta edición: la Zona Futuro, que incluye un festival de videojuegos, o la Experiencia Vorterix, que desde el próximo jueves convocará a invitados especiales para dialogar con Mario Pergolini y Gonzalo Bonadeo. Ambos espacios incluyen propuestas tan seductoras, que su encanto pospone la cita que el lector tiene con sus 4,5 libros anuales.
Si a estas alturas el paseante no se dio por vencido, lo que puede hacer es darse una vuelta por el Pabellón Amarillo, donde aguardan las ofertas de Cúspide y el café Amsterdam (1805), base de operaciones de la ciudad homenajeada este año, entre cuyos invitados destaca Cees Nooteboom, el extraordinario autor de Hotel Nómada . Por último, al final de su exigente periplo por la Feria, el lector tiene el premio que consiste en llegar al Pabellón Verde, el oasis libresco para quien busca novedades, gangas y joyas. Una vez allí, los ojos y los pies lo llevarán a los stands de Alfaguara (1013), Planeta (1016), Mondadori (1017), Riverside (1120), Bajo la Luna (715), Iamiqué (808) y La Bestia Equilátera (725), los grandes culpables de que se salga de la Feria con los bolsillos bastante más ligeros que cuando se entra. Y después de ese largo y sinuoso camino, con el cielo de la ciudad como testigo, el lector quedará tan cansado que sólo tendrá ganas de sentarse en el mejor sillón de la casa, apagar el celular y la computadora, y agradecer a la Feria por regalarle el maravilloso y siempre mágico deseo de leer.

agenda de hoy


  • 19.30
    Presentación

    "La Argentina bajo la influencia del papa Francisco". Participan J. I. López y el padre Pepe. Sala Jorge Luis Borges
  • 19.30
    Presentación

    "Matemática para todos", de Adrián Paenza, Random House Mondadori. Sala Leopoldo Lugones
  • 19.30
    Presentación

    "Borges y la física cuántica", de Alberto Rojo. Siglo XXI Ed. (A.B.C.)
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