02/05/2014 INFORME
Vargas Llosa, un Nobel valiente
Cuando vi por televisión al Premio Nobel de literatura Mario Vargas Llosa, de 78 años, llegar a Venezuela para prestar apoyo a las protestas estudiantiles contra el gobierno dudosamente electo de Nicolás Maduro, no pude evitar pensar que el escritor peruano es uno de los intelectuales más valientes.Andrés Oppenheimer, columnista de The Miami Herald y El Nuevo Herald, Miami EEUU http://diariodecuyo.com.ar/home/new_noticia.php?noticia_id=620335
Vargas Llosa, quien junto al otro gran ganador del Premio Nobel Gabriel García Márquez, son las mayores glorias literarias latinoamericanas de la historia reciente, podría estar disfrutando sus años otoñales recibiendo doctorados honoris causa en universidades de todo el mundo, o codeándose con celebridades internacionales en una de sus casas de Nueva York, Madrid o Lima.Lo que es más, podría estar ganando muchas más simpatías -y vendiendo más libros- si se acoplara al pensamiento político pseudo-progresista que ha estado de moda en gran parte de Latinoamérica. Y deleitar al público diciendo lo que muchos quieren oír -que todos los problemas de América latina son causados por el diabólico imperio estadounidense- y hacerse el distraído sobre las violaciones de los derechos humanos y los desastres económicos en Cuba o Venezuela.
Sin embargo, Vargas Llosa no solo dice lo que piensa, sino que además está dispuesto a correr riesgos personales para defender sus ideas. Fue a Venezuela para participar en una conferencia sobre la libertad en Latinoamérica, sabiendo que probablemente sería hostigado por el régimen venezolano. En una maratón de entrevistas, Vargas Llosa culpó a Nicolás Maduro de la "catástrofe económica'' de Venezuela. Habló de la inflación del 57%, una de las más altas del mundo, y de la creciente escasez de alimentos.
Vargas Llosa dijo que Maduro está insistiendo inútilmente en anacrónicas políticas del "viejo socialismo'', el populismo, y el estatismo que han fracasado en todas partes. Sobre las protestas estudiantiles, con 41 muertos y cientos de heridos, pidió la liberación de los presos políticos para generar un "diálogo efectivo'' entre el gobierno y la oposición. También lamentó que los países latinoamericanos se hayan rehusado a condenar la sangrienta represión venezolana y la censura de la prensa, así como el encarcelamiento de líderes opositores como Leopoldo López.
En una reciente entrevista, le pregunté qué lo motivaba a ser tan activo políticamente visitando países con gobiernos hostiles. "No creo que los intelectuales deban tener una posición privilegiada o dominante en el debate público. Lo que creo es que los deben participar de ese debate público'', me respondió. "Muchos intelectuales le dan la espalda a la política, la consideran sucia, despreciable. Yo creo que es una actitud muy equivocada, porque si despreciamos la política, contribuímos a que la política se vuelva despreciable'', dijo. "Es verdad que muchos intelectuales se han equivocado, y han defendido las peores opciones. Hemos visto intelectuales nazis, comunistas, y los que han defendido el holocausto, pero hay muchísimos que, en medio de esa especie de ceguera colectiva que es el fanatismo político, mantuvieron la lucidez y defendieron las opciones de la libertad''.
Mi opinión: Aunque los periodistas solemos honrar a nuestros colegas más exitosos recién cuando se mueren (lo hemos visto con la muerte de García Márquez), siento la necesidad de reconocer a Vargas Llosa aquí y ahora, mientras está vivo, por su valentía para defender las libertades básicas, aún a costa de correr riesgos personales.
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