Atreverse a lograr lo que se creía imposible

Los padres valoran que sus hijos puedan llegar a la universidad

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"La falta de vacantes en las zonas de las villas es muy importante", admitió la directora de Educación de gestión privada (Digep) del gobierno porteño, Beatriz Jáuregui. La funcionaria recordó que son privados poco más de la mitad de los 940 establecimientos educativos de la Ciudad de Buenos Aires y que a los que se instalan en esas zonas se los subsidia con aportes que cubren el 100% de los sueldos docentes y se los incluye en los programas que el gobierno porteño aplica sólo en las escuelas de gestión pública, como el que provee de una computadora por alumno, libros para las bibliotecas y para los estudiantes. La condición, dijo Jáuregui, es cobrar lo que considera una "cuota cero", es decir, menor a los doscientos pesos mensuales.
"Generalmente se cree que la educación privada es sólo para élites y no es así", dijo el secretario legal y técnico de la Asociación de Establecimientos Educativos Privados de la República Argentina (Adeepra), Alfredo Fernández. Y agregó que en la Capital el 52% de los alumnos asiste a escuelas en manos de privados, en tanto en la provincia de Buenos Aires lo hace el 36%.
Algunos de esos emprendimientos que perduran en el tiempo sin perder calidad son, según indicó Fernández, la escuela fundada por el padre Mario Pantaleo, en González Catán, y otra instalada en la villa Itatí, en lo que se conoce como Triángulo de Bernal.
En Capital, otro de los emprendimientos históricos es el colegio Buen Consejo, en Barracas, cuyo alumnado proviene en un 70% de la villa 21-24 y que aceptaba sólo a mujeres desde su creación, en 1916. Este año, sin embargo, el Buen Consejo abrió aulas para varones y el año próximo tendrá otro edificio, donde funcionó una fábrica, en ese barrio en el que es muy difícil encontrar una vacante.
"El impacto de estos colegios en el tiempo es importante porque se ve, por ejemplo, que los padres valoran mucho algo que antes creían imposible: que sus hijos puedan acceder a la universidad", dijo Martín Fernández, apoderado legal y responsable de la búsqueda de fondos y de padrinos que ayudan a sostener el Buen Consejo, en Barracas..
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