09/07/2014 EDITORIAL
Sentimiento de Independencia
El 9 de julio de 1816 cristalizó el concepto de nación independiente que fue promovido por la Revolución de Mayo.
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En este día conmemorativo del 198 aniversario de nuestra Independencia vale repasar los hechos fundacionales de mayor trascendencia republicana, a partir del sentimiento emancipador de los hombres de Mayo consustanciado con la firme decisión de gobernarse por sí mismos y defender este suelo con igual pasión de libertad.
Nada hubiese sido posible entonces sin la clara idea y la voluntad inquebrantable de quienes anhelaban independencia para la Patria naciente. Para valorar esa titánica decisión, nuestra generación debe remontarse al 9 de Julio de 1816 y comprender que el objetivo de los patriotas debió sortear un camino tortuoso por los conflictos internos y externos que existían. Por un lado el divisionismo y los enfrentamientos que siguieron a los sucesos revolucionarios y por otro el acecho del colonialismo.
Pero la premisa de unidad nacional logró superar los escollos y alcanzar consenso en el Congreso de Tucumán al concretarse la afirmación y definición formal de la existencia de esta Nación sustentada por una identidad incuestionable plasmada en los fundamentos democráticos volcados en la Declaración de la Independencia. No obstante, la historia nos ha señalado lo difícil que ha sido para los argentinos mantener la libertad conseguida cuando la República perdió el rumbo por los desencuentros y la mezquindad.
Pocos próceres como Domingo F. Sarmiento tuvieron claro y defendieron con ahinco la auténtica organización nacional estructurada en la institucionalidad de base republicana. La visión del Gran Educador fue la interpretación cabal del sentimiento de Independencia ya que consolidó el legado de aquella Asamblea en la brillaron los ilustres representantes sanjuaninos Fray Justo Santa María de Oro y Francisco Narciso de Laprida al defender la forma representativa y federal de gobierno.
Es el valor de la Independencia lo expresó San Martín tres años después de aquel 9 de Julio de 1816, al plantear la estrategia libertadora en base al concepto de unidad nacional: "Divididos seremos esclavos; unidos estoy seguro que los batiremos. Hagamos un esfuerzo de patriotismo\'\', reclamaba el Padre de la Patria ante la disociación de los criollos.
A casi dos siglos de libres e independientes, el clima de disociación sigue acosando a la salud republicana.
Nada hubiese sido posible entonces sin la clara idea y la voluntad inquebrantable de quienes anhelaban independencia para la Patria naciente. Para valorar esa titánica decisión, nuestra generación debe remontarse al 9 de Julio de 1816 y comprender que el objetivo de los patriotas debió sortear un camino tortuoso por los conflictos internos y externos que existían. Por un lado el divisionismo y los enfrentamientos que siguieron a los sucesos revolucionarios y por otro el acecho del colonialismo.
Pero la premisa de unidad nacional logró superar los escollos y alcanzar consenso en el Congreso de Tucumán al concretarse la afirmación y definición formal de la existencia de esta Nación sustentada por una identidad incuestionable plasmada en los fundamentos democráticos volcados en la Declaración de la Independencia. No obstante, la historia nos ha señalado lo difícil que ha sido para los argentinos mantener la libertad conseguida cuando la República perdió el rumbo por los desencuentros y la mezquindad.
Pocos próceres como Domingo F. Sarmiento tuvieron claro y defendieron con ahinco la auténtica organización nacional estructurada en la institucionalidad de base republicana. La visión del Gran Educador fue la interpretación cabal del sentimiento de Independencia ya que consolidó el legado de aquella Asamblea en la brillaron los ilustres representantes sanjuaninos Fray Justo Santa María de Oro y Francisco Narciso de Laprida al defender la forma representativa y federal de gobierno.
Es el valor de la Independencia lo expresó San Martín tres años después de aquel 9 de Julio de 1816, al plantear la estrategia libertadora en base al concepto de unidad nacional: "Divididos seremos esclavos; unidos estoy seguro que los batiremos. Hagamos un esfuerzo de patriotismo\'\', reclamaba el Padre de la Patria ante la disociación de los criollos.
A casi dos siglos de libres e independientes, el clima de disociación sigue acosando a la salud republicana.
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