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| Paulina Rotman y Myriam Pérez. Fotos: Colaboración - PRENSA Y DIRECCIóN DE CULTURA DE LA MUNICIPALIDAD DE LA CAPITAL DE SAN JUAN. |
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San Juan por mi sangre
"Quiero mucho a Buenos Aires, siento gratitud por la ciudad que en millones de ocasiones ha ayudado, le ha dado respuesta y solución a los problemas que tienen mis comprovincianos. Pero mi adoración por San Juan y los sanjuaninos, no tiene parangón alguno'', dice Nilda Ferreyra dejando más que claro su orgullo por la historia y el lugar que la vio nacer y convertirse en una mujer. Ella es actualmente y desde hace 10 años, la Subdirectora de la Casa en San Juan en Buenos Aires, un cargo que le permite no dejar ni un día de su vida de pensar y actuar en favor de los locales, su gran desvelo.
Ni bien terminó el secundario, Nilda se trasladó a Mendoza para cumplir con el sueño de convertirse en médica. Finalmente se recibió en La Plata, donde como si fuera poco, conoció a su marido, se casó y nació Sol, su única hija.
"Debo reconocer que el desarraigo nunca me costó porque siempre seguí ligada a mis raíces. En la facultad me relacionaba con otros estudiantes sanjuaninos con quienes no dejábamos libre ningún fin de semana, todos era una buena oportunidad para juntarse a guitarrear a lo grande. Después cuando empecé a trabajar en el Hospital de Niños Ricardo Gutierrez, tal era mi compromiso con lo sanjuanino, que ni bien llegaba una familia me la ponían en contacto para ver qué podía hacer yo por ellos. Todo eso, sin lugar a dudas, ayuda a no extrañar, a estar más cerca, sea donde sea que uno se encuentre'', relata la mujer que a los pocos años de estar lejos de su casa descubrió cómo oficialmente no había espacio ni apoyo a los artistas locales, entonces cuando tuvo oportunidad, se los dio. De hecho, a los pocos años de ejercer la profesión, fue convocada como asesora de distintos políticos sanjuaninos que ocuparon bancas a nivel nacional -entre otros, el propio gobernador José Luis Gioja- y desde ese lugar fue una de las creadoras de los festejos en el Congreso del día de San Juan, cada 13 de junio (con la presencia de artistas e intelectuales locales y la degustación de comidas típicas) y más adelante fue la promotora del ciclo que lleva el nombre "Tiempo de cosecha'', que también tiene lugar en el ámbito de las leyes, y que sirve, por medio de música y arte, para homenajear a la industria vitivinícola por excelencia en Cuyo.
Nilda es realmente un verdadero ejemplo de esos sanjuaninos que nunca terminan de irse, pese a vivir a más de 1500 kilómetros de distancia. Es defensora y cuidadora de la vivienda de principios del siglo XIX donde supo vivir Sarmiento y donde desde hace un tiempo ya se instalaron las oficinas de la Casa de San Juan en Buenos Aires, también es promotora de cuánto artista y evento local lo necesita, es un nexo, casi "embajadora'' de cuestiones oficiales que deben resolverse en la Capital y además es quien ayuda a todos los sanjuaninos que se trasladan a la "gran cuidad'' por algún trámite o por derivaciones de salud.
Para que no queden dudas de su pasión por la provincia, es una de las integrantes del Centro Sanjuanino de Buenos Aires y de la Asociación Sarmientina de Buenos Aires, dos entidades ligadas por su nombre y su accionar con la provincia.
"Yo llevo a San Juan en mi sangre. Y si bien tengo mucho por hacer, ahora sueño con ese día en que vuelva y me instale definitivamente en la provincia a recuperar ese tiempo de ausencia''.
Hugo Saquilán
Sus lugares en el mundo
Hugo Saquilán decidió dejar San Juan a principios de 2001, apenas unos meses antes del corralito financiero. Una decisión nada fácil porque se marchaba con su pareja y dos hijos, Gabriel y Fabricio, pero aquí también quedaban Martín y Leonardo, sus otros dos descendientes. Su destino fue la provincia de Almería, al Sur de España. Allí no sólo logro instalarse sino que también ganó un lugar y un nombre en la Universidad de Almería desde donde promueve la firma de un convenio con la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ), para posibilitar el intercambio de estudiantes y docentes como así también trabajos de investigación.
Hugo es el encargado de coordinar el Gabinete de Comunicación, además de dar clases por toda la provincia desde el Instituto de la Juventud que depende de la Junta de Andalucía. También tiene su propia consultora, Mar.Com, de marketing político y social.
Para Hugo mantener el contacto con San Juan es casi vital. No sólo está ligado porque acá también quedaron sus hermanos, su mamá, sus amigos, sino también por esa necesidad de sentirse útil en el ámbito académico.
"Se ha redactado el borrador de un convenio marco con la Universidad de San Juan que ahora está a consideración y firma de su rector. Además hace pocos días estuvieron los profesores Vilma García y Salvador Costanza quienes participaron de un Congreso de violencia escolar", cuenta Hugo desde España.
La última visita a la provincia fue hace tres años, precisamente en esa oportunidad, es cuando nació la idea de hacer algo por Albardón, su pueblo natal. "Lamentablemente aquí cambió el gobierno en España y la actual crisis en Europa no ayuda en estos momentos a poner en marcha los proyectos mencionados. De todas formas son cosas que buscamos canalizar para poder ponerlos en marcha. Por ahora estamos abocados al convenio con la UNSJ", relata.
Almería cuenta con más de 700 mil habitantes, por un lado está rodeada por la Sierra Nevada y por el otro el Mediterráneo. Un dato nada menor que habla de la receptividad de los almerienses es que allí conviven más de 130 nacionalidades.
Hugo espera con ansias la firma del convenio universitario ya que eso no sólo favorecerá los intercambios sino también la celebración de seminarios, reuniones científicas o encuentros que permitirán enriquecer las experiencias y conocimientos de las partes implicadas.
Sus doce años en España han sido intensos y recuerda que el "idioma ayudó mucho la integración social, pero la integración cultural tardó más, especialmente a mis hijos. Por suerte comencé a realizar un curso de experto, luego master y doctorado en integración cultural, que me permitió tener una visión profesional del tema", dice Hugo.
El tiempo no ha curado algunos sentimientos y confiesa que sigue extrañando y que le encantaría cumplir dos sueños. "El primero está vinculado a que los proyectos en los que estoy trabajando me posibiliten seguir viviendo aquí y viajar durante algunos meses a San Juan. El otro, es tener una casita en Albardón. Una vez que mis hijos ya tengan su titulación universitaria tendré que tomar decisiones al respecto. El vivir solo me posibilita pensar con tranquilidad el futuro, mi madre me dice que ya es hora que deje de viajar y vuelva al terruño".
Samira Godoy Mir
Nostalgiosa de la familia,
el sol y las montañas
Desde hace 7 años, espera ese momento del año, en que puede volver a San Juan, a recargarse del afecto que da la familia, a nutrirse del sol y a mirar las montañas. Solamente eso es lo que extraña Samira Godoy Mir, desde que decidió dejar caduca su carrera de Ingeniería Mecánica y en cambio, salir al mundo. Y así lo hizo en diciembre del 2005. La excusa fue mejorar su nivel del idioma germano.
Por ese entonces, Alemania y dos "familias adoptivas'', la recibieron con los brazos abiertos. Pero el plan que, en principios era para un año calendario nada más -igual como hizo cuando terminó el secundario y con el aval del Rotary Club viajó a Estados Unidos- se extendió sin pasaje de vuelta y con un destino incierto, después que conoció al amor de su vida en un boliche alemán. Es que el colombiano José Pinillo, con quien se casó dos años más tarde en Dinamarca, no sólo la conquistó con sus gestos sino además la fascinó con sus malabares sobre la moto en el "Globo de la Muerte'', el show que lo tiene como protagonista en varios circos europeos, lo que la obliga a no tener un lugar fijo de residencia. De hecho, ahora y por unos meses más, vive en Bulgaria.
"Así es la vida del circo: ir de un lado a otro. Y si bien nunca me imaginé ser parte de esto, terminé por adaptarme y por incorporarlo deslumbrada como mi modo de vida ya que los circos que llegan a San Juan no tienen nada que ver con estos circos. Aquí son lujosos, tienen tecnología, no tienen animales, pero sí música en vivo. En el intervalo, el público, que va vestido muy elegante, toma champagne. Encima, mi esposo tiene una carrera ascendente ya que con su grupo logró el récord mundial en el Globo de la Muerte con 10 motos en acción. Y ahora van por el Récord Guinnes'', da detalles de su día a día, esta joven de 26 años que si bien no se ha integrado al staff del circo, oficia de relacionista por su facilidad para el manejo de los distintos idiomas (domina el alemán, inglés, ruso y francés).
"Extraño a mi familia fundamentalmente pero también el sol y la montaña. A tal punto que por cada lugar por donde paso me ocupo de contarle a la gente que soy de San Juan, Argentina, que está pegado a la cordillera y que es el lugar donde reina el calor, el viento Zonda y los mejores vinos del mundo. Tanto hablo de estas características que mi hija, de 5 años, cuando llegamos hace unos días a San Juan, me miró y me dijo: "viste aquí no hay nubes, siempre hay sol''. Ahora quiero que ella aprenda todo sobre la provincia y que tenga amigos aquí. Por eso, si bien estamos de vacaciones, gestioné para que se integrase a una escuela para que asimile nuestras costumbres'', dice ahora que llegó, por un mes solamente, el momento de volver a la provincia.
"Ya no creo que vuelva a San Juan porque aquí no podría hacer mi vida de circo. Pero para compensarlo pensamos radicarnos con mi familia en Alicante (España), un lugar que salvo el mar, tiene el mismo paisaje montañoso y soleado que mi provincia. Allí me siento como en casa''.
Jorgelina y Carla/Desde Kiel y Houston
Ligadas por vestidos de fiesta
Jorgelina Jordá dejó San Juan para vivir con su esposo alemán en Kiel, al Norte de Alemania, pero uno de sus primeros objetivos fue no cortar el lazo con San Juan. Así comenzó a gestar un sitio en la web, con su amiga Carla Morales, también sanjuanina radicada en Houston, Estados Unidos, para venta on line de vestidos de novias, quinceañeras, fiestas de egresados o casuales, que se caracterizan por ser elegantes y económicos. Claro está que debido a sus contactos la mayor cantidad de clientes son sanjuaninos/as que advirtieron la conveniencia de comprar por este medio.
"Yo conocí a mi esposo en 2010 en unas vacaciones de verano en Chile, él ya hablaba español porque había hecho un año de voluntariado social en ese país. Luego nos casamos y nos fuimos pero sigo ligada a San Juan desde todo punto de vista. Gracias a esta actividad el contacto es permanente y distinto respecto de otros lugares", cuenta Jorgelina.
Ella estudió diseñadora web y programadora, y actualmente estudia alemán y trabaja en su shop online denominado www .gus-ben.com. La sigla son las primeras iniciales de sus respectivos esposos Güsewell y Bennion.
"Nos manejamos con precios según el cambio oficial del dólar que varía de 5 a 5,30 por eso es que los costos son tan baratos. También trabajamos muy bien en México, Uruguay y Chile. Son vestidos hechos en China por un equipo de 15 diseñadores que no sólo confeccionan para nosotros sino que también envían sus productos a Francia, Alemania e Inglaterra", cuenta la sanjuanina radicada en Alemania.
Jorgelina es amiga de Carla de toda la vida, unidas primero por la universidad, luego por las actividades recreativas y el sueño viajar por el mundo. Algo que ambas han logrado con creces al punto de casarse con extranjeros. "Carla se casó con un norteamericano y vive allí pero trabajamos juntas a la distancia", indica.
Además el complemento es ideal ya que cuando una trabaja la otra descansa -por la diferencia horaria-, y el sitio está atendido las 24 horas. "Sabemos lo difícil que es para nuestros clientes de San Juan conseguir vestidos de alta calidad y a un precio accesible, es por ello que nos esforzamos para que nuestros resultados sean mejores cada día", agrega.
Las empresas que tienen convenio con Güsewel- Bennion han sido seleccionadas de manera personalizada y todas cumplen requisitos de calidad pedidos por las sanjuaninas emprendedoras.
Jorgelina aprovechó en esto su propia experiencia. "Cuando llegó el tiempo de preparar mi casamiento vi cientos de diseños de vestidos y encontré el modelo que siempre soñé. Nunca pude imaginar que comprarlo en una empresa extranjera me podía salir 10 veces menos que pedirlo a una modista. Me arriesgué y el resultado fue mejor de lo que esperaba, luego ayudé a varias amigas a comprar sus vestidos de novias y se me ocurrió que podía ayudar a cientos de novias en Latinoamérica a cumplir su gran sueño", dice Jorgelina de Güsewell.
La elección es muy sencilla. Basta ingresar al sitio en internet donde figuran las formas de pago, los datos referidos a las medidas, tipo de género y todo lo que alguien necesita saber antes de comprar.
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