28/06/2013 EN EL 50 Años ANIVERSARIO DE LA OBRA CUMBRE DE CORTÁZAR
Pieza de culto, es considerada un clásico por su estructura.
Soledad Villarroya - Diario de Cuyo
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Un París impregnado por una visión mágica, que se alternará con el Buenos Aires de un melancólico Horacio Oliveira y su recuerdo de La Maga, la protagonista, en un escenario con mucho jazz, humo, tertulias, amor, libertad y existencialismo; es el tema de la pieza que imaginó la pluma de otros títulos como Bestiario, Historias de cronopios y de famas, y Todos los fuegos el fuego.
Revolucionaria por su estilo de narrar, fue llamada "contra-novela' por el autor del que en 2014, se conmemora el centenario de su nacimiento (el 26 de agosto en Bruselas, aunque se nacionalizó argentino cuando sus padres regresaron al país) y los 30 años de su muerte (el 12 de febrero, en París). En ese sentido, como docente de Literatura Hispanoamericana II, graduada en la Universidad de Cuyo de Mendoza donde él dictó clases en su paso por Mendoza, Estela Saint-André afirmó que "hasta esa época, las novelas tenían una estructura lógica; de golpe, apareció Cortázar jugando'.
Y, su originalidad para contar, que no necesariamente se desliza de principio a fin, impactó en el joven como una especie de "collage", estructurado en 155 capítulos. "Rayuela es transgresión, innovación respecto a la estructura, forma, molde tradicional del relato, haciendo de ello un juego', analizó Ricardo Trombino; a lo que Adrián Salas agregó que "su influencia es porque consiguió la consumación como escritor e intelectual de poder unir el arte con la vida, la misma estructura del libro está basada en la manera que las personas piensan'.
"Cortázar pensó en un público adulto para esta novela pero eran los años de la llegada del hombre a la Luna, del Mayo Francés, del Cordobazo, y la juventud se la apropió, se sintió representada por su propuesta de libertad', apuntó Rosa Cantoni, que dicta Literatura Argentina I y II.
"Su éxito lo dio tal vez el momento revolucionario y hasta convulsivo que nos envolvió para dar una mirada al arte, a la intelectualidad a muchas cosas de su fuero personal que deja plasmado a lo largo del libro', explicó Ada Gamez.
¿Un fenómeno de mercado? "Sin duda que no. Hay obras que son hitos, puntos de inflexión y esta novela se convirtió en un clásico como Ulises de James Joyce', indicó Trombino. En esta línea, Saint-André remarcó que lo que significó fue un "fenómeno académico'; y Salas subraya que "marcó una grieta, no es un boom comercial porque si no, no existiría'
En cambio, Gamez ofrece otro punto de vista: "No soy muy fanática de Cortázar, al leerla 20 años después o más creo que se fue desdibujando todo eso para mí como lectora, porque la realidad que me circundaba era otra. Sin embargo, la clave de su vigencia creo que fue esa cuasi manía nuestra de crear íconos. Cortázar es un ícono y quienes estudian literatura o quienes gustan leer por placer, necesitan seguramente "'caer'' en la lectura obligada de esos íconos'.
En lo que todos coinciden es en la vigencia del texto, en su "vida propia', como dice Cantoni, "que ve al lector como un cocreador, que trabaja con el azar y aunque uno lo lee 1.000 veces siempre encuentra algo nuevo'. Para Saint-André, su actualidad se basa en que "los jóvenes pueden encontrar su espacio para la libertad de creación y en el compromiso'; y para Trombino aunque "el argentino es snob' y puede exhibir el libro en su biblioteca "por una cuestión de status', más allá de eso, "tiene valor por autonomía'.
En tanto, Gamez sostuvo que "es tan atemporal que va a tener cien años y lo vamos a seguir leyendo. Hace 50 años quizás fue producto del mercado, ahora, sí creo firmemente que es valiosa. Nos devuelve un Cortázar que traspasa generaciones".
Inmortal, sorpresiva y laberíntica; en definitiva, Rayuela sigue tirando piedritas a la imaginación del lector, como lo hace desde 1963.
http://www.diariodecuyo.com.ar/home/new_noticia.php?noticia_id=579032
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