sábado, 15 de junio de 2013

Todos los caminos conducen a la Nube

El escenario


Por   | LA NACION

Entrado el siglo XXI, el ocio y la información tienen un nuevo lugar: la Nube, metáfora que refiere a Internet en su capacidad de almacenamiento, producción y consumo. Hacia allí están migrando todos los medios que pueden hacerlo y eso abre un mercado global hasta ahora inédito.
Escuchar radio en la PC de la oficina con una conexión de Wi-Fi o en el celular con 3G o 4G -cuando esté disponible- y alguna aplicación que agregue emisoras de todo el mundo, ver películas o series online en un dispositivo, pausar y seguir viéndolas en otro que permita un cambio de circunstancias, como salir de casa para tomarse el transporte público; participar de largas sesiones de videojuegos desde una consola conectada a Internet y competir con amigos, con los que además se mantiene una conversación online , tienen algo en común: la existencia de esa matrix accesible desde cualquier lugar, con cualquier dispositivo y mediante múltiples redes.
La Nube, donde están alojados los contenidos y el software para acceder a ellos, es mucho más que la Web que conocimos hasta ahora. Cambia la forma de producir, distribuir y consumir contenidos. Desde la perspectiva del usuario, por ejemplo, ya no es necesario mantener ordenadas pilas de CD o DVD ni invertir tiempo en copiar y sincronizar bibliotecas de música con el riesgo de que el soporte elegido -un pendrive, por ejemplo- falle o no se tenga a mano el programa indicado para leerlos.
Los medios ya no son determinados por la tecnología de emisión y distribución, sino por el lugar y la oportunidad de consumo de las audiencias, que según ese contexto preferirán video, audio, texto, una combinación personalizada de ésos y otros elementos, o una inmersión más sofisticada que, en un futuro próximo, incluya experiencias táctiles y olfativas.
Todos los informes sobre el futuro de los medios y el entretenimiento (industrias culturales, como se las llamó hasta ahora; o industrias creativas, como empieza a decirse) narran esta migración cuya velocidad varía según el tipo de contenido ofrecido. En este contexto se comprenden mejor las conclusiones del estudio de PwC.
El empuje de las audiencias, fuerza que tracciona de las industrias y las deja a la vera del camino cuando no responden (acudiendo a la piratería si fuese necesario), encuentra cada vez menos barreras económicas, generacionales, legales y hasta en la propia cultura.
Claro que esta transformación tiene obstáculos, el principal de las cuales en la Argentina está vinculado a la disponibilidad de infraestructura de comunicaciones. La Nube reclama para su desarrollo multiplicidad de redes y crecientes anchos de banda. Y eso es lo que está faltando. 
.http://www.lanacion.com.ar/1591809-todos-los-caminos-conducen-a-la-nube

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