lunes, 25 de marzo de 2013

Leer y ser leído


Por Sandro Barella  | Para LA NACION

La oportunidad

 
Sara Cohen
Del Dock
54 páginas
$ 50 Si hay un centro en el que confluyen los poemas de La oportunidad, es sin duda el que conforma el díptico memoria-identidad. Ese centro indivisible es una constante en la obra de Sara Cohen (Buenos Aires, 1955). Las tres partes en que está dividido el libro apenas marcan una diferencia entre si; se trata de espacios de tránsito por los que el poema se desplaza, busca los materiales para hacerse audible. De los poemas iniciales sobre los cuadros del pintor Felix Nussbaum al poema final en el que aparece el registro oficial de la herencia identitaria, Cohen fue construyendo una escritura documental, donde archivo y memoria confieren al poema su carácter de testimonio. La falta de énfasis, el cuidado tono de informe, la ausencia de patetismo frente a los hechos que se suceden construyen una ética del lenguaje.
El amor, núcleo de la segunda parte del libro, es presentado como un territorio inestable, simbolizado en las figuras de esos amantes que se conocen en viaje y que saben del límite de la experiencia: "sí, esto se va a extinguir/ dijo él/ pero mientras tanto escribime/ hablame que quiero oír tu voz". "Instalaciones" hace ingresar en el poema la reflexión sobre la experiencia de la percepción en el proceso de construir memoria, el lugar del museo en ese proceso y el sitio del sujeto en la compleja relación entre espacio público e intimidad. Más aún, la poeta es parte del círculo: es el público del museo, que sin embargo ingresa a la obra; luego, es el poema, lee y es leída a la vez..
últimas notas de ADN Cultura
http://www.lanacion.com.ar/

No hay comentarios:

Publicar un comentario