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Se la hago fácil, una impresora 3D no es para mirar con anteojos, es para tocar con dos manos. Es una máquina capaz de realizar “impresiones volumétricas”, maquetas, piezas, objetos de diseños, matricería, prótesis, directamente desde el software a la realidad. Por Daniel Soler.
Que estén en un garaje, ya para mi impresión es de buen augurio.
Creo en los garaje como plataformas de gran impulso, sobre todo en este espíritu de resurrección sanjuanina, y si no me creen pregúntele a los herederos de Steve Jobs en la etapa floreciente de industrias de garaje en Palo Alto. Ahí están cerca de los viejos, como para tener chocolatada, y lo suficientemente lejos como para hacer y probar locuras.
Juan Pablo Sánchez y Matías Villalobos son jóvenes diseñadores industriales, también emprendedores que ya conocieron el reconocimiento con la idea y desarrollo de Matías de “sulky”, un autito eléctrico como para turistas o personas de la tercera edad. Y desde ahí a la creación de stands, mobiliarios o aplicaciones de mapping, no pararon de producir sus ideas y todo valió la pena en esta usina de desarrollos industriales. Incluso la de ser primeros. La primera impresora “3D” de la provincia fue adquirida por esta joven empresa denominada “Fi Diseño Industrial”.
¿QUÉ ES UNA IMPRESORA 3D?
Se la hago fácil, una impresora 3D no es para mirar con anteojos, es para tocar con dos manos. Es una máquina capaz de realizar “impresiones volumétricas”, maquetas, piezas, objetos de diseños, matricería, prótesis, directamente desde el software a la realidad.
No es ciencia ficción, y sí es una revolución industrial en el mundo que ya llegó a San Juan.
De su imaginación a la mano en muy pocos pasos, cualquier pieza que requiera observarse en las dimensiones de 27:20:20 cm ya sea juguete, carcasa de celular o engranaje, todo impreso en la máquina, listo para ser tocado, manipulado y puesto en acción.
De hecho, y como anécdota, al desembalar el envoltorio de esta impresora se rompió un engranaje que volvieron a “imprimir” en la misma máquina y funciona a la perfección.
De alguna manera es una nueva revolución Industrial.
¿CÓMO FUNCIONA?
El proceso de la misma es receptar la idea proveniente de cualquier programa de modelado (digital) para luego ser fabricado en la impresora 3D. Hay dos modelos comerciales basados en la extrusión de polímeros, uno que usa un hilo plástico de distintos colores que va capa por capa, formateando el modelo diseñado, y otro de mejor terminación y resultado que es un laser directamente trabajando con polvo sintético y que se va compactando en los estratos.
De la primera línea existen incluso fabricantes argentinos que con sorpresa están captando un mercado internacional, fruto de los prototipos presentados y empujados por INNOVAR, el concurso nacional de innovaciones que promueve el Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación.
¿CUÁNTO COSTARA EL SERVICIO EN SAN JUAN?
El servicio tendrá un valor hora/base para cualquier diseño tendiente a la amortización y luego será un valor por cada hora que la máquina necesite para consolidar la pieza pretendida. Pero aseguran los dueños de “Fi” que serán costos muy accesibles.
¿A QUIÉN VA DIRIGIDO EL PROYECTO?
A estudiantes, arquitectos, desarrolladores, inventores, todos pueden consolidar sus ideas en un proyecto manipulable a escala y con todos los detalles en la mano, con dimensiones finales de hasta 27 cm, o mayor, si se trabaja por parte y luego se ensambla.
Actualmente, una conocida fábrica de indumentarias quiere personalizar sus botones, motivo por el cual ha solicitado las pruebas pertinentes del diseño para recién pasar a la producción masiva.
YA LLEGÓ
Hoy la máquina puede hacer desde el húmero a la tibia exactamente con la medida del paciente, a una muñequita Barbie, todo con una maquinita de 60 cm puesta en la cocina de cualquier casa.
Estoy entusiasmado con esta tecnología, incluso sé que ya existen costosísimas máquinas que en otras escalas imprimen en 3D todo cuanto uno lo desee. Me imagino cómo se alterará con ellas el mercado de la construcción, el inmobiliario, el del diseño, el del medio ambiente, la industria automotriz, la mecánica, la medicina, es una máquina que construye sueños. ¡Y los construye!
El futuro de la industria recién empieza con estas máquinas y unos chicos con sólo 7 meses de vida como empresa ya se animaron a transitarlo en San Juan.
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