Las dos grandes retrospectivas dedicadas a Dalí en el Centro Pompidou (la primera en 1979, la segunda acaba de concluir) batieron el récord de visitas del museo.
La muestra, que debutó en la capital francesa el pasado 21 de noviembre y que cerró sus puertas ayer, 25 de marzo, recibió 790.090 visitantes, sólo por detrás de la que el mismo Centro Pompidou dedicó también a Dalí en vida del artista, en 1979.
La exposición que acaba de concluir recibió la visita de 7.315 personas al día, mientras que la retrospectiva de Dalí en 1979 fue vista por un total récord de 840.662 visitantes, lo que la convirtió en la de más éxito del Pompidou.
Tras la segunda exposición de Dalí, las muestras más visitadas fueron, según los datos del Pompidou, la de Henri Matisse en 1993 (734.896 visitantes) y la de Vasily Kandinsky en 2009 (702.905).
Con el fin de responder a la gran expectación que suscitó la muestra sobre Dalí, el Pompidou amplió sus horarios hasta las 23.00 horas todos los días de la semana, excepto el martes, día en que el museo habitualmente cierra sus puertas.
Por primera vez en la historia de este centro de arte, permaneció abierto las 24 horas durante los últimos días de la exposición, del 22 al 25 de marzo, lo que hizo que se acercaran a verla 48.550 personas.
La exposición dedicada a Salvador Dalí fue organizada con la colaboración del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid, la Fondation Gala-Salvador Dalí de Figueras y el Salvador Dalí Museum de Saint Petersburg (Florida, Estados Unidos).
La muestra que acaba de concluir en la capital francesa fue la primera de esa amplitud en más de treinta años en París, con más de doscientas piezas, entre pinturas, esculturas, dibujos e instalaciones de vídeo.
Una estructura con forma de huevo en la que se proyectaba un Dalí en posición fetal daba la bienvenida al visitante a una retrospectiva que paseó por todos los aspectos de la obra y la vida del pintor de Figueras (Gerona, noreste de España)
El evento fue muy esperado en Francia y generó otra decena de actos, exposiciones, subastas y eventos paralelos, más allá de los organizados por el Centro Pompidou, desde donde la muestra viajará en abril al Reina Sofía de Madrid.
Estructurada en torno a un doble eje cronológico y temático, la muestra ahonda en los inicios del provocador artista en la Residencia de Estudiantes y su relación con la Generación del 27, hasta su aterrizaje en la pintura surrealista de la mano de artistas como Joan Miró, Max Ernst o Yves Tanguy.
En la exposición se exhibieron, entre otras, obras maestras como El gran masturbador o una reproducción de la mítica sala Mae West.
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