Ángela
Ruiz Robles, natural de Villamanín, inventó la Enciclopedia Mecánica
para hacer la enseñanza divertida y apoyar el aprendizaje con imágenes,
luz, sonidos y juegos
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leonoticias.com 19/05/2013
Ángela
Ruiz Robles nació en 1895 en Villamanín (León) y fue maestra hasta su
jubilación en Ferrol, donde falleció en 1975. En medio, ochenta años de
entrega vocacional a la docencia, con una intensa labor social en la
Escuela de Niñas del Hospicio o en la Escuela Obrera gratuita. Entre
sus preocupaciones: facilitar el trabajo de los maestros, aliviar peso
en la mochila de los niños (ahora motivo tan socorrido, no así en los
años 40), hacer la enseñanza divertida, sugestiva, apoyando el
aprendizaje con imágenes, luz, sonidos, juegos, y hasta una lupa. Fue
así como inventó la Enciclopedia Mecánica.
Según su nieto, Daniel González, la Enciclopedia Mecánica, actualmente expuesta en el Museo de la Ciencia de A Coruña, “constaba de dos partes, la primera de conocimientos básicos: lectura, escritura, numeración y cálculo. Haciendo presión en abecedarios y números se formaban sílabas, palabras y lecciones. La segunda funcionaba con bobinas, cada una dedicada a una materia. Todo en el tamaño de un libro “de facilísimo manejo y peso insignificante” describía la propia autora.
El concepto de libro mecánico iba más lejos pues las materias debían poder ser intercambiables, pero, ante todo, el libro debía ser fácil de usar, intuitivo e interactivo para asegurarse un aprendizaje entretenido y no tan monótono como hasta la fecha.
La primera versión fue construida en cobre pero estaba pensada y diseñada una segunda versión de plástico con nailon duro que pesaría aproximadamente 40 gramos, fue diseñada por una empresa italiana, pero desafortunadamente nunca se llegó a finalizar.
Por tanto, el peso del libro y 5 ó 6 bobinas con asignaturas era muy reducido comparado con sus equivalentes libros de texto. Todo el diseño estaba inspirado en las necesidades de sus alumnos con especial énfasis en dos aspectos, el peso de los libros y el manejo y visión de los números y las letras”.
http://www.leonoticias.com/adjuntos/logotipo_20121122.png
Según su nieto, Daniel González, la Enciclopedia Mecánica, actualmente expuesta en el Museo de la Ciencia de A Coruña, “constaba de dos partes, la primera de conocimientos básicos: lectura, escritura, numeración y cálculo. Haciendo presión en abecedarios y números se formaban sílabas, palabras y lecciones. La segunda funcionaba con bobinas, cada una dedicada a una materia. Todo en el tamaño de un libro “de facilísimo manejo y peso insignificante” describía la propia autora.
El concepto de libro mecánico iba más lejos pues las materias debían poder ser intercambiables, pero, ante todo, el libro debía ser fácil de usar, intuitivo e interactivo para asegurarse un aprendizaje entretenido y no tan monótono como hasta la fecha.
La primera versión fue construida en cobre pero estaba pensada y diseñada una segunda versión de plástico con nailon duro que pesaría aproximadamente 40 gramos, fue diseñada por una empresa italiana, pero desafortunadamente nunca se llegó a finalizar.
Por tanto, el peso del libro y 5 ó 6 bobinas con asignaturas era muy reducido comparado con sus equivalentes libros de texto. Todo el diseño estaba inspirado en las necesidades de sus alumnos con especial énfasis en dos aspectos, el peso de los libros y el manejo y visión de los números y las letras”.
http://www.leonoticias.com/adjuntos/logotipo_20121122.png
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