viernes, 16 de agosto de 2013

Enrique, orgulloso alumno de la escuela Villagra



Jueves, 15 de Agosto de 2013 21:48
14_EnriqueSan Juan.- Tiene 90 años y a pesar de solamente haber cursado dos años de primaria en ese establecimiento escolar de  9 de Julio, presentó un libro y actualmente escribe otro. Es uno de los ex alumnos de mayor edad de la institución, que será renovado en poco tiempo con fondos nacionales.
C
on un traje marrón, corbata al tono, prolijamente peinado y una postura erguida, apoyándose en su bastón, ya que a sus 90 años es necesario una ayuda distinguida para caminar, que acompañe a toda su elegante imagen. Enrique Fernando Romero Bustos, se presentó en el Centro Cívico para acompañar a familiares y estudiantes de la Escuela Francisco Villagra a presenciar la apertura de sobres para la licitación de la refuncionalización de dicho establecimiento. La presencia de Enrique no era casual, sino que para él era muy importante saber que refaccionarán la escuela en la que estudió cuando fue pequeño.
Se sentó en los primeros bancos para poder escuchar el pliego ganador y lo hizo acompañado de su mujer, su nieto y sus tres hijos.
Al recordar sus años en la escuela dijo, “yo solamente estudie primero y segundo grado, después tuve que hacer otras cosas”. “Pero los únicos dos años que fui a la escuela los hice en la Francisco Villar y era en la época en la que las alpargatas eran el mejor calzado que un niño podía tener”,  contó.
“Tengo 90 años y espero poder ver la escuela muy linda ahora, porque los niños y las maestras que van lo necesitan”, añadió el hombre.
Enrique vivía junto a sus padres y hermanos en 9 de julio y recordó que la escuela Villagra se emplazaba en lo que ellos conocían como “tierra adentro”. “La escuela estaba en un altito y había mucha tierra, siempre íbamos todos los alumnos de lujo para poder tomar clases y las alpargatas para nosotros eran como un botín de lujo”.
Tenían una maestra que dedicaba tiempo a explicar cada una de las tareas en la pizarra y “nosotros siempre escribíamos en un cuaderno que ella nos daba”, dijo.
Enrique indicó que no recordaba la cantidad de alumnos que cursaban en su época, pero remarcó que “los chicos siempre llegaban a clases con mucho respeto y con ganas de aprender”.
Desde el municipio de 9 de Julio se pusieron en contacto con los familiares de Enrique para invitarlo al acto de apertura de sobres ya que es uno de los ex alumnos más grandes que asistieron al establecimiento que en poco tiempo más refaccionarán.
Hugo Romero, uno de sus hijos, contó que en cuanto le avisaron que iban a arreglar la escuela se puso muy contento y decidió ir a presenciar el acto.
Un mundo de letras
Sólo dos años pudo cursar hasta que se dedicó a ayudar a su familia. Entre trabajo y trabajo la escuela quedó en un segundo plano. Pero Enrique no se quedó con esos dos años de escuela, al haber aprendido a leer y a escribir buscó seguir capacitándose.
Actualmente tiene 90 años y tres hijos, que lo acompañan en cada uno de sus emprendimientos.
Hugo fue quien instó a Enrique, a plasmar en un libro todo aquello que vivió durante su juventud, la experiencia acumulada y algunos escritos perdidos en algún cajón, fueron parte de sus ratos de ocio.
Es así que hace unos 10 años atrás se animó a publicar su primer libro bajo el título “Querer es poder”, donde deja impresas algunas de sus vivencias.
“El libro aún está en las librerías, fue una forma de dejar algo para quienes quieren algo”, contó. Además bromeó con la foto de portada del mismo, “estoy jovencito ahí tengo como 15 años menos y adentro hay otra foto mía más chico todavía”, dijo con una sonrisa.
Luego, entregó su primer ejemplar para que sea guardado nuevamente y con las manos colocadas sobre el bastón, sentado, afirmó que aún se siente bien para seguir escribiendo, así que está en etapa de producción de su segundo libro.
“Será un libro donde hable de Dios, de quien nos acompaña en cada paso de nuestras vidas. Hablo nuevamente de mi vida, de las pruebas que tuve que superar incluso cuando estuve en la selva”, adelantó sobre su siguiente ejemplar que habrá que esperar un tiempo más para poder leerlo.
Con un apretón de manos se despidió y se acomodó nuevamente en esa primera silla para prestar atención a quienes debatían cada una de las propuestas presentadas para el arreglo de su querida escuela, donde aprendió las letras que lo acompañaron toda su vida y tanto aprecia.                                     http://www.elzonda.info/index.php/Enrique-orgulloso-alumno-de-la-escuela-Villagra.html

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