Lectura escolar

24/08/2013 EDITORIAL

Las escuelas de San Juan han recibido los libros con alto contenido erótico y violencia enviados por la Nación.

No obstante el contundente rechazo que tuvieron en otras provincias los libros enviados por el Ministerio de Educación de la Nación, con alto contenido de sexo explícito y violencia extrema, los despachos del material polémico han seguido y llegaron a nuestra provincia.

Los ejemplares editados en formato de historieta o "\'comic\'\', para lectura de alumnos secundarios, contienen episodios de violencia y de relaciones sexuales, que generaron la reacción condenatoria tanto de parte las autoridades de las escuelas que los recibieron como también de la comunidad educativa y de pedagogos en distintas provincias, caso de Mendoza, en julio último.

Con igual criterio, la ministra de Educación de San Juan, Cristina Díaz, ha ordenado a los establecimientos locales mantener guardados estos libros polémicos, hasta tanto se realice una evaluación pormenorizada de los textos ilustrados y decidir si son adecuados para sumarlos a las bibliotecas escolares. Lo grave es que la cartera educativa nacional remitió los ejemplares en forma directa a 70 escuelas sanjuaninas, y no obstante estar destinados a la educación secundaria de cuarto a sexto año, también los recibieron algunas escuelas primarias, aunque se dijo, fue por error.

Díaz afirmó que sólo leyó dos de los diez títulos remitidos y dijo que no le parecen recomendables para el educando, pero la decisión definitiva partirá del análisis de una comisión de profesores de Letras que será conformada para determinar si todos los textos de ficción pueden ser vistos por los adolescentes. La tarea es muy delicada, porque a diferencia de la literatura que aborda estos temas con lenguaje sutil, en las historietas prevalece la imagen del delito, la prostitución y la marginalidad social, con repudiable trama soez.

Ante el rechazo y críticas de educadores, padres, y literatos, la lógica indica que tales envíos debieron suspenderse hasta realizar un profundo estudio sobre esta insólita interpretación de textos a través de la historieta, según los autores. También debería investigarse si hay de por medio un componente ideológico y político, ya que una de las editoriales más cuestionadas es Colihue, de Aurelio Narvaja, miembro activo de Carta Abierta, la agrupación que congrega a los intelectuales oficialistas, que además recibió fondos millonarios por la entrega.

El editor salió al cruce de las críticas, descargando su ira con los "\'censores de la libertad de expresión\'\', a los que calificó de retrógrados, de "\'lupa prejuiciosa, inculta y cursi\'\', pero sin decir nada sobre su infame negocio con las mentes juveniles.
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