La guerra por los cuerpos indígenas
La comunidad Huarpe reclama que les devuelvan los restos de sus antepasados y que no se exhiban en museos. Pese a que hace más de una década hay una ley nacional que fija la restitución de los cuerpos a los pueblos originarios, San Juan nunca adhirió. Por Miriam Walter
sábado, 31 de agosto de 2013
“A nadie se le ocurriría ir a la Chacarita, sacar el cuerpo de un abuelo o abuela y mostrarlo en un museo”: La comparación, fuerte, es del historiador y defensor de derechos humanos Osvaldo Bayer, respecto de la restitución de los cuerpos que hoy se muestran en museos a los pueblos originarios. La disputa por los restos humanos se reenciende en estos días con la renovación del reclamo del pueblo Huarpe, que busca que en San Juan se adhiera a la Ley Nacional 25.517 que establece esta devolución a las diferentes comunidades indígenas en el país.
“Sacar los cuerpos de los Mayores, y cuando digo Mayores lo digo con mayúscula porque eran los sabios, y exponerlos en las vitrinas del Museo Gambier para nosotros es uno de los agravios más grandes”, dijo la referente de la comunidad Huarpe en San Juan, Argentina Quiroga. Los reclamos apuntan a la Universidad Nacional de San Juan, de la que depende el Instituto de Investigaciones Arqueológicas y Museo “Profesor Mariano Gambier” que existe desde 1965, donde se exhiben 14 cuerpos indígenas, que son el conocido como “Momia del Cerro El Toro” (hallada en 1964) y otros exhumados de Los Morrillos, Calingasta (en 1969).
En San Juan, el reclamo por los cuerpos indígenas viene siendo encabezado por la Comunidad Warpe del Territorio del Cuyum desde los ’90. En octubre de 2011, esta entidad presentó un petitorio a la UNSJ –durante la gestión de Benjamín Kuchen- de 8 puntos, cuyo primer ítem demanda “ordenar inmediatamente a sus dependencias, en todas sus facultades de Museos, Institutos y Centros de Investigación (tales como el Instituto de Investigaciones Arqueológicas y Museo “Prof. Mariano Gambier”), la implementación y acatamiento de la Ley Nacional N° 25.517”.
La mencionada norma fue sancionada en 2001 pero no fue reglamentada hasta 2010, por pedido expreso de representantes de pueblos originarios a Cristina Fernández. Establece en su articulado que “los restos mortales de aborígenes, cualquiera fuera su característica étnica, que formen parte de museos y/o colecciones públicas o privadas, deberán ser puestos a disposición de los pueblos indígenas y/o comunidades de pertenencia que lo reclamen”. Y también que los restos “que no fueren reclamados por sus comunidades podrán seguir a disposición de las instituciones que los albergan, debiendo ser tratados con el respeto y la consideración que se brinda a todos los cadáveres humanos”.
A fines de 2011, Asuntos Legales de la UNSJ recomendó dar lugar al petitorio, según consta en el seguimiento del expediente oficio que hizo la arqueóloga e integrante del pueblo Huarpe, Carina Jofré. Sin embargo, la directora del Museo Gambier se mostró en contra, diciendo que la ley 25.517 no es de carácter obligatorio porque San Juan no adhirió. También pone en tela de juicio la legitimidad de los reclamantes al proponer discutir el término “pertenencia”, sosteniendo que los pueblos huarpes estarían solamente ubicados en el Sur de San Juan y Norte de Mendoza, según un mapa de la web del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas, y agrega que el Museo no tiene cuerpos de esa zona. Concluye con que el Museo no es competente para decidir sobre el asunto y que debe ser derivado a la Dirección de Patrimonio Provincial. En octubre de 2012, casi un año después de la presentación del petitorio, el documento fue remitido a la Provincia para que desde la Secretaría de Cultura se exprese sobre el tema. Nunca se le comunicó nada a los reclamantes.
Por estos días, el pueblo Huarpe hace gestiones para tener audiencias con todos los bloques de la Cámara de Diputados local, según dijo Argentina Quiroga, con el propósito de que San Juan adhiera a la ley nacional que lleva 12 años sin ser tenida en cuenta en la Provincia. La referente de los huarpes dijo que el planteo es propio de todas las comunidades indígenas con presencia en territorio sanjuanino. Además, cuentan con el apoyo de otras organizaciones indígenas y profesionales del ámbito antropológico y de museos, como la Asociación de Trabajadores de Museos, el Centro de Estudios e Investigaciones en Antropología y Arqueología y el Observatorio Ciudadano de Derechos Humanos San Juan.
Debate con final abierto
Consultada por Tiempo de San Juan, Michieli dijo que “no tengo opinión sobre el tema, mi respuesta se la di al Consejo Superior de la UNSJ”. Sobre cuántos cuerpos hay en el Museo para uso científico, sostuvo que “no puedo dar información sobre el patrimonio de la institución por cuestiones de seguridad”, pero consignó que en exposición hay 14 cuerpos. No obstante, Argentina Quiroga aseguró que “son muchos más”.
Michieli analizó que “la esencia del museo es todo, no sólo los cuerpos, que están exhibidos en su contexto vital. Los cuerpos que conservamos, arqueológicos o no poseen datos históricos que son los que justifican el tenerlos protegidos como patrimonio. La técnica avanza tan rápido que cuando se encontraron los cuerpos que tenemos en exhibición no existían los análisis de ADN o Carbono 14, por ejemplo. Cada vez más se descubren nuevos modos de sacar información que, si no estuvieran los cuerpos conservados convenientemente, se hubiera perdido”.
Al interior de la UNSJ hay controversia con este tema. La coordinadora del Programa Universitario de Asuntos Indígenas, Rosa Ferrer, opinó que “creo que tienen devolver los cuerpos a los pueblos originarios y no exhibirlos en vitrinas”, y criticó a Michieli diciendo que “la directora del Museo sostiene que no hay descendientes de huarpes en San Juan, entonces que a quién le va a devolver los cuerpos. Yo trabajo con las comunidades huarpes y están vivas”. Agregó que “es como si a nuestros abuelos los disecaran y los pusieran detrás de un vidrio. Hay que ponerse en lugar del otro”.
“El reclamo por la restitución del cuerpo de nuestros antepasados es por su re-enterramiento en sus lugares sagrados de descanso, demandando así el reconocimiento de estos lugares como parte de una memoria territorial milenaria. Es decir, la disputa por los cuerpos es una dispuesta por el territorio”, expresa Jofré en uno de sus abordajes. “Los cuerpos de nuestros ancestros son parte de la memoria de un territorio milenario avasallado por más de quinientos años, su derecho al descanso eterno en su morada sagrada forma parte de los “derechos de la madre tierra” de acoger a sus hijos en el útero materno. El reclamo por la restitución a la tierra de los cuerpos de nuestros ancestros tiene un profundo significado identitario, significa un acto de reafirmación de nuestra pre-existencia en el territorio milenario”, fundamenta el petitorio a la UNSJ.
Consultada la diputada justicialista y presidenta de la comisión de Derechos Humanos de Diputados, Irene Romera, dijo que desconocía de la norma nacional, que espera ansiosa la visita de las comunidades indígenas en su oficina y que va a impulsar la adhesión por ley provincial a la restitución de cuerpos indígenas que estipula la 25.517. “Tienen toda la razón del mundo, durante años se le ha faltado al respeto. Estoy en todo de acuerdo con la dignificación de los pueblos originarios”, expresó la legisladora.
LA CIFRA
10
Son, en miles, la cantidad de visitantes en promedio por año que tiene el Museo Gambier. Muchos de ellos son alumnos. La recaudación de las entradas se usa para investigación, según las autoridades de la institución.
ANTECEDENTE
El más reciente antecedente de devolución de restos humanos a pueblos originarios en Argentina es el caso de la restitución masiva al pueblo Mapuche de 50 cuerpos alojados en el “Museo Gobernador Eugenio Tello” de Viedma, en Río Negro, ocurrida en junio de 2012
.http://www.tiempodesanjuan.com/notas/2013/8/31/patrimonio-cientifico-versus-derechos-pueblos-originarios-38878.asp
No hay comentarios:
Publicar un comentario