lunes, 4 de marzo de 2013

Las aulas, clave para el capital humano


Por Diego Cabot  | LA NACION
 
Hay un viejo paradigma que suelen repetir mucho los estudiosos de los movimientos sociales: la pobreza y el capital humano se transmiten de generación en generación. Si esto es así, el capital humano de la Argentina se encamina a ser peor de lo que es actualmente.
La clase media obrera que alumbró el peronismo a mediados del siglo pasado engendró una descendencia con una educación superior, mucha de ella con grado universitario. Ésa, a su vez, dio lugar a otra que pudo acceder a títulos de grado y de posgrado. Hay quienes miran con lupa los números del país y proyectan que esa tendencia de superación está a punto de invertirse.
Los debates sobre el asunto, claro está, no son de café. Foco Económico -un lugar de pensamiento de varios intelectuales; www.focoeconomico.org - es uno de los lugares donde el tema preocupa. Un trabajo de Julián Kozlowski y Andrés Neumeyer (UTDT) se adentra en la relación que tiene la distribución del ingreso y la educación. "Si la pobreza y el capital humano se transmiten entre generaciones, dada la distribución del ingreso y la educación de los hogares entre los niños de hoy, y las diferencias entre la tasa de natalidad en los estratos superiores e inferiores de la distribución del ingreso, la Argentina de mañana va a ser más pobre que la de hoy", concluyen.
¿Cómo llegan a esta enunciación? Pues al dividir la población en cinco quintiles surge que el primer quintil, que representa a los que tienen menos ingresos, incluye al 45% de los niños menores de cinco años. Allí la escolarización se extiende por 8,8 años; en el quintil más alto, el tiempo que los niños pasan en la escuela es de 13,7 años. Claro que éste es el inicio de la conclusión a la que arriban. "Como las habilidades cognitivas están fuertemente influenciadas por la educación y el ingreso de los padres, es altamente probable que el capital humano de la Argentina empeore."
¿Se puede hacer algo para revertir esta tendencia?, se preguntan los autores. La respuesta es que sí, "pero hacerlo requerirá una gran intervención pública en la educación de los jóvenes de hoy". Esta intervención, opinan, va mucho más allá de los recursos asignados a la educación.
Samuel Berlinski, un joven economista argentino estudioso del capital humano, se preguntó qué sucede dentro de las escuelas exitosas. Cuenta que probablemente haya que cambiar la forma en que se gerencia la educación. Dice que el 45% de la variación de los resultados se explica por "la frecuencia con la que los docentes reciben información sobre su desempeño, el grado en que se utiliza información sobre el progreso de los alumnos para guiar la instrucción, la enseñanza intensiva en grupos pequeños, el incremento en el tiempo dedicado a la instrucción, y un compromiso incesante con el logro académico". Como se ve, no se trata sólo de dinero. 
.http://www.lanacion.com.ar/1559612-las-aulas-clave-para-el-capital-humano

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