10/04/2014 EDITORIAL
Educar para investigación
La educación para el conocimiento debe capacitar en prácticas educativas para la transferencia al medio social.
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En la fecha se recuerdan dos acontecimientos trascendentes en nuestro país, ambos relacionados con el avance de los programas educativos y acordes con la visión sarmientina de educar al soberano como basamento de una nación en busca de un desarrollo sostenido. Es así que se celebra hoy el Primer Congreso Pedagógico de América latina, realizado en 1882 en Buenos Aires, que entre sus convocantes tuvo al prócer sanjuanino Domingo Faustino Sarmiento.
También la conmemoración del Día de la Ciencia y la Tecnología, asignado al 10 de abril, porque recuerda que por este camino las puertas del conocimiento pudieron abrirse en el costoso tránsito que media entre la inversión educativa y la capacidad del científico argentino.
Además, este prometedor ejemplo se puede potenciar en este siglo XXI, provocando en nuestras escuelas una verdadera revolución que compromete a todo docente de cualquier nivel, quienes teniendo a la vista y en prácticas los contenidos mínimos sugeridos por el Ministerio de Educación, deben tener necesariamente un real compromiso con la investigación y la ciencia realzando de esa manera el nivel de calidad educativa que las estadísticas dan por resultado muy inferiores.
Sabemos que las partidas en dineros destinados a materiales didácticos específicos para el desarrollo del conocimiento no son suficientes, pero no es menos cierto que en las tareas del docente, respecto a la investigación, reflejan en sus iniciativas propias disposiciones medias, es decir, no alcanzan a cubrir las expectativas que para la motivación de los alumnos son imperiosas.
Por otra parte, la situación de compromiso salarial por parte del Estado y el incentivo docente en recursos, no son motivos a plantear para propender a la motivación y desarrollo de los avances en capacidades de los educandos que devengan en futuros profesionales.
El hecho está en que el docente debe adquirir mayor movilidad educativa social para la ciencia, pues, no se alcanza a cubrir el despertar investigativo con programaciones científicas si no se logran transferir a la realidad. Educar para el conocimiento debe significar en capacidad, prácticas educativas con transferencia al medio social.
Será importante al respecto una cuota de coordinación que puedan implementar los responsables de la cartera educativa de manera tal que los tiempos a proponer den respuesta al objetivo planteado http://www.diariodecuyo.com.ar/home/new_noticia.php?noticia_id=617370
También la conmemoración del Día de la Ciencia y la Tecnología, asignado al 10 de abril, porque recuerda que por este camino las puertas del conocimiento pudieron abrirse en el costoso tránsito que media entre la inversión educativa y la capacidad del científico argentino.
Además, este prometedor ejemplo se puede potenciar en este siglo XXI, provocando en nuestras escuelas una verdadera revolución que compromete a todo docente de cualquier nivel, quienes teniendo a la vista y en prácticas los contenidos mínimos sugeridos por el Ministerio de Educación, deben tener necesariamente un real compromiso con la investigación y la ciencia realzando de esa manera el nivel de calidad educativa que las estadísticas dan por resultado muy inferiores.
Sabemos que las partidas en dineros destinados a materiales didácticos específicos para el desarrollo del conocimiento no son suficientes, pero no es menos cierto que en las tareas del docente, respecto a la investigación, reflejan en sus iniciativas propias disposiciones medias, es decir, no alcanzan a cubrir las expectativas que para la motivación de los alumnos son imperiosas.
Por otra parte, la situación de compromiso salarial por parte del Estado y el incentivo docente en recursos, no son motivos a plantear para propender a la motivación y desarrollo de los avances en capacidades de los educandos que devengan en futuros profesionales.
El hecho está en que el docente debe adquirir mayor movilidad educativa social para la ciencia, pues, no se alcanza a cubrir el despertar investigativo con programaciones científicas si no se logran transferir a la realidad. Educar para el conocimiento debe significar en capacidad, prácticas educativas con transferencia al medio social.
Será importante al respecto una cuota de coordinación que puedan implementar los responsables de la cartera educativa de manera tal que los tiempos a proponer den respuesta al objetivo planteado http://www.diariodecuyo.com.ar/home/new_noticia.php?noticia_id=617370
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