RINCONCITOS SANJUANINOS
La casa de la memoria nuestra
Es donde funciona el Museo Gnecco, donde está la colección de piezas históricas más antigua de la vida sanjuanina. Este año el edificio cumple 100 años en pie. Nació como una escuela para formar a mujeres. Por Gustavo Martínez Puga.
JUEVES, 17 DE ABRIL DE 2014
El frente de la “casa grande”, ubicada en Avenida Rawson y General Paz, Capital
Por Gustavo Martínez Puga
Sus cimientos cargan toda una vida de desencuentros para su función original: un lugar para formar mujeres profesionalmente. Es que así es como nació la “casa grande” que está ubicada en Avenida Rawson y General Paz, en Capital. Pero con el paso del tiempo, se transformó en un referente de la historia sanjuanina, donde la memoria nuestra se puede ver y tocar.
Allí funciona desde hace 30 años el Museo Provincial Agustín V. Gnecco, el que tiene la mayor cantidad y las piezas más antiguas de la historia sanjuanina.
Y el edificio parece haber sido construido para esa función, la de un museo bien sanjuanino. La sola vista del frente invita a un viaje en el tiempo. La construcción no tiene grandes lujos, ni molduras impactantes, todo lo contrario, la sencillez es el sello distintivo de la construcción.
Tiene una gran asimilación a lo que eran las casas sanjuaninas del periodo neoclásico, con espectaculares galerías de piso de mosaico blanco y negro rodeando el patio central que protegen del sol a las salas distribuidas alrededor.
Los interiores tienen piso de madera y arañas simples que impactan con un toque de nostalgia, al igual que losgrandes ventanales de vidrios repartidos que permiten llenar de luz natural las altísimas habitaciones.
En esas salas funciona el Museo Gnecco. Una de ellas está destinada a la época colonial; otra dedicada exclusivamente al trabajo de esa época; otra tiene elementos y materiales que muestra cómo se usaba la madera y el hierro, poniendo en relieve el trabajo del artesano. Para los más fashion hay una sala destinada únicamente a la moda del siglo 19. Incluso, hay una sala destinada a mostrar cómo fueron las primeras bodegas sanjuaninas.
100 AÑOS DE PIE
Ese edificio cumple 100 años de pie en este 2014. Primero fue una idea que nació en 1907, cuando se pensó hacer una escuela destinada a la formación de las mujeres. Félix Pineda se llamaba el presidente de la comisión que se formó para ese fin. Y Cristóbal Caballero fue quien donó el predio donde está actualmente la añeja construcción.
Recién en 1910 se puso la piedra fundamental. Y, cuatro años después, en 1914, el edificio ya estaba de pie, como hasta ahora. Pero, para poder finalizarlo, ésa comisión tuvo que traspasar la instalación al Estado en 1916. Fue recién en 1926 cuando por fin se inauguró la Escuela Profesional de Mujeres, tal como la bautizó el gobierno de Federico Cantoni.
Siete años después, en 1932, y por una negociación con la comisión que la hizo nacer, le pusieron el nombre que marcaría a fuego el edificio: Escuela Nacional Regional San Martín. La función básica que tenía era enseñar a las mujeres profesionalmente a trabajar y cultivar la tierra y realizar producciones.
Cuatro años después, en 1936, el edificio pasó al Estado Nacional como la Escuela Normal San Martín, lo que hoy en día se conoce como la Escuela San Martín, que funciona sobre calle Estados Unidos, a dos cuadras de su edificio original.
Allí llegó después del terremoto del ´77. Según las autoridades militares de ese momento, las instalaciones no habían quedado aptas seguir albergando alumnos. Y decidieron sacar a la histórica escuela de su casa natal.
Tras pasar algunos años cerrados, y sortear afortunadamente los intentos por demolerlo arbitrariamente, en la década del ´80 la histórica construcción abrió nuevamente sus puertas. Esta vez fue bajo la supervisión de gente preocupada por la historia: allí empezó a funcionar el Museo Gnecco y el Museo de Bellas Artes Franklin Rawson.
Éste último logró que en los últimos años le construyeran un edificio propio donde antes estaba el Casino Provincial, a continuación de la Legislatura, el cual hoy es un gran orgullo sanjuanino.
Allí funciona desde hace 30 años el Museo Provincial Agustín V. Gnecco, el que tiene la mayor cantidad y las piezas más antiguas de la historia sanjuanina.
Y el edificio parece haber sido construido para esa función, la de un museo bien sanjuanino. La sola vista del frente invita a un viaje en el tiempo. La construcción no tiene grandes lujos, ni molduras impactantes, todo lo contrario, la sencillez es el sello distintivo de la construcción.
Tiene una gran asimilación a lo que eran las casas sanjuaninas del periodo neoclásico, con espectaculares galerías de piso de mosaico blanco y negro rodeando el patio central que protegen del sol a las salas distribuidas alrededor.
Los interiores tienen piso de madera y arañas simples que impactan con un toque de nostalgia, al igual que losgrandes ventanales de vidrios repartidos que permiten llenar de luz natural las altísimas habitaciones.
En esas salas funciona el Museo Gnecco. Una de ellas está destinada a la época colonial; otra dedicada exclusivamente al trabajo de esa época; otra tiene elementos y materiales que muestra cómo se usaba la madera y el hierro, poniendo en relieve el trabajo del artesano. Para los más fashion hay una sala destinada únicamente a la moda del siglo 19. Incluso, hay una sala destinada a mostrar cómo fueron las primeras bodegas sanjuaninas.
100 AÑOS DE PIE
Ese edificio cumple 100 años de pie en este 2014. Primero fue una idea que nació en 1907, cuando se pensó hacer una escuela destinada a la formación de las mujeres. Félix Pineda se llamaba el presidente de la comisión que se formó para ese fin. Y Cristóbal Caballero fue quien donó el predio donde está actualmente la añeja construcción.
Recién en 1910 se puso la piedra fundamental. Y, cuatro años después, en 1914, el edificio ya estaba de pie, como hasta ahora. Pero, para poder finalizarlo, ésa comisión tuvo que traspasar la instalación al Estado en 1916. Fue recién en 1926 cuando por fin se inauguró la Escuela Profesional de Mujeres, tal como la bautizó el gobierno de Federico Cantoni.
Siete años después, en 1932, y por una negociación con la comisión que la hizo nacer, le pusieron el nombre que marcaría a fuego el edificio: Escuela Nacional Regional San Martín. La función básica que tenía era enseñar a las mujeres profesionalmente a trabajar y cultivar la tierra y realizar producciones.
Cuatro años después, en 1936, el edificio pasó al Estado Nacional como la Escuela Normal San Martín, lo que hoy en día se conoce como la Escuela San Martín, que funciona sobre calle Estados Unidos, a dos cuadras de su edificio original.
Allí llegó después del terremoto del ´77. Según las autoridades militares de ese momento, las instalaciones no habían quedado aptas seguir albergando alumnos. Y decidieron sacar a la histórica escuela de su casa natal.
Tras pasar algunos años cerrados, y sortear afortunadamente los intentos por demolerlo arbitrariamente, en la década del ´80 la histórica construcción abrió nuevamente sus puertas. Esta vez fue bajo la supervisión de gente preocupada por la historia: allí empezó a funcionar el Museo Gnecco y el Museo de Bellas Artes Franklin Rawson.
Éste último logró que en los últimos años le construyeran un edificio propio donde antes estaba el Casino Provincial, a continuación de la Legislatura, el cual hoy es un gran orgullo sanjuanino.
http://www.tiempodesanjuan.com/notas/2014/4/17/casa-memoria-nuestra-54654.asp
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